La Cambra de Barcelona ha denunciado el déficit "crónico" de financiación que sufre Catalunya por parte del Estado y asegura que esto "pone en cuestión" la competitividad de la economía catalana. Ésta es la principal conclusión de un estudio de la institución, que analiza la falta de inversión y su impacto sobre las empresas y el bienestar. "Podemos decir que estamos ahogando a la gallina de los huevos de oro porque Cataluña es una de las grandes zonas de generación de riqueza de España", ha dicho Josep Santacreu.
El documento avisa de que la inversión pública del Estado ejecutada en Catalunya (10,7%) está "persistentemente" por debajo de su peso poblacional (16,2%) y económico (19%) y pide a los gobiernos "soluciones efectivas sin más dilaciones". En los últimos 12 años, Catalunya ha arrastrado a un déficit de inversión en infraestructuras de 35.000 millones de euros. Concretamente, desde 2015 este déficit es de 3.500 millones de euros anuales. Sin dejar este asunto, un informe de la comisión de Infraestructuras de Fomento ha analizado los volúmenes anuales invertidos en infraestructuras en Catalunya desde 2009 hasta 2020 y ha concluido que la inversión es mucho menor, en porcentaje, a la que realizan los vecinos de la eurozona.
Foment cree que la inversión en infraestructuras que debe realizarse en Catalunya debería ser el equivalente al 2,2% del PIB, es decir, de 5.000 millones de euros. Es el porcentaje que destinan los países de la eurozona, muy lejano del de Catalunya, donde en 2020 se invirtió el 0,7% del PIB (1.500 millones de euros), en 2019 el 0,8% (1.947 millones de euros) y en 2018 el 0,7% (1.671 millones de euros). Los porcentajes son similares en el transcurso de los años, lo que evidencia un problema crónico de déficit de inversión. El dato del déficit que publica Foment se extrae de la diferencia entre el 2,2% del PIB y la inversión ejecutada en licitación de obras.