El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, ha asegurado este viernes que no ve "atractivo" concretar ninguna fusión después de la operación fallida con el BBVA. Durante su intervención en la Junta General de Accionistas, Oliu ha explicado que la fusión con la entidad vasca se desestimó por "razones económica y de oportunidad" y ha añadido que "no era atractiva" para los accionistas.
La junta ha servido para visualizar el relevo al frente de la entidad después del último informe de gestión del consejero delegado saliente, Jaume Guardiola, y la primera intervención de su sucesor, César González-Bueno, que ha defendido la nueva estructura del banco puesto que es "más plana" y "contribuye a promocionar el talento interno".
González-Bueno: "Señores accionistas, me esforzaré en ganarme su confianza"
En su primera intervención ante los accionistas, el nuevo consejero delegado de la entidad, César González Bueno, ha recordado la nueva configuración de la nueva estructura en tres grandes Negocios –particulares, empresas y corporativa-. En el segmento de Particulares, González-Bueno, ha detallado que esta división se unirá en tres grandes unidades de producto: financiación, cuentas y seguros y soluciones de ahorro e inversión. "Se estructura por productos para asegurar que la oferta se adapta a las necesidades de los clientes", ha señalado el directivo, que ha destacado que "el entorno se ha transformado profundamente" y ha apuntado la digitalización como un "elemento esencial".
Sobre el negocio de empresas ha reiterado que la relación con los clientes es "clave" y "uno de los grandes activos de la entidad", mientras que en negocio de Banca Corporativa gestionará la relación con grandes empresas. El nuevo consejero delegado, que ha sido ratificado este mediodía por los accionistas después de su nombramiento hace unos semanas, asegurado que asume el reto con una "gran "ilusión" y ha descartado la venta de la filial británica TSB y la de México "Señores accionistas, me esforzaré en ganarme su confianza", ha finalizado.
La despedida de Guardiola
La Junta General de Accionistas de este viernes ha sido la última del consejero delegado saliente, Jaume Guardiola, que se ha despedido del cargo después de 14 años. Antes, pero ha hecho un repaso del año 2020, del que ha dicho que ha sido "complejo y marcado por la covid", y ha expuesto los "cinco hitos relevantes" que ha resumido en la situación "sólida" de capital de la entidad, la liquidación de activos problemáticos, la implementación del plan de eficiencia, el crecimiento del negocio y la digitalización y el "compromiso firme" con la sociedad y la sostenibilidad.
En sus últimas palabras frente a los accionistas, Guardiola ha dicho que González-Bueno es la persona "idónea" para sucederlo y ha recordado que su despedida es un proceso "planificado y previsto".
Por su parte, el presidente del banco, Josep Oliu, ha elogiado el "papel fundamental" de Guardiola durante esta años y del nuevo consejero delegado ha subrayado su "dilatada experiencia" en la innovación y digitalización al frente de varias entidades. Oliu se ha referido también al proceso en la fallida operación de fusión con el BBVA y ha dicho que no ve "atractivo" poner en marcha un proceso similar con el objetivo de llevar a cabo una "operación de consolidación" y ha defendido que la mejor opción es seguir como entidad independiente y muy focalizado en el mercado doméstico, de empresas y una creciente consolidación de la digitalización.
"Un año extraordinario"
Oliu ha definido el 2020 pasado como "un año extraordinario" por el contexto de pandemia y ha destacado que el banco ha actuado como "infraestructura crítica y ha respondido con rapidez" y que la actual crisis es "asimétrica". Así mismo, ha reivindicado que la banca "ha sido y es clave en la solución de los problemas de las empresas, tanto para facilitar en todo momento la continuidad operativa del sistema de pagos como para ser el vehículo de canalización de las ayudas públicas".
En la Junta General de Accionistas, que se ha celebrado en Alicante y ha contado con la participación del 61,14% del capital social, también se han aprobado las cuentas anuales de la entidad, los informes de información no financiera y de remuneraciones de los consejeros y las nuevas funciones de Josep Oliu como presidente no financiero. Cómo ha detallado él mismo, sus tareas se centrarán en los aspectos estratégicos y de control y supervisión de la gestión de la entidad mientras que la dirección ejecutiva corresponderá al consejero delegado. Otro de los acuerdos ha sido la creación de la Comisión Delegada de Créditos para el análisis y a la aprobación semanal de riesgos y de crédito y la Comisión de Estrategia y Sostenibilidad, presidida por el mismo Oliu.
En el turno de intervenciones de los pequeños accionistas, algunos de ellos han trasladado a la dirección del banco su malestar por las operaciones de financiación a empresas dedicadas al armamento o para pedir más reconocimiento al personal de las oficinas, tanto por su tarea en "primera línea" durante la pandemia como en el día a día en un contexto de reducción de personal y más digitalización.