Una representación de la Cambra de Barcelona se ha reunido este miércoles con el conseller de Educación, Josep Bargalló, para pedir la apertura de todas las escuelas en todas las franjas de edad a partir de un año cuando los territorios lleguen a la fase 2 de la desescalada. Esta medida permitiría, por un lado, acelerar la reactivación económica y, de la otra, una mejor conciliación familiar a los padres y madres que compaginan el teletrabajo con el cuidado de los hijos e hijas, y no ensanchar más la fractura económica, social y cultural ya existente, han explicado. En el caso de las escuelas de complejidad especial, se tendría que valorar su apertura ya a la fase 1, precisamente por esta última razón.
Durante la reunión, la Cambra y la Generalitat han acordado la creación de dos grupos de trabajo, a través de los cuales la corporación y el Ejecutivo colaborarán en la adopción de medidas que permitan volver a abrir las escuelas con la máxima seguridad. La Cambra de Barcelona quiere hacer un llamamiento al empresariado y a los ayuntamientos para que cedan espacios y equipamientos para organizar aulas fuera de las escuelas, dado que "los centros necesitarán desdoblar las clases para asegurar las distancias de seguridad", recuerdan.
La Cambra de Barcelona hace un llamamiento al empresariado y a los ayuntamientos para que cedan espacios y equipamientos para organizar aulas fuera de las escuelas
Desde estos dos grupos de trabajo, la Cambra también colaborará en la búsqueda de profesorado en caso de que el sistema educativo necesite nuevas incorporaciones durante el mes de septiembre. Desde la corporación recuerdan que Catalunya cerró en 2019 con casi 9.600 profesores y profesoras en el paro. También se quiere ayudar a conseguir Equipos de Protección Individual (EPI) por los docentes, el personal de servicio de las escuelas y los alumnos, con el objetivo de minimizar los riesgos de contagio en las aulas.
La Cambra también propone que haya una persona del ámbito sanitario en cada escuela para informar al profesorado, a los familiares, así como al alumnado sobre todas las medidas relacionadas con la protección contra el COVID-19. "Entendemos que esta medida daría tranquilidad a las familias y permitiría hacer pedagogía de la pandemia. En materia de oferta educativa, dado que durante el verano no se llevarán a cabo clases teóricas, se abre una oportunidad para convertir las escuelas en casales y educar en el ocio", apuntan.
Actuaciones con perspectiva de género
La Cambra, tal y cómo ha reivindicado durante las últimas semanas desde el Observatori Dona Empresa i Economia, insiste en hacer actuaciones en clave de género de la crisis sanitaria, económica, educativa y social. "Mantener las escuelas cerradas afectará a los colectivos más desfavorecidos, y especialmente a las madres trabajadoras que no encuentran apoyos para cuidar de los niños. Como consecuencia, habrá madres que, con un sueldo inferior a los padres, decidirán dejar su trabajo para quedarse en casa, o pedir una reducción de jornada, lo cual aumentará la precariedad de este colectivo", afirman.