Hoy en día podemos dudar de muchas cosas. Ya no hay nada que sea blanco o negro. El día a día parece funcionar dentro de una escala de grises donde todo es relativo, donde todo depende de cómo lo mires, o de cómo lo quieras ver. Sin embargo, hay algo que consigue poner a todo el mundo de acuerdo: la pandemia ha supuesto un antes y un después. Para las personas y para las empresas. Hasta lo que parecía seguro se ha puesto en duda y, es en esa reflexión interna sobre los excesos a los que nos habíamos acostumbrado, donde BizAway se ha convertido en protagonista.
Si bien la pandemia también ha sido “dañina” para la compañia, ha servido para que las empresas vuelvan a divisar cómo se deben realizar los viajes de negocios. “Ya antes sabían que estaban satisfaciendo una necesidad de manera subóptima, pero al no ser el viaje una función core, sino un soporte, se aceptaba” explica Luca Carlucci, CEO y cofundador de BizAway. “Ha sido a raíz de dejar de viajar cuando nos hemos preguntado si no habría mejores maneras para gestionar esta función, y es entonces cuando las empresas se han dado cuenta de nuestro market fit”, añade.
Los orígenes
Nacida a finales de 2014, entre Barcelona y Milán, para solventar la evidente ineficiencia que conllevaba viajar por negocios, esta scaleup simplifica en dos clicks lo que antes suponía horas, incluso días, de gestiones. “Flavio (del Bianco, el otro cofundador) y yo nos propusimos aportar la solución por nosotros mismos, aprovechando la tecnología actual, en un sector donde parecía no haber encontrado la manera de aprovecharla” explica Carlucci.
Con muy poco dinero, fruto de las aportaciones de sus cofundadores, y poquito a poco ambos empresarios se dividían la tarea: del Bianco desarrollaba el producto y Carlucci se encargaba de venderlo y atender a los clientes.
Así funcionan hasta 2018, cuando deciden incorporar hasta a seis personas al equipo y empiezan a atraer capital de business angels y fondos de capitales y acelera el crecimiento. "Tuvimos la oportunidad de que el equipo creciera, tanto en Italia como en España. A día de hoy tenemos cinco oficinas físicas, trabajadores, en offshoring, en distintas geografías y somos capaces de dar servicio en todo el mundo”, cuenta el CEO, quien confiesa que tienen la idea de, antes de que acabe el año, abrir dos oficinas más.
Carlucci: "Somos muy ambiciosos; a medio plazo queremos ser líderes en Europa”
Revolución
BizAway ha sido un elemento disruptivo como ningún otro en el sector del businesstravel. Gracias a una apuesta clara por la innovación, se encuentran en una “nivel de servicio superior” respecto a cualquier agencia tradicional. “Hasta somos más convenientes económicamente”, se muestra orgulloso Carlucci, quien, además, cree que “ha tardado demasiado en llegar algo así”
La realidad es que las grandes empresas del sector no estan creciendo, de hecho, aún no han alcanzado las cifras previas a la pandémia, mientras la scaleup ha multiplicado sus cifras por 10 respecto al 2019. Tanto es así que consideran que no se pueden comparar con las empresas ya establecidas, por que no buscan mejorar tecnologicamente, no innovan y no ofrecen un servicio que, quizá, sus propios clientes quieran. “Estamos viendo que crecemos un 38% cada mes”, cuenta Luca Carlucci que, con estas cifras en la mano añade: “skyisthelimit. Somos muy ambiciosos; a medio plazo queremos ser líderes en Europa”.
Más allá del negocio
La vision de BizAway, además, trasciende de los propios negocios. Para ellos, cada persona, cada empresa, tiene un impacto, y es el deber de cada uno hacer que éste sea positivo. Mediante acuerdos con distintas organizaciones, en especial Eden Reforestation Projects, permiten a los clientes calcular cúal es su nivel de emisiones, al mismo tiempo que les ofrecen la oportunidad de compensarlas.
Además, más allá de su cara solidaria, BizAway también tiene un lado humano. Si bien las expansiones tienen evidente motivación empresarial, es el talento el que marca la localización final de sus sucursales. “La búsqueda de talento es fundamental. Al final, nuestra casa está hecha de personas”, declara Carlucci.
Es el talento, pues, el que lleóo a estos dos empresarios a apostar por Barcelona, una ciudad que consideran “un pueblo de startups, donde la calidad de vida es difícilmente superable y con una atracción de talento al alcance de pocas otras”.
Con todo, a principios de año se propusieron facturar más de treinta millones de euros. Hoy, a falta de que concluya el año, la tendencia indica que, no solo van a conseguir dicho objetivo, si no que van a superarlo con creces. “En los últimos tres meses hemos facturado lo mismo que todo el año pasado” , concluye Luca Carlucci.