• Empresa
  • Cadí, la cooperativa centenaria

Cadí, la cooperativa centenaria

La primera cooperativa lechera del Estado celebra 100 años, convirtiéndose en un actor clave de la economía del Pirineu, capaz de producir 190.000 litros de leche al día

La cooperativa leridana s’ha introducido en Francia, el mercado por excelencia de los quesos
La cooperativa leridana s’ha introducido en Francia, el mercado por excelencia de los quesos
David Rodríguez 
19 de Octubre de 2015
Nacida como una alternativa a la producción tradicional de fruta y aceite, la Cooperativa lechera Cadí de la Seu d'Urgell cumple 100 años. Este viaje ha ido siempre acompañado "por la obsesión por la calidad", explica el presidente de la cooperativa, LluísClotet. Gracias a la vocación de ofrecer este tipo de producto, Cadí ha conseguido dos denominaciones de origen: mantequilla Cadí y el queso Urgèlia. El proceso se ha conseguido con 105 explotaciones ganaderas de las comarcas de la Alt Urgell y la Cerdaña.

Clotet recuerda el papel que ha logrado la entidad en la creación de riqueza y ocupación en el territorio. La empresa, que cuenta con 120 trabajadores, actúa como "una actividad complementaria en una zona con pocas posibilidades productivas", destaca el presidente, gracias a la fabricación de leche y quesos. De hecho, la aportación diaria de los ganaderos es de casi 190.000 litros de leche, el que permite elaborar 70 millones de litros anuales.

Recogida diaria y reconocimientos
Desde Cadí, señalan que uno de sus disparos diferenciales se encuentra en que la leche se recoge al ganadero diariamente y en un tiempo muy breve entra en condiciones óptimas al circuito de fabricación. Todo el procedimiento, que combina tradición y tecnología, le ha permitido conseguir una serie de distinciones que certifican su calidad. Así, los productos de Cadí tienen la marca Q de calidad alimentaria de la Generalitat o la distinción de Denominación de Origen Protegida (DOP), en el caso de la mantequilla Cadí y el queso Urgèlia.

En plena crisis de precios del sector lácteo, las ventas de Cadí el 2014 fueron de 47 millones de euros, repartidas entre las 8.200 toneladas de queso, 460 de mantequilla, 450 de requesón y queso fresco, 1.100 de queso fuera y tachado y 2.200 de lactosa. Clotet precisa que "hemos ingresado menos por las bajas cotizaciones de la leche, pero hemos mantenido nuestra producción". Con el objetivo de responder a las nuevas necesidades de los consumidores, la empresa ha presentado el queso Cadí sin lactosa, en formato valla y rebanado de 200 gramos.



Ventas de queso en Francia
Con motivo del centenario, que se conmemoró el pasado 9 de octubre, Cadí ha dado a conocer un nuevo producto, el queso Nieve del Cadí. "Al tratarse de un queso blando y cremós de pasta blanda y piel florecida, destaca por su personalidad que evoca los aromas del Valle del Cadí", comenta Clotet.

A partir de 2012, momento en que se produjo una bajada generalizada del consumo de queso en Europa, Cadí ha destinado más recursos en busca de nuevos mercados exteriores, como Alemania, Portugal, Argelia, Marruecos o al segmento gourmet de los Estados Unidos. Las exportaciones ya suponen el 35% de su producción de queso y una cuarta parte de la facturación.

Además, la cooperativa leridana se ha introducido en el mercado por excelencia de los quesos: Francia. Este país representa el 64% del valor de las ventas al exterior. El fruto de esta consolidación se traduce en la compra en 2009 de la empresa de distribución Por Inter, con la cual trabajan desde hace 25 años. La apuesta por la internacionalización se visualiza con la creación de Cadí Importe, una marca al cual se añaden los productos de importación suministrados por su filial francesa.

Consumo y territorio
El presidente de la cooperativa dice que otro de los secretos de este recorrido centenario es la confianza que reciben de los consumidores que "reconocen el valor añadido que implica la incorporación de la traçabilitat y la calidad en la fabricación. Para definir Cadí, se tiene que acudir a una serie de factores objetivos, como los 120 trabajadores o los 105 socios ganaderos, pero también a un conjunto de variables indirectas. Su acción genera dinamismo a la industria, las explotaciones ganaderas y sus proveedores. Alrededor, se genera un tejido empresarial singular en una de las áreas menos industrializadas de Cataluña. La entidad da vida a 225 familias de la Alt Urgell y la Cerdaña que, a la vegada, forman una gran familia.