20
de Marzo
de
2017
A los pasillos de la Universidad de Kuwait, en más de 200 escuelas francesas y en edificios de Suiza, Austria, Letonia, Marruecos, México, Panamá, Angola o Nueva Zelanda. Alláencontraréis fuentes de agua Canaletas hechos en Cataluña. Fundada en 1965, esta empresa familiar exporta desde el Prado de Llobregat fuentes de agua refrigerada y da de beber además de 50 países en todo el mundo.
De un pequeño taller a en lo referente al exterior
Josep Maria Morera Surroca, que era electricista y se dedicaba también a la reparación de motores "vio que su actividad no tenía mucho salida", explica su hijo y actual director general de Canaletas, Jordi Morera. El fundador de la empresa quería fabricar él mismo el producto "y optó por las fuentes de agua, que en aquel momento había muy pocas". El 1964 Josep Maria Morera fue capaz de diseñar el primer refrigerador de agua industrial. Un año más tarde, el 1965, Morera registró la marca Canaletas para dar cabida a sus diseños. En un taller en la calle Sant Antoni Maria Claret ante la Clínica la Alianza empezó la aventura. En aquel pequeño local se empezaron a fabricar las primeras fuentes. "Por el equipo de frío contaba con la ayuda de Pecomark, una distribuidora de frío en Cataluña, que le hacía los tubos de frío, hasta que lo pudo hacer él mismo", explica el hijo del fundador. En aquella época la producción era de 15 fuentes al año.
Con la mejora de la producción vino el crecimiento y la empresa se mudó al Prado de Llobregat en 2001. "Hicimos muchas ampliaciones de aquel talleret y llegamos a ocupar un edificio entero de cinco plantas, pero en 2000 ya nocabíamos", explica Morera. "Fabricar en cinco plantas era inviable, y el almacén era fuera, por eso nos mudamos a una nave industrial". La nueva planta, una antigua fábrica de cajas de cartón, era "algo más grande del que queríamos pero ahora ya nos ha quedado pequeña otro golpe", que además cuenta con una buena ubicación y comunicación.
El año 1983 vino la primera experiencia internacional con una venta importante en una feria en Argelia, recuerda Morera, pero cree que este fue un hecho anecdótico. Con la crisis de principio de los 90 la empresa se vio obligada a expandirse y empezó a exportar en Francia como mercado más próximo. Con la aparición de Internet la cosa cambió. Canaletas abrió su sitio web, "el segundo de todo el mundo de fabricante de fuentes de agua", recuerda el empresario. Y de aquí llegó el primer pedido grande a escala internacional: "Enviamos 100 fuentes en Rusia". Despacio la empresa se fue abriendo al mercado exterior y ya se ha consolidado como un reconocido fabricante mundial, presente en más de 50 países, con más de 800 distribuidores.
El desarrollo de nuevos productos y la entrada en nuevos mercados ha permitido a Canaletas superar la crisis en unos años que han sido duros para el sector. "Nos hemos esforzado –explica Morera- para mantener el crecimiento de la facturación apoyándonos en la exportación, sin olvidar el mercado nacional, en el cual el año pasado ya se advertía una cierta mejora", un mercado que para Canaletas representa un 70% del negocio; mientras que las ventas al exterior aportan el 30% de la facturación, a pesar de que representan el 40% de la producción.
El negocio de Canaletas se sustenta en tres patas, detalla el empresario, por un lado la venta de fuentes al mercado interior, el servicio técnico por los clientes del Estado y de la otra el negocio de la exportación, basado sobre todo a buscar distribuidores. Durante el último ejercicio la compañía incrementó sus exportaciones en un 22%, cosa que ha contribuido a cerrar el ejercicio con un crecimiento en ventas cercano al 14% y cerrar el año con una facturación de tres millones de euros. Así mismo, la empresa da trabajo a 30 personas de manera directa entre la planta del Prat y la oficina comercial y de servicio técnico de Madrid.
Canaletas ha sufrido, de manera indirecta, la crisis causada por el caso de intoxicaciones por agua embotellada de la empresa Edén. Algunas empresas "han acelerado el proceso de cambio de las fuentes de botella por fuentes de red", dice Morera, que celebra que la crisis se controlara de manera rápida y efectiva.
La personalización es el camino
La presencia internacional ha permitido a la empresa recoger un gran conocimiento del sector en diferentes áreas, pudiendo adaptar sus productos a los diferentes hábitos de consumo y requerimientos de cada mercado. La compañía, que siempre ha considerado primordial la R D, ofrece un abanico de productos muy amplio, con más de 40 modelos, con los cuales cubre las necesidades de usos, prestaciones y presupuestos de sus clientes. "La capacidad de adaptarnos a las necesidades del cliente, la creatividad de nuestro laboratorio de R D y la experiencia adquirida durante más de 50 años al mercado nos ha permitido mantenernos y seguir creciente", señala Morera, que también es el presidente de la asociación de empresarios del Prat.
Y esta es la vía de futuro. Apostar por la innovación: "Cada año procuramos sacar uno o dos modelos nuevos, adaptando las soluciones al cliente". Morera apunta que con pedidos grandes, como por ejemplo a partir de 100 fuentes, Canaletas se puede permitir personalizarlas según los deseos del comprador. El empresario pone como ejemplo la Universidad de Kuwait, un gran cliente que los pidió unas especificidades técnicas especiales por las 200 fuentes que encomendaron. "Este es nuestro nicho, los grandes productores chinos esto no lo harán, y por un productor pequeño es demasiado caro. Nosotros somos en su punto mediano y el cliente lo agradece", concluye Morera.
De un pequeño taller a en lo referente al exterior
Josep Maria Morera Surroca, que era electricista y se dedicaba también a la reparación de motores "vio que su actividad no tenía mucho salida", explica su hijo y actual director general de Canaletas, Jordi Morera. El fundador de la empresa quería fabricar él mismo el producto "y optó por las fuentes de agua, que en aquel momento había muy pocas". El 1964 Josep Maria Morera fue capaz de diseñar el primer refrigerador de agua industrial. Un año más tarde, el 1965, Morera registró la marca Canaletas para dar cabida a sus diseños. En un taller en la calle Sant Antoni Maria Claret ante la Clínica la Alianza empezó la aventura. En aquel pequeño local se empezaron a fabricar las primeras fuentes. "Por el equipo de frío contaba con la ayuda de Pecomark, una distribuidora de frío en Cataluña, que le hacía los tubos de frío, hasta que lo pudo hacer él mismo", explica el hijo del fundador. En aquella época la producción era de 15 fuentes al año.
Con la mejora de la producción vino el crecimiento y la empresa se mudó al Prado de Llobregat en 2001. "Hicimos muchas ampliaciones de aquel talleret y llegamos a ocupar un edificio entero de cinco plantas, pero en 2000 ya nocabíamos", explica Morera. "Fabricar en cinco plantas era inviable, y el almacén era fuera, por eso nos mudamos a una nave industrial". La nueva planta, una antigua fábrica de cajas de cartón, era "algo más grande del que queríamos pero ahora ya nos ha quedado pequeña otro golpe", que además cuenta con una buena ubicación y comunicación.
El año 1983 vino la primera experiencia internacional con una venta importante en una feria en Argelia, recuerda Morera, pero cree que este fue un hecho anecdótico. Con la crisis de principio de los 90 la empresa se vio obligada a expandirse y empezó a exportar en Francia como mercado más próximo. Con la aparición de Internet la cosa cambió. Canaletas abrió su sitio web, "el segundo de todo el mundo de fabricante de fuentes de agua", recuerda el empresario. Y de aquí llegó el primer pedido grande a escala internacional: "Enviamos 100 fuentes en Rusia". Despacio la empresa se fue abriendo al mercado exterior y ya se ha consolidado como un reconocido fabricante mundial, presente en más de 50 países, con más de 800 distribuidores.
El desarrollo de nuevos productos y la entrada en nuevos mercados ha permitido a Canaletas superar la crisis en unos años que han sido duros para el sector. "Nos hemos esforzado –explica Morera- para mantener el crecimiento de la facturación apoyándonos en la exportación, sin olvidar el mercado nacional, en el cual el año pasado ya se advertía una cierta mejora", un mercado que para Canaletas representa un 70% del negocio; mientras que las ventas al exterior aportan el 30% de la facturación, a pesar de que representan el 40% de la producción.
El negocio de Canaletas se sustenta en tres patas, detalla el empresario, por un lado la venta de fuentes al mercado interior, el servicio técnico por los clientes del Estado y de la otra el negocio de la exportación, basado sobre todo a buscar distribuidores. Durante el último ejercicio la compañía incrementó sus exportaciones en un 22%, cosa que ha contribuido a cerrar el ejercicio con un crecimiento en ventas cercano al 14% y cerrar el año con una facturación de tres millones de euros. Así mismo, la empresa da trabajo a 30 personas de manera directa entre la planta del Prat y la oficina comercial y de servicio técnico de Madrid.
Canaletas ha sufrido, de manera indirecta, la crisis causada por el caso de intoxicaciones por agua embotellada de la empresa Edén. Algunas empresas "han acelerado el proceso de cambio de las fuentes de botella por fuentes de red", dice Morera, que celebra que la crisis se controlara de manera rápida y efectiva.
La personalización es el camino
La presencia internacional ha permitido a la empresa recoger un gran conocimiento del sector en diferentes áreas, pudiendo adaptar sus productos a los diferentes hábitos de consumo y requerimientos de cada mercado. La compañía, que siempre ha considerado primordial la R D, ofrece un abanico de productos muy amplio, con más de 40 modelos, con los cuales cubre las necesidades de usos, prestaciones y presupuestos de sus clientes. "La capacidad de adaptarnos a las necesidades del cliente, la creatividad de nuestro laboratorio de R D y la experiencia adquirida durante más de 50 años al mercado nos ha permitido mantenernos y seguir creciente", señala Morera, que también es el presidente de la asociación de empresarios del Prat.
Y esta es la vía de futuro. Apostar por la innovación: "Cada año procuramos sacar uno o dos modelos nuevos, adaptando las soluciones al cliente". Morera apunta que con pedidos grandes, como por ejemplo a partir de 100 fuentes, Canaletas se puede permitir personalizarlas según los deseos del comprador. El empresario pone como ejemplo la Universidad de Kuwait, un gran cliente que los pidió unas especificidades técnicas especiales por las 200 fuentes que encomendaron. "Este es nuestro nicho, los grandes productores chinos esto no lo harán, y por un productor pequeño es demasiado caro. Nosotros somos en su punto mediano y el cliente lo agradece", concluye Morera.