La inversión en startups se ha cambiado de camisa a raíz de la pandemia. La manera en que los emprendedores consiguen ganarse la confianza del inversor ya no es la misma. Antes se conseguía con el acercamiento; con encuentros que propiciaban el match entre inversores y emprendedores, pero la aceleración de la digitalización de los últimos dos años ha forzado nuevas dinámicas y, paradójicamente, ha impulsado que el tejido emprendedor cierre un 2021 con cifras de inversión récord. A escala estatal, las startups han logrado 4.250 millones de euros de inversión -según la Fundación Innovación Bankinter-, volumen que casi quadruplica lo del 2020 y del 2019. Este crecimiento es palpable también en las redes de inversión, hubs y aceleradoras, como Esade Ban -la red de business angels de Esade- que ha coronado el 2021 con una inversión de 4,1 millones de euros.
La cifra ha sido la segunda más alta de la historia de Esade Ban y ha ido dirigida a 27 proyectos seleccionados de entre 400 propuestas, así lo ha explicado la escuela de negocios en una presentación de los resultados de inversión del 2021. El director de Esade Ban, Fernando Zallo, traslada este crecimiento a dos principales motivos: "los inversores han tenido una sensibilidad especial con el momento de cambio y oportunidad que hemos vivido y los proyectos que hemos recibido este año eran muy calificados". De media, cada proyecto ha recibido una inversión de 170.000 euros y cada inversor ha aportado un capital de 30.000 euros por startup. La ronda más grande de este año ha sido de 1.100.000 euros, liderada por un family office y dos business angels.
Los resultados de Esade revelan, además, una tendencia del mercado: es el momento de las deep tech, las startups que utilizan una tecnología profunda, como la impresión 3D, la inteligencia artificial, el deep learning, la realidad aumentada, la fotónica, el biotech y el blockchain. Este sector emprendedor ha captado el 61% del capital invertido y, según Zallo, "la inversión en estos tipos de proyectos crecerá todavía más" de cara al 2022, año en el que esperan lograr una inversión total de 5 millones de euros.
Bonell: "Parte de la decisión final a la hora de invertir recae en las personas que hay detrás de los proyectos"
La confianza a través de una pantalla
Esade Ban suele organizar aproximadamente 20 foros anualmente para poner en contacto a su red de 230 inversores con las startups más innovadoras del mercado. Normalmente, organiza almuerzos, comidas o cenas. Pero la pandemia lo ha cambiado todo y ha obligado a que los encuentros se hagan digitalmente y que la confianza tenga que traspasar pantallas.
"Parte de la decisión final a la hora de invertir recae en las personas que hay detrás de los proyectos", explica Luis Bonell, un experto business angel de Esade Ban que cuenta actualmente con 23 inversiones activas en startups. "Antes mi matriz de inversión tenía que pasar por estar un rato con el emprendedor, pero ahora hemos aprendido a generar la confianza de una manera diferente. De hecho, el mundo digital te permite conseguir más información", razona.
Los escogidos
Unblur ha sido una de sus últimas inversiones. Bonell conoció a Alfonso Zamarro, CEO de Unblur, digitalmente, a través de una presentación virtual que organizó Esade. La startup, que ha conseguido captar una inversión de 180.000 euros, tiene el objetivo de ayudar a los cuerpos de seguridad públicos -como bomberos, policías o protección civil- a la hora de tomar decisiones ante una emergencia. Utiliza inteligencia artificial con información en tiempo real de cámaras de vídeo de drones, sensores, información cartográfica y tráfico.
Zamarro: "En las próximas semanas daremos a conocer otro gran acuerdo con una de las brigadas más importantes del Reino Unido"
Los business angels que han apostado por Unblur han tenido buen ojo. La startup ya tiene sus primeros clientes: una brigada del Reino Unido. Zamarro asegura, además, que "en las próximas semanas daremos a conocer otro gran acuerdo con una de las brigadas más importantes del Reino Unido". "Queremos convertirnos en una empresa global y hacer que nuestra tecnología sea suficientemente fácil y escalable para poderla llevar a los cuerpos de seguridad otros países".
También han conseguido traspasar la pantalla y captar altos niveles de inversión Dinbeat que ofrece servicios de telemedicina veterinaria (1,1 millones de euros), Nymiz, un software que protege los datos en internet (253.000 euros) e iXorigué, que ofrece collares con geolocalización para monitorizar al ganado y que ha percibido 95.000 euros.
Un paso más: un vehículo por sindicalitzar la inversión
"El inversor tradicional está viendo en la startup una manera de diversificar su inversión y el riesgo", explica Bonell. Destinan entre un 5 y un 20% de su capital a cada startup y al final acaban involucrándose de alguna manera en sus proyectos. Por eso, más allá de los números, les motiva la razón de ser de la startup, su cultura. "Cuando los business angels invertimos, lo hacemos por algo más: hoy en día la innovación está en las startups. Representan una cultura dispuesta a equivocarse y aprender, enfocada a la productividad. Una cultura dinámica orientada a descubrir".
Bonell ha criticado la carencia "de instrumentos que sindicalicen las inversiones"
Aun así, Bonell ha criticado la carencia "de instrumentos que sindicalicen las inversiones". Cree que el siguiente paso que debe hacer el sector para continuar creciendo es el de colectivizar los inversores y vehiculizar las inversiones. Esto no sólo favorecería la integración de pequeños inversores con presupuestos de 10.000 euros, sino que también facilitaría la comunicación de las startups con su colectivo de inversores, a través de un único interlocutor.