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El camino de una generación de mujeres informáticas

OIFem es una olimpiada femenina de programación algorítmica para alumnas de educación secundaria menores de 20 años

Con el aliciente de una olimpiada, Oifem ha creado una comunidad de chicas interesadas en la informática y la programación | iStock
Con el aliciente de una olimpiada, Oifem ha creado una comunidad de chicas interesadas en la informática y la programación | iStock
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Directora de VIA Empresa
Barcelona
11 de Febrero de 2022

Según la UNESCO, las mujeres representan el 28% de los licenciados en ingeniería y el 40% en informática. Pero, según el Ministerio de Educación, este porcentaje es mucho menor: en 2018 sólo el 12,1% de los estudiantes de informática eran mujeres. La UPC presentó una fotografía parecida: en el curso 2019-2020 el porcentaje de nuevas alumnas en estudios vinculados a la ingeniería informática era del 15,7%, una cifra que aseguran que se ha ido incrementando en los últimos años, pero que está muy lejos todavía de acercarse a la paridad de género, distancia que todavía se agravia más en el marco laboral.

 

Para luchar contra esta brecha de género, hay que romper los estereotipos desde mucho antes: en la infancia. Así lo entienden iniciativas como Aquí STEAM UPC, un programa dirigido específicamente a chicas de entre 9 y 14 años de Catalunya que tiene el objetivo de atraer talento femenino en los estudios de tecnología e ingeniería; o Oifem, la Olimpiada Informática Femenina, un concurso de programación algorítmica para alumnas de educación secundaria menores de 20 años.

Blanca Huergo, presidenta de OIFem, es The Queen's Gambit de la informática

De hecho, Oifem es más que una olimpiada: es formación, inspiración, actividades y comunidad. "Desde el día uno hemos tratado de crear comunidad entre las participantes y hacer más actividades que las centradas únicamente en competir", explica Blanca Huergo, presidenta de OIFem. Huergo es The Queen's Gambit de la informática: en 2020, con tan sólo 17 años, ganó una de las cuatro medallas de oro en la Olimpiada Informática Española: la única mujer de entre las primeras 50 posiciones de la competición. Es la cuarta mujer que consigue llegar al podio desde que se hace esta competición, 25 años.

 

OIFem sigue la estrella de Ala Lovelace, la primera programadora de la historia (1815-1852). Los profesores, estudiantes y desarrolladores profesionales que forman parte de la asociación que lo organiza tienen el objetivo de acercar la programación a las más jóvenes. Es una plataforma para que las estudiantes de secundaria profundicen su formación en programación y algoritmia y, quien sabe, quizás descubrir también su vocación. El proyecto incluye formación gratuita, con tres niveles diferentes, y encuentros a lo largo del año "aunque sea virtual, para que se conozcan más y puedan escuchar a referentes", explica Huergo.

Competir en Europa

La segunda edición de OIFem está a punto de empezar. Queda poco para que se cierren las inscripciones para poder participar en el concurso, que consta de dos fases -la primera en línea, la segunda en la UPC- y que finaliza con cuatro chicas seleccionadas para representar a España en la Olimpiada Informática Femenina Europea (EGOI), que este año se celebrará en Turquía. Durante los meses previos a la EGOI, las alumnas entrenan con la asociación para prepararse para la competición.

La primera edición de OIFem fue todo un éxito. De las 120 chicas inscritas, cuatro representaron a España en la Olimpiada Europea y una consiguió la medalla de bronce. Y en la Olimpiada de España, que es mixta, cuatro alumnas de OIFem se posicionaron entre los 14 finalistas, hecho inaudito en años anteriores, donde no había chicas entre los finalistas.

Módems y referentes

El éxito de OIFem señala que hay una necesidad por cubrir: hay unas niñas -que un día serán mujeres- que quieren y pueden triunfar y aportar al mundo de la informática. Mucha razón tenía la hacker Jude Milhon con su famoso grito de guerra, en los años 60: "Girls need modems!". Es verdad, las chicas necesitan módems, y añado, y también necesitan referentes; como Blanca Huergo.