"Estamos preparados para contribuir a la recuperación económica, la máquina financiera continúa siendo operativa". Así de claro ha sido el presidente de Caixabank, Jordi Gual, durant la primera junta general de accionistas celebrada por vía telemática con la única presencia física de su presidente, el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, y el secretario general y del consejero, Óscar Calderón. En una crisis también de incertidumbres jamás vista antes, esta vez las entidades financieras están fuertes y serán claves para una salida lo menos traumática posible. Y eso lo harán "manteniendo el espíritu" de cuando fue fundada La Caixa, hace más de 110 años: "Cubriendo las necesidades de financiación de nuestros clientes, ofreciendo ayuda a los que más lo necesitan y contribuyendo con las labores sociales".
La imposibilidad, de nuevo, de celebrar la junta en las arquerías del Museu de les Arts de València ha vuelto a marcar un inicio nostálgico de encuentro virtual, que se ha querido centrar en la "solidaridad" hacia todas las personas afectadas por la pandemia. "Queremos trasladar un mensaje de confianza y esperanza porque, a pesar de que ya se empiezan a notar los efectos de esta crisis, estamos preparados para poner de nuestra parte", ha insistido Gual. Pero, para eso, es muy importante también que el Banco Central Europeo (BCE) "continúe garantizando que su política monetaria se transmita con efectividad a todos los países de la Eurozona".
Gual: "La máquina financiera continúa siendo operativa"
De hecho, ha recordado, el BCE ha llevado a cabo "programas de compra de deuda pública, inyecciones de liquidez y relajación de requisitos y facilita el acceso a la financiación en condiciones favorables para las empresas, los hogares y las administraciones", cosa que, a su juicio, tiene que ir acompañada de un "mayor esfuerzo fiscal y coordinado" de la Unión Europea.
Mientras Europa se pone las pilas, la entidad asegura que "nos enfrentamos a la situación con fortaleza, fortaleza comercial, y un modelo de banca seguros que ha mostrado efectividad y resiliencia", que les proporiciona toda la fuerza para trabajar "para ayudar a mitigar los efectos sociales y económicos de la epidemia". Caixabank no ha parado en ningún momento y, no solo la entidad en sí ha cubierto ciertas necesidades, sino que a lo largo de estas semanas no han parado de salir noticias sobre su papel activo de su fundación en la lucha contra la covid-19, como duplicar la recaudación para el Banco de Alimentos aportando un millón de euros adicional, aliarse con la Cruz Roja para ayudar a la gente mayor o añadir 3 millones de euros a alimentos para familias vulnerables, entre muchas otras cosas.
A esto, se suma el adelanto al día 3 de cada més de los ERTE y las prestaciones de desempleo, el adelanto de las pensiones al día 15 para evitar las colas en sus oficinas y la condonación del alquiler de las viviendas de su propiedad, junto con la moratoria de hipotecas y la concesión de créditos ICO.
Deberes hechos...
Caixabank tenía "los deberes hechos" y así lo ha demostrado su "fortaleza financiera", pero no solo eso. Según Gortázar, "hemos conseguido que nuestros empleados nos hayan ayudado a mantener ese servicio esencial desde el punto de vista sanitario", en un momento en que ya cuentan con un 95% de las oficinas abiertas y garantizando las medidas de seguridad necesarias tanto para sus trabajadores, como para sus clientes.
Gual: "Necesitamos mecanismos de compartición del gasto entre países para evitar la distorsión del mercado único"
"El entorno se ha complicado de manera muy sustancial y quiero recordar que en estos momentos, si contásemos las personas acogidas a los ERTE, estamos hablando de tasas de paro del 33% de la población, mientras nuestros trabajadores están en primera línea asegurando que la máquina financiera continua siendo operativa", ha puesto Gual encima de la mesa.
Pero todo esto tiene que ir acompañado de la implementación de "mecanismos de compartición del gasto entre países para evitar la distorsión del mercado único", en palabras del presidente de Caixabank, que ha aprovechado la ocasión para celebrar la iniciativa del presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, de crear un fondo de 500.000 millones de euros destinado a las regiones y sectores más afectados por la pandemia. "Es muy positivo y deseable que saliera adelante", ha subrayado.
...y pedir perdón
A pesar de esto, los miembros de la junta han pedido perdón porque, como admite su consejero delegado, "por supuesto que hemos cometido errores". Entre ellos, que "no hemos tenido la capacidad de hacer llegar el material sanitario en el momento en que tocaba hacerlo", pero eso, asegura, "no ha sido por falta de voluntad".
Gortázar: "Hay que afrontar la situación con mucha confianza, capacidad y ayudar a la sociedad en la recuperación. Estamos preparados"
Distintas intervenciones de la junta, canalizadas por Gortázar, han pedido a los miembros de Caixabank que sean "más humanos con los empleados" porque, avisan, "la nueva realidad irá de personas". Ante esto, el consejero delegado de la entidad ha querido mostrar su comprensión y ha pedido perdón: "Me disculpo por las veces en que no hemos podido hacer todo lo que queríamos, nos hubiera gustado estar en todo momento para cubrir las expectativas de nuestros empleados, pero no es nada fácil".
La cuestión está en seguir trabajando e ir de la mano con Europa y, sobretodo, evitar de todas todas que esta crisis desemboque en una crisis finaciera. Y, como dice Gortázar, hay que "afrontar la situación con mucha confianza, capacidad y ayudar a la sociedad en la recuperación. Estamos preparados".