Bloome, o cuando la estética y la ética van de la mano

La meta de la reina de la medicina estética ética, antes de que acabe el 2024 pasa por estar en tres de las comunidades más importantes de España: Madrid, Valencia y Andalucía

Bloome, o quan l'estètica i l'ètica van de bracet Bloome, o quan l'estètica i l'ètica van de bracet

En una era en la que la medicina estética vive su boom y choca con el movimiento be real, la medicina est(ética) se alza como una solución a los tratamientos de medicina plástica tradicional, mostrando un punto de vista natural a los retoques estéticos. ​​"Vimos una oportunidad en el sector, ya que faltaba mucha tecnología”, explica el ingeniero Pol Valés a VIA Empresa, quien hace justo dos años lanzó Bloome, un nuevo modelo de medicina estética no invasiva que se está coronando como un referente de digitalización del sector. "La idea surgió porque vimos que tras el covid el campo de la medicina estética creció muchísimo y observamos que era un sector muy tradicional, faltaba acercar la medicina estética a la ética”, explica el cofundador de la iniciativa, responsable de la tecnología y la digitalización en Bloome. 

Bloome, fundada en 2022 con la primera clínica de medicina est(ética) en el carrer Tuset, para “entender la belleza como algo sin complicaciones, natural y al alcance de todos” ha llegado a la ciudad contal con un claro propósito: romper con los mitos de la medicina estética y conseguir resultados naturales. “Nuestro objetivo es revolucionar la dermatología cosmética con una experiencia personalizada basada en la tecnología que prioriza la educación del paciente y resultados de apariencia natural”, apunta Valés. La meta antes de que acabe el 2024 pasa por estar en 3 de las comunidades más importantes de Espanya: Madrid, Valencia y Andalucía, con precios accesibles a la mayoría del público, que cuenta con tratamientos desde los 130 euros a los 500 euros aproximadamente. 

La meta antes de que acabe el 2024 pasa por estar en 3 de las comunidades más importantes de Espanya: Madrid, Valencia y Andalucía

Medicina estética, ética y tecnología 

Bloome, la start up que está cambiando la vida de los catalanes a través de medicina est(ética)
Bloome, la start up que está cambiando la vida de los catalanes a través de medicina est(ética) | Cedida

El cofundador de Bloome con la ayuda de sus socios, ha conseguido reunir, en dos años, un equipo de 20 personas con una misma filosofía y un mismo objetivo: digitalizar el sector de la medicina estética a través del uso de inteligencia artificial y tecnología avanzada. Por este motivo, Bloome cuenta con un escáner facial que les permite llevar a cabo tratamientos 100% personalizados con las necesidades del paciente y, por lo tanto, aumentar la efectividad de dichos tratamientos. “Hemos desarrollado un escáner facial que ayuda a recomendar tratamientos personalizados y también ayuda mucho a los doctores para el diagnóstico", apunta Pol, quien asegura que se trata de un fenómeno que los diferencia del resto del sector.

El concepto de Bloome ya prometía convertirse en un éxito desde sus inicios cuando, un año después de salir al mercado con una inversión inicial de 300.000 euros, la compañía ya contaba con más de 1.000 pacientes. Desde entonces, la startup catalana ya suma más de 3.000 pacientes y cuenta con una facturación mensual de 150.000 euros, “la previsión para acabar el 2024 es llegar a los 2 millones de euros”, añade el co-fundador, quien explica que en la actualidad Bloome está destinando buena parte de sus esfuerzos en crecer mucho para convertirse en el referente educativo de bienestar personal, “cuando tengan una duda o curiosidad sobre su salud personal, queremos que puedan venir a consultarnos, apunta. El empresario detalla que han empezado a trabajar con la agencia, D2F, socios de Bloome e inversores que cuentan con "gente muy buena en marca" como el ex director de marketing (CMO) del Barça y ex CMO de ChupaChups, que les ayuda a transmitir estos valores que tienen.

La startup catalana ya suma más de 3.000 pacientes y cuenta con una facturación mensual de 150.000 euros

El equipo de Bloome

Los fundadores Pol Valés, Juanfran Sánchez y Laura Coll | Cedida
Los fundadores Pol Valés, Juanfran Sánchez y Laura Coll | Cedida

En un campo donde la tecnología aún no ha dado grandes pasos, Bloome está liderando el camino con su enfoque revolucionario. Con el uso de inteligencia artificial y tecnología avanzada están desarrollando herramientas de diagnóstico para ofrecer recomendaciones personalizadas a cada cliente. Los fundadores Pol Valés y Juanfran Sánchez, ambos ingenieros, junto con Laura Coll, gerente de finanzas y operaciones, promueven el desarrollo de esta filosofía de la mano del Dr. Jaime Tufet, vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) e inversor y asesor de Bloome.

¿Qué perspectivas de futuro tienen? Quieren convertirse en líderes del nuevo modelo de medicina estética, priorizando la educación del paciente y los resultados de apariencia natural, además de seguir creciendo, pero sobre todo “continuar ofreciendo a los pacientes el tratamiento adecuado a sus necesidades”, concluye Valés, quién, después de dos años fomentando la medicina estética no invasiva a través de Bloome, asegura que "desde el principio veníamos con una idea y unos valores super claros, los hemos seguido y nos han dado resultados”.

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