
La implementación de medidas para la igualdad y la no discriminación de las personas LGTBI en las empresas era un hito muy esperado para muchas personas del colectivo. En 2023, UGT realizó por segunda vez el estudio Hacia centros de trabajo inclusivos, una encuesta sobre la discriminación laboral. El informe reveló que 4 de cada 10 personas LGTBI “vuelven al armario” en el trabajo, a pesar de haber hecho pública su orientación sexual o identidad de género en el ámbito personal. Además, 9 de cada 10 han llegado a pensar que formar parte del colectivo puede ser un obstáculo para acceder a un trabajo. Ante esta realidad, desde este jueves 10 de abril, las empresas con más de 50 trabajadores están obligadas a implementar medidas de igualdad para las personas LGTBI. Garantizar un entorno laboral igualitario deja de ser solo una cuestión de responsabilidad social corporativa y se convierte en una obligación legal.
En octubre de 2024, el Gobierno aprobó el Real Decreto 1026/2024, de 8 de octubre, que desarrolla el conjunto de medidas planificadas para garantizar la igualdad y la no discriminación de las personas LGTBI en el ámbito empresarial. Según esta normativa, las empresas deben negociar con la representación de las personas trabajadoras un plan que incluya cláusulas de igualdad, medidas para el acceso al trabajo, criterios de promoción, formación específica, fomento de entornos inclusivos, beneficios sociales y un régimen disciplinario. Este avance legislativo tiene como objetivo mejorar los derechos laborales del colectivo, crear espacios de trabajo seguros y reducir el aislamiento que aún sufren muchas personas LGTBI en el entorno laboral.
Desde este jueves 10 de abril, las empresas con más de 50 trabajadores están obligadas a implementar medidas de igualdad para las personas LGTBI
En primer lugar, según el abogado Andrés Robles, experto en derecho laboral y civil, desde un punto de vista jurídico, el Plan LGTBI es un documento obligatorio para todas las empresas con más de 50 personas trabajadoras. Este plan debe incluir un conjunto de medidas destinadas a garantizar la igualdad real y efectiva de las personas LGTBI en el ámbito laboral. “Entre estas medidas encontramos protocolos específicos para prevenir y actuar ante situaciones de acoso o violencia por motivos de orientación sexual, identidad o expresión de género; acciones de sensibilización y formación para toda la plantilla; la revisión del lenguaje y de los procesos internos para asegurar su inclusividad; y la designación de una persona o comisión encargada de hacer el seguimiento del plan”, explica Robles.
Incumplir la ley de inclusión LGTBI puede costar hasta 225.000 euros en sanciones

En esta línea, Eugeni Rodríguez, activista catalán y presidente del Observatorio Contra la LGTBI-fobia, afirma: “Es una conquista de la lucha del movimiento LGTBI. Son unas medidas importantísimas, imprescindibles. Quiero poner el acento sobre todo en las personas trans, que son las que sufren actualmente más discriminación, más aislamiento y más odio”. Rodríguez también subraya la importancia de la formación dentro de las empresas: “La formación es crucial en todas las empresas para abordar de manera efectiva la gestión de la diversidad de género y prevenir situaciones de discriminación”.
Incumplir estas medidas puede conllevar sanciones económicas importantes. Según el abogado Robles, las multas pueden ir de los 750 a los 7.500 euros en caso de infracciones graves, y de los 7.501 hasta los 225.000 euros si se trata de infracciones muy graves. “Por ejemplo, una infracción muy grave podría ser una discriminación directa por razón de orientación sexual. Imaginemos que una empresa necesita reducir plantilla y decide despedir exclusivamente a personas del colectivo LGTBI. En este caso, se estaría produciendo una vulneración del derecho fundamental a la no discriminación, recogido en el artículo 14 de la Constitución española”, explica Robles.
Las multas pueden ir de los 750 a los 7.500 euros en caso de infracciones graves, y de los 7.501 hasta los 225.000 euros si se trata de infracciones muy graves
Según la encuesta realizada por la UGT, el 17% de las personas LGTBI entrevistadas manifiesta sufrir estrés o ansiedad a causa de tener que ocultar su orientación sexual en el trabajo. Además, un 12% informa de trastornos musculares y el mismo porcentaje, un 12%, de problemas gastrointestinales, todos ellos asociados a la ansiedad derivada de esta ocultación.
El estudio también pone de manifiesto la presencia de discriminación directa o indirecta en el entorno laboral: el 25% de las personas LGTBI ha recibido comentarios despectivos, el 18,33% ha sido objeto de burlas, y en porcentajes ligeramente inferiores también se detectan gestos ofensivos (13%), rumores (15%) e insultos (7%).
Por otro lado, la desigualdad también se hace patente en el ámbito económico. Mientras que la renta media anual por hogar en España es de 36.996 euros (según datos del Instituto Nacional de Estadística), los hogares LGTBI+ tienen una media de 26.077 euros anuales, casi un 30% menos, según el Informe del Estado Socioeconómico LGTBI+ 2023.
LLYC lanza una campaña pionera para una inteligencia artificial más inclusiva

Según el activista catalán, varias empresas ya están implementando buenas prácticas para crear espacios laborales amables y seguros. Un ejemplo destacado es LLYC (antes conocida como Llorente y Cuenca), una compañía de márketing digital y consultoría de comunicación con más de 1.385 profesionales en 13 países. La empresa está llevando a cabo planes de diversidad, promoviendo una cultura interna inclusiva, creando comités de diversidad, elaborando informes de análisis sobre la conversación social y desarrollando proyectos de responsabilidad social a través de su Fundación.
"En nuestra empresa, el Plan LGTBI forma parte del ADN. En LLYC, dentro de nuestra misión, queremos ser un referente inclusivo a escala global y creemos en una cultura abierta y diversa. Sabemos lo importante que es crear un entorno seguro donde cada uno pueda ser quien es, sin filtros. Esto lo tenemos muy presente en el ADN de la empresa", explica Carmen de Andrés, HR Europe Lead de LLYC. "Hace mucho tiempo que trabajamos en diversidad y para este colectivo en particular", añade. Por ejemplo, el año pasado lanzaron una campaña titulada La diversidad es un reto en la era de la digitalización. Con esta iniciativa, pusieron en marcha FreeTheVoices, el primer banco de voces sintéticas diversas. La iniciativa buscaba sensibilizar sobre los sesgos que experimenta el colectivo LGTB con respecto a la voz y contribuir a una inteligencia artificial más inclusiva.
La iniciativa buscaba sensibilizar sobre los sesgos que experimenta el colectivo LGTB con respecto a la voz y contribuir a una inteligencia artificial más inclusiva
Así pues, esta medida representa un avance en los derechos laborales y en la igualdad. Según el abogado, la implicación activa de la alta dirección es fundamental. Argumenta que es esencial que la diversidad y la inclusión sean valores clave dentro de la cultura corporativa. "Además, hay que hacer partícipes a los empleados, involucrándolos en el diseño y la implementación de estas medidas, para que los trabajadores se sientan parte de este plan de igualdad y lo vean como una necesidad, una iniciativa que nace de ellos mismos". Y añade: "También es fundamental una comunicación transparente, explicando claramente los objetivos y los beneficios de las medidas. Al final, todo esto se traduce en un clima laboral más saludable y productivo", concluye.