CaixaBank ha cerrado el 2021 con un beneficio neto de 5.226 millones de euros, una cifra que casi quadruplica las ganancias registradas en el ejercicio anterior, 1.381 millones de euros, y que supera ampliamente los volúmenes de antes del estallido de la pandemia, 1.705 millones de euros. La cifra viene dada, en gran parte, por el impacto de la adquisición de Bankia . Sin la fusión , el beneficio se habría situado en los 2.359 millones, un volumen también superior al año anterior y al 2019.
El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, ha destacado que el ejercicio ha estado marcado por haber completado "con éxito el proceso de integración más grande del sector" pero que, además, el grupo ha conseguido reforzar su posición comercial. De cara al 2022, afirma que el entorno continuará siendo "complejo", pero destaca que la entidad dispone "de una magnífica base de partida".
Según un comunicado de la entidad a la CNMV, dentro de los impactos extraordinarios asociados a la fusión con Bankia destaca la aportación contable del fondo negativo de comercio, que ha sumado 4.300 millones de euros a la cuenta de resultados. También han querido destacar el proceso de reestructuración laboral, que ha generado un coste neto de 1.433 millones de euros.
El volumen de negocio del grupo a cierre del 2021 se han situado en los 972.922 millones de euros, mientras que los recursos de clientes han crecido hasta los 619.971 millones de euros, cifra que supone un incremento interanual del 49,2%. Sin contar la aportación de Bankia, los recursos de clientes han registrado un crecimiento orgánico interanual del 10,5%.
En cuanto a los activos bajo gestión, estos se sitúan en los 158.020 millones de euros, lo que supone un incremento del 48,2% incluyendo Bankia y del 16,5% de forma orgánica. Por otro lado, el crédito bruto a la clientela alcanza los 352.951 millones de euros, lo que se traduce en un crecimiento del 44,7% en el conjunto del año. Sin embargo, si no se tiene en cuenta la integración de Bankia, esta partida disminuye un 4,9%.
A pesar del crecimiento en beneficio neto –incluso sin tener en cuenta los impactos extraordinarios asociados a la operación con Bankia-, los ingresos core del grupo han disminuido un 1% en el 2021, hasta los 11.339 millones de euros. La entidad lo atribuye a la caída del margen de intereses y a los resultados asociados a participadas de seguros bancarios, un descenso que se ve compensado de forma parcial por el crecimiento de las comisiones y de los ingresos y los gastos por contratos de seguros.
De este modo, la ratio de morosidad a cierre del 2021 se sitúa en el 3,6%, en linea con los ejercicios anteriores. Por otro lado, la ratio de cobertura acaba el ejercicio en el 63%, y el fondo para insolvencias covid-19 se sitúa en los 1.395 millones de euros.
Una política de dividendos por el 2022
El consejo de administración ha acordado proponer a la próxima junta general de accionistas la distribución de un dividendo en efectivo de 0,1463 euros brutos por acción. Esto supone un desembolso de 1.179 millones de euros, equivalente al 50% sobre el resultado consolidado ajustado por los impactos extraordinarios de la fusión con Bankia. Además, el consejo ha aprobado una política de dividendos para el 2022 que consistirá en una distribución en efectivo de entre el 50% y el 60% del beneficio neto consolidado.