CaixaBank camina hacia las cero emisiones netas. El objetivo de la entidad financiera es llegar a ello en 2050 y es por eso que se ha adherido como miembro fundador a la Net Zero Banking Alliance (NZBA), la nueva propuesta impulsada por la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio ambiente (UNEP-FIN). Después de la inclusión de CaixaBank como miembro de este programa en 2018 y como miembro firmante de los Principios de Banca Responsable en 2019, la compañía se ha comprometido, igual que los otros 42 bancos firmantes de 23 países, a lograr las metas fijadas.
Estas se encuentran en línea con el Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados centígrados y establecer, en los próximos 18 meses, un objetivo de descarbonización de la cartera más contaminante para 2030. El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha señalado que "estamos muy satisfechos de ser parte de esta alianza global desde su inicio. Las instituciones financieras pueden y tienen que jugar un papel clave para llevar al mundo a cumplir el objetivo de Net Zero y desde CaixaBank queremos liderar este esfuerzo. Nuestro compromiso de promover el desarrollo sostenible y contribuir a la mejora de nuestro planeta es irrevocable".
La adhesión a esta iniciativa afianza la apuesta de la entidad por la sostenibilidad. Este nuevo proyecto sigue la misma dinámica establecida en 2018, pero acorta el horizonte temporal, amplía el alcance de las carteras de negocio que se tienen que modificar y exige una mayor compensación de emisiones. De hecho, el primer informe presentado señaló que, en general, los bancos incorporan cada vez más escenarios de cambio climático basados en la ciencia en sus estrategias y que muchos ya han anunciado políticas de exclusión para conseguir reducir el calentamiento global "por debajo de los 2 grados", en línea con los plazos establecidos por la comunidad científica.
CaixaBank ha cerrado este año 56 operaciones de financiación sostenible por valor de 12.100 millones de euros
CaixaBank fue uno de los pioneros firmantes del Compromiso Colectivo para la Acción Climática (CCCA). Actualmente, el grupo está formado por 38 bancos de todo el mundo, que suman más de 15 billones de dólares en activos. La entidad con sede en València defiende que la sostenibilidad tiene que estar integrada en el modelo de negocio de las organizaciones. Por esta razón, la estrategia medioambiental conforma uno los cinco ejes del Plan de Banca Socialmente Responsable. CaixaBank está comprometida con el respeto a la sostenibilidad más allá de sus obligaciones legales y tiene la gestión medioambiental integrada en su actividad de negocio.
Un Plan de Gestión Medioambiental
Fruto de esto, CaixaBank está adherida a los Principios del Ecuador y, además, en su marco de gestión del riesgo, tiene en cuenta el impacto ambiental. Asimismo, la entidad financiera está comprometida con el cumplimiento de los Acuerdos de París. Concretamente, trabaja para minimizar el impacto ambiental de su actividad y, para ello, cuenta con un Plan de Gestión Medioambiental 2019-2021 específico que incluye, entre otros, medidas de eficiencia energética y de reducción de consumos y de extensión del compromiso a la cadena de valor.
En 2019, la entidad hizo pública una Declaración sobre Cambio Climático, una propuesta con cinco líneas de actuación que incluye compromisos relacionados con la descarbonización: financiar las soluciones al cambio climático; gestionar los riesgos derivados del cambio climático; minimizar y compensar la huella de carbono; colaborar con otras organizaciones para el avance conjunto; e informar de nuestros progresos de manera transparente. Además, el banco dispone de diversas líneas específicas de financiación para proyectos sostenibles.
Hace dos años, la entidad financió proyectos de energías renovables por un valor de 2.453 millones de euros. Este año, ha cerrado 56 operaciones de financiación sostenible entre préstamos y bonos, por valor de 12.100 millones de euros. La cifra supone un récord para el banco en esta área de actividad, con un aumento de un 51% en préstamos y productos transaccionales y del 32% en emisiones de bonos, respecto al mismo período del año anterior. En el año 2020, CaixaBank ha participado en el mercado de préstamos verdes por importe de 766 millones de euros, que se han destinado a financiar proyectos con un impacto medioambiental positivo.
Reducción de las emisiones
Del mismo modo, CaixaBank ha movilizado 7.440 millones de euros en la emisión de 12 bonos sostenibles, destacando el bono social y verde emitido por la entidad en 2020. En cuanto al ámbito transaccional, CaixaBank está liderando la innovación en España en este segmento de productos. En 2020, ha movilizado 1.650 millones de euros, donde destacan especialmente los dos primeros factoring sostenibles del país.
La entidad contrata energía eléctrica proveniente íntegramente de fuentes renovables y compensa el 100% de todas sus emisiones calculadas, incluidas las indirectas
Asimismo, la entidad realiza una cuidadosa gestión de los riesgos ambientales, para evitar, minimizar, mitigar y remediar dentro de lo posible los riesgos potenciales para el entorno o la comunidad. En este sentido, el consejo de administración de CaixaBank aprobó en febrero de 2019 una Política de Gestión de Riesgo Medioambiental en la que se establecen exclusiones para sectores con potenciales impactos negativos en el medio ambiente.
CaixaBank tiene en marcha una política activa de control de emisiones, que ha conseguido reducir en un 80% desde 2009. Contrata energía eléctrica proveniente íntegramente de fuentes renovables y compensa el 100% de todas sus emisiones calculadas, incluidas las emisiones indirectas. La entidad también se ha sumado al Compromiso Colectivo para la Acción Climática de Naciones Unidas una declaración que se crea en el marco de los Principios de Banca Responsable para que el sector financiero movilice sus productos, servicios y relaciones para facilitar la transición económica hacia un modelo sostenible.
El banco fue la primera organización española incluida en la lista RE100, una iniciativa que pretende incrementar la demanda y el suministro de energías netas. Asimismo, forma parte del Grupo Español de Crecimiento Verde, que aboga por el crecimiento económico ligado a una economía baja en carbono.