Intentar saber qué música suena en todo el mundo en todo momento es un reto mayúsculo. Ahora imaginemos ir más allá: conectar a la industria entera. Artistas, discográficas, oyentes, radios, plataformas... Ésta es la aspiración de Barcelona Music and Audio Technologies (BMAT), una entidad que persigue este objetivo para "aumentar el valor de la música". Lo hace a través de un sistema operativo único, impulsado por el aprendizaje automático y la experiencia en derechos de autor, bomba de datos neutrales y conocimientos fidedignos para todos los integrantes de la cadena. Una labor que este año ha sido galardonada, juntamente con Hoff, con el Premio José Manuel Lara a la ambición y el Propósito Empresarial en la Reunión Cercle d'Economia 2024.
El objetivo de este premio es reconocer aquellos proyectos empresariales con un gran propósito que crecen, escalan y se acaban convirtiendo en empresas consolidadas y estables. Pedro Fontana, presidente de la Fundació Cercle d'Economia, ha anunciado las dos empresas premiadas en la primera jornada de la Reunión anual del Cercle d'Economia, alabando que BMAT es una muestra de "que somos plenamente competitivos en el mundo digital".
"Estamos muy contentos de que nos reconozcan como referentes por lo que estamos haciendo, sobre todo si tenemos en cuenta que lo hacen personas que tienen visión empresarial, saben lo que es empezar un negocio desde cero y hacerlo crecer con todas las complicaciones que hay por el camino", explica a VIA Empresa el director de operaciones de BMAT, Jaume Vintro.
La firma nació en el año 2005 con la idea de ayudar a que todas las partes de la industria pudieran distribuir y recibir el dinero correspondiente a sus derechos artísticos. "Empezamos con un área específica dentro de la distribución de derechos musicales, que era saber qué música sonaba en radios y televisiones para hacerlo todo más eficiente, transparente y rápido", recuerda Vintro. A partir de ahí, descubrieron un mundo nuevo. "Los clientes nos propusieron otras problemáticas del sector y entonces es cuando empezamos a procesar archivos de usos de música digital, saber qué música se utiliza en discotecas y otros retos. Lo hemos organizado todo por unidades de negocio, y muchas veces las sinergias entre ellas hacen nacer nuevas ideas", añade.
La filosofía de la compañía puede verse ya en su web, con una frase que invita a formar parte de ella. "No importa si haces tu propia música o si usas la de alguien más; conéctate para facilitar las operaciones, aumentar las ganancias y estar en sintonía con todos los demás". Y es que su sistema sirve como un nexo de unión que permite que todas las partes tengan acceso a los datos más correctos posibles. Incluso disponen de una herramienta, la Royalties Calculator, que nos permite saber cuánto gana al mes cualquier artista por sus canciones en las plataformas. Cojamos el caso de Taylor Swift: sólo introduciendo su nombre, el sistema de BMAT calcula que la cantante norteamericana genera al menos 357.430 dólares mensuales por su catálogo en Spotify. Anualmente, la cifra llega a casi 4,3 millones.
La huella digital de las canciones, una tecnología que revoluciona la industria
Pero la Royalties Calculator es sólo una de las más de 20 aplicaciones que BMAT ofrece a sus clientes. La idea es recopilar el máximo de datos posibles sobre las reproducciones y la propiedad de las obras musicales para conseguir que a cada creador le lleguen los derechos que le corresponden por su trabajo. Actualmente, el sistema integra 4746 empresas y ayuda a distribuir dos mil millones de dólares gracias a los metadatos que genera. Entre sus servicios, destaca la huella digital de las canciones. A través de la Music Recognition Technology (MRT), han desarrollado una tecnología capaz de identificar de forma automatizada la propiedad intelectual de las canciones que permite ayudar a que los royalties lleguen a los artistas, compositores y productores.
El uso de MRT es una de las grandes líneas de negocio de BMAT. "Se puede utilizar en radios, televisiones, discotecas, vídeos online y mucho más. Sirve para asegurarse qué música se ha utilizado y poder distribuir los derechos adecuadamente", afirma Vintro. El otro modelo de negocio se basa en los metadatos de las canciones. "En este caso, nos interesa saber que una canción que se ha utilizado en un programa en Corea, por poner un ejemplo, fue compuesta por varias personas, cada una de ella con distintos porcentajes de propiedad de aquella obra que pueden estar afiliados a distintas sociedades de gestión de derechos en torno al mundo. Se trata de automatizar y simplificar una tarea muy compleja", explica el director de operaciones de la firma.
BMAT trabaja con tres tipos de clientes: entidades de derechos musicales (SGAE o AGEDI), grandes sellos musicales (Universal o Sony) y usuarios de música (televisiones y radios)
En general, trabajan con tres grandes tipos de clientes. Una son las entidades de derechos musicales como SGAE o AGEDI, que tienen el mandato de autores y sellos para recolectar dinero por usos de música y distribuirlos. Después hay propietarios últimos de los derechos, como pueden ser Universal o Sony. "En este caso, quieren saber qué uso se hace de su música y rastrearla para saber que están cobrando lo que toca", comenta Vintro. El tercer grupo es el que denominan "usuarios de música", es decir, grandes cadenas de televisión y radio o servicios digitales de música, que usan canciones y que tienen la obligación de reportar las que han seleccionado y durante cuánto rato.
BMAT, una empresa premiada
El premio de la Reunión del