Para entrar en el Palacio de Congresos de Valencia esta mañana se tenía que superar una concentración festiva (música incluida) de unas 200 personas de la plataforma Unidad Sindical CaixaBank contra los 2.157 despidos de la empresa (el 7% de la plantilla); los silbidos todavía se sentían desde dentro. Allá se celebraba la Junta General de Accionistas, un día después de que la dirección y el comité de la compañía no hayan llegado a un acuerdo en la segunda mesa negociadora del proceso formal del ERO celebrado en Madrid.
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A pesar de los buenos números que han exhibido de 2018 –y de los que ya hablamos-, el ajuste de plantilla ha sido el tema central de las intervenciones de los accionistas que han tensat la junta, a pesar del discurso triunfal y edulcorado de apertura que han pronunciado el presidente de CaixaBank, Jordi Vado, y el consejero delegado, Gonzalo Gortázar.
Los trabajadores defienden que los 1.985 millones de euros de beneficios netos "no han venido sólos"
Una de las intervenciones más encendidas ha sido la de Eduard Mestres, catalán y residente en Valencia desde hace 50 años y accionista del Banco de Valencia. Una vez más ha mostrado su enfado por la decisión de CaixaBank de retirar esa marca histórica de las oficinas de la entidad –después de ser intervenida por el FROB y absorbidas por un euro- y se ha posicionado con los trabajadores afectados por el ERO: "No me ha gustado ver la gente protestando. Señores, hay que dar más apoyo a los sindicatos y a los trabajadores".
"Nos tenemos que hacer más valencianos, necesitamos más valencianos en los lugares de responsabilidad", ha reclamado el accionista. Sobre esto, Jordi Gual ha subrayado que sí que tienen directivos valencianos y que el compromiso con este territorio "es absoluto": "La inauguración del Caixaforum de Valencia será un ejemplo paradigmático de cómo nos hemos comprometido con el País Valenciano".
Otra de las soluciones que ha propuesto el histórico accionista es que "nadie" gano "más que el presidente de la Generalitat de Cataluña". "El consejero delegado cobra 3,5 millones de euros por qué? Qué hace?", ha preguntado. El presidente de CaixaBank no opina lo mismo y ha afirmado que "las remuneraciones son apropiadas": "La retribución es justa y moderada, de acuerdo con los principios del banco".
Representantes de la plataforma Unidad Sindical Caixabank también han intervenido y reclamado que se paran los despidos y la movilidad forzosa. Ruth Bolaños ha defendido que los 1.985 millones de euros de beneficios netos "no han venido sólo", sino con "la dedicación y renuncias personales de los trabajadores, que tendrían que haber sido objete de celebración y recompensa".
Bolaños también ha señalado los salarios de la cúpula y ha recordado que son "200 veces más altos que los de una persona en prácticas" y "40 veces más que el salario mediano de los trabajadores de CaixaBank". "Después dicen que las personas somos lo primero", ha suspirado. Otra accionista ha preguntado "por qué la infanta Cristina está en nómina" y si ella "entra en el ERO". Gual ha respondido que "no es empleada de CaixaBank, sino de la Fundación Bancaria La Caixa".
Jordi Gual : "El éxito actual no garantiza el futuro y es necesario anticiparse"
En el turno de respuestas a los accionistas, Jordi Gual y Gonzalo Gortázar han insistido en el discurso de la empresa sobre la idoneidad del ERO. El presidente ha dicho que "el éxito" actual "no garantiza el futuro" y "es necesario anticiparse". Gortázar ha subscrito "al 100%" la afirmación de que los triunfos "son gracias a la plantilla" y a la "paciencia de los accionistas" en tiempos duros. Pero el futuro es otra cosa: "Tenemos que hacer un esfuerzo grande para incrementar y bajar los gastos. El ajuste es necesario porque la institución mejoro y los trabajadores estén remunerados adecuadamente". No han avanzado nada ni cómo resolverán la cuestión, pero Gortázar ha manifestado su voluntad de traer la negociación "complicada" a "buen puerto". "Cuenta con el apoyo de este consejo y de la gran mayoría de los accionistas. Sería irresponsable por su parte no hacer a primeros del Plan Estratégico los cambios necesarios porque sea un éxito", ha recalcado el presidente, Jordi Vado.
En la Junta General también ha entrado, como es habitual, la cuestión de las inversiones de CaixaBank en empresas de armamento; representantes de más de 15.000 acciones han denunciado que "se alimentan los conflictos armados". Jordi Gual le ha quitado hierro al asunto y ha dicho que el consejo ya aprobó una política que limita la inversión a la fabricación de armas que no sean polémicas, como es el caso de las minas antipersones, bombeas uva o armas químicas y bacteriológicas.