Hay seriales que se alargan durante muchos años, a través de giros de guion y nuevas temporadas. Sin embargo, en el caso de la comercializadora eléctrica Holaluz, este se ha cerrado un año después. La compañía que crearon en 2010 en Barcelona los ingenieros Carlota Pi, Ferran Nogué y Oriol Vila ha tenido que buscar ayuda después de seis años de pérdidas –54,5 millones en total–. Además, ha tenido que hacer frente a un principio de año con una huelga indefinida de los trabajadores, los sueldos congelados y muchas presiones. ¿El resultado final? Un acuerdo con la banca y un respiro, al menos, hasta el 2028.
Por lo que se ha podido saber, a través de un comunicado enviado al BME Growth, donde la compañía cotiza en el mercado de las pymes, Holaluz ha cerrado un acuerdo con la banca para refinanciar su deuda. Expansión y La Vanguardia detallan que el refinanciamiento del pasivo será hasta finales de 2028 y se sitúa en los 60 millones de euros aproximadamente, supeditado a la entrada de Icosium Investment durante los próximos meses. Tal como detallamos en VIA Empresa a principios de año, el inversor Lofti Bellahcene, que ha sido el salvavidas en estos momentos, se ha comprometido a aportar 22 millones en dos fases que le podrían dar el control del 33,4% de la compañía y tres asientos en el Consejo de Administración.
Respecto al refinanciamiento de la empresa liderada por Carlota Pi, funcionará mediante un plan de reestructuración que incluye préstamos, instrumentos de circulantes, pagarés MARF y avales. Después del anuncio del acuerdo esta semana, los títulos de Holaluz se han disparado en bolsa más de un 22%, hasta los 1,6 euros, elevando su capitalización hasta los 28,6 millones de euros. Cabe destacar que Holaluz llegó a valer en bolsa 257 millones de euros (2021) y hoy en día vale poco más de 30.
La comercializadora mantiene créditos con entidades como BBVA, CaixaBank, Banco Santander, Banc Sabadell, Bankinter, Unicaja, Ibercaja, Deutsche Bank, Cajamar, Banca March, Caixa Enginyers, Abanca, Arquia Banc y el Institut Català de Finances (ICF).
Holaluz llegó a valer en bolsa 257 millones de euros (2021) y hoy en día vale poco más de 30
El acuerdo, que acumula conversaciones desde hace un año, cuando se hicieron públicas las complicaciones económicas de la entidad, debe ser homologado por un juez y depende de que Icosium Investments complete su entrada en el capital antes de finales de abril de 2025. Por ello, la compañía catalana solicitará en los próximos días la homologación judicial "para que se extiendan sus efectos a aquellos acreedores financieros no adheridos" al plan.
Unos meses complicados: entre ERO y huelgas indefinidas
El plan de reestructuración, mencionado anteriormente, se articula sobre el pago íntegro de los créditos, sin tener rebajas respecto a estos, y permite "el mantenimiento de los puestos de trabajo, ya que no contiene medidas sobre la ocupación".
En este sentido, Holaluz ha comenzado el año con unas 85 extinciones de contrato a causa de la modificación sustancial de las condiciones de trabajo que elimina el teletrabajo, según informó la CGT en su momento. De hecho, para los sindicatos, la cifra representa alrededor de un tercio de la plantilla, que antes de iniciarse el proceso que facilitaba las salidas era de 230 personas. La compañía, sin embargo, minimiza el impacto y se remite a la cifra de trabajadores que consta en su última información oficial, que es de 356 empleados -son datos de junio de 2024 enviados al BME Growth. En este caso, la afectación sería de uno de cada cuatro trabajadores. El comité de empresa mantiene abierto el conflicto contra la decisión de eliminar totalmente el teletrabajo. De hecho, la CGT ha interpuesto una demanda por esta cuestión.
Finalmente, en el marco de cinco años después de la covid-19 y los pasos atrás en el teletrabajo de muchas plantillas en Catalunya, la secretaría de Acción Sindical de CCOO, Cristina Torre, detalla a los medios de comunicación que "cambiar el sistema de trabajo afecta mucho a los trabajadores que se han organizado la vida, sobre todo en áreas metropolitanas donde la vivienda es carísima. Cuando les quitan la posibilidad lo que están haciendo es forzar que abandonen la empresa en vez de pagar las indemnizaciones que corresponderían". Y lo enmarca con ejemplos como el de Holaluz, la compañía de videojuegos Ubisoft o la de telemarketing CPM en una estrategia empresarial para abaratar despidos, "aprovechando que el teletrabajo es una característica muy valorada por los trabajadores".
Finalmente, parece que el asunto de la energética llega a "buen puerto", al menos para algunos miembros, sobre todo los directivos. El ‘annus horribilis’ de Holaluz: del éxito de tres compañeros de estudios a un desenlace que ya no es tan incierto.