En los últimos años, Barcelona se ha convertido en un referente tecnológico mundial. Según el último informe del Observatorio Barcelona elaborado por el Ayuntamiento y la Cambra de Barcelona, la capital catalana ocupa la cuarta posición como ciudad más innovadora de Europa siendo un actor consolidado y de peso en la escena internacional.
Aun así, hoy atravesamos una etapa complicada. La incertidumbre provocada por la pandemia, la consecuente crisis económica y social, pero también una lucha política alejada de la realidad, difuminan la esencia de nuestra ciudad: moderna, trabajadora, intelectual y amante de la tradición y la cultura.
Y en medio de esta situación, algunos se empoderan de la voz de los jóvenes y hacen proclamas estériles a la hora de construir un país más próspero y ejemplar para el resto del mundo.
Por eso, reivindicamos aquí la otra cara de la moneda, la del emprendedor, que a pesar de remar solo, conserva un espíritu colaborativo y solvente a la hora de hacer realidad las ideas más imposibles. Y este poder sí es capaz de cambiar las cosas, construyendo puentes público-privados, dinamizando el tejido empresarial, generando puestos de trabajo y creando valor añadido para la atracción de nuevo talento.
El Barcelona Startup Congress se postula como una gran ventana para seguir mirando hacia el futuro
En este mismo escenario, castigado por la pandemia y con la sensación de duda que rodea a la celebración de los grandes acontecimientos, el Barcelona Startup Congress se postula como una gran ventana para seguir mirando hacia el futuro. Una iniciativa de emprendedores y para emprendedores, pero también para todos los otros agentes del mercado: estudiantes, grandes y pequeñas empresas, instituciones y administración, startups, escuelas y universidades, inversores y, en definitiva, para cualquier involucrado al recuperar la economía y mejorarla en términos de sostenibilidad y cambio en positivo.
El Barcelona Startup Congress es un punto de encuentro para todo el mundo; un altavoz de reflexiones multisectoriales que marcan el camino a seguir y que volveremos a escuchar el 23 y 24 de marzo. Sólo así, a través de acciones reales amparadas en la colaboración y la proactividad hacia cambios reales, maduros y sinceros, conseguiremos seguir haciendo de Barcelona una ciudad fuerte y de excelencia mundial.