CaixaBank ha cerrado el primer semestre del año con un beneficio de 2.137 millones de euros, una cifra que representa un incremento de un 35,8% en comparación con el mismo período de 2022. Tal y como recogen los datos enviados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, los ingresos de la actividad bancaria se dispararon un 31,3% hasta los 7.110 millones. En el ámbito de las comisiones, CaixaBank ha reducido la recaudación (-4,2%) con 1.846 millones, principalmente por el bajón de las comisiones bancarias.
"En un contexto de normalización de los tipos de interés, los márgenes avanzas de forma significativa", apunta Gonzalo Gortázar. El consejero delegado de CaixaBank cree que "este sólido resultado es consecuencia de la buena marcha de la actividad comercial y una gestión prudente del riesgo de crédito". El alto directivo también ha querido destacar cómo "la fortaleza financiera y la recuperación de una rentabilidad razonable permite a la entidad mantener una relación adecuada con el accionista". Actualmente, CaixaBank tiene activos en gestión por valor de 156.111 millones de euros (+5,5%), 111.340 millones en patrimonio gestionado en fondos de inversión (+6,4%) y 44.771 millones de euros en planes de pensiones (+3,4%).
La morosidad desciende hasta el 2,6%, según la entidad, la mejor cifra de los últimos quince años. En este sentido, los saldos dudosos alcanzan la cifra de 10.317 millones de euros. Por lo que respecta al negocio de los seguros, el segmento de negocio recoge un resultado de 501 millones (+18,5%). En paralelo a sus resultados, CaixaBank ha anunciado que, antes de finalizar el año, quiere impulsar una recompra de acciones por valor de 500 millones de euros. El movimiento será el segundo de estas características que impulsa a la entidad dentro de su plan estratégico. Entre mayo y diciembre de 2022 ya se ejecutó una operación de 1.800 millones de euros.