Hoy no es un día cualquiera. Es 23 de abril y por lo tanto, Sant Jordi. Una Diada diferente. Tradicionalmente, la CasaBatlló llenaba de rosas la emblemática fachada del edificio de Antoni Gaudí y hacía las maravillas de los ilustres visitantes de Paseo de Gràcia. La red estaba llena de fotografías modernistas, pero el coronavirus lo ha cambiado todo, incluso la fecha de Sant Jordi que este año se celebrará el 23 de julio. La Casa Batlló ya ha impulsado su particular #TotsFemSantJordi. Poco antes del estallido de la crisis, VIA Empresa hizo una visita por los pasillos secretos y la historia de la Casa Batlló con su propietaria Marta Bernat. Una entrevista que se quedó en stand by y que ahora ve la luz de Sant Jordi para rendir homenaje al legado de Gaudí y patrimonio mundial de la Unesco.
En un contexto de normalidad, la Casa Batlló tiene mucha vida de puertas para adentro desde las 9 de la mañana hasta prácticamente media noche y acoge de media más de 3.000 personas en un solo día. De una forma u otra, el arte de Gaudí acapara la atención y maravilla a todos los que se acercan tanto los que se quedan de pie en la calle y levantan la mirada hasta los que se atreven a entrar.
Desde la tienda, Marta Bernat nos abre las puertas de su casa. Nos enseña los productos artesanales, las baldosas del patio de luces, las ratas de quebradizo por el año nuevo chino, las colecciones de Hello Kitty y Pierre Marcolini o complementos del hogar, joyería o fundas de móvil.
Solidaridad desde el confinamiento
Los marcos que reproducen la Casa Batlló o los imanes son top ventas, pero se trabajan todos los productos de Gaudí: madera, metal, cerámica o vidrio, entre otros. Bernat nos explica que la Navidad vende todo el año y su principal cliente es chino. De hecho, las campañas de Navidad y Sant Jordi se hacen por causas solidarias. Cuáles? De todo tipo: Banco de Sangre, Banco de los Alimentos, Arrels, la Fundació Elena Barraquer o Payasos sin fronteras, entre otros.
En tiempos de confinamiento, la iniciativa es que #TotsFemSantJordi. Así es como la Casa Batlló invita a celebrar la Diada con rosas en los balcones e incluso, facilita el material didáctico online sobre como hacer rosas de forma manual y en familia. "Cómo nos podemos quedar sin Sant Jordi si tenemos más amor que nunca?" es la pregunta. La respuesta: "Si no podemos salir a la calle, llenemos de rosas los balcons".
"Creemos que en estos momentos de incertidumbre con el cese de la actividad cultural de nuestro patrimonio, vale la pena mantener viva cualquier actividad que fomente el crecimiento intelectual, artístico y emocional de las personas... El objetivo es conseguir bañar de rosas los balcons y hacer de este Sant Jordi un día lleno de magia y amor", explica el director general Gary Gautier y sobrino de Marta Bernat.
Cómo si el pasado de rosas de la Casa Batlló pudiera ser el presente rosado de todos los balcones. Al menos, por un día.
Chupa Chups y la Casa Batlló
Entre los planes de este año de la Casa Batlló había una nueva visita tecnológica o nuevas colaboraciones con una marca de helados o un parque de atracciones. Esto era antes del estallido de la crisis y ahora esperando hasta que nos adentremos en la nueva normalidad que tanto anhelamos. Seguimos andando con Marta Bernat y entre pasillos secretos, nos encontramos una fotografía de época de "la Señora Batlló". La propietaria se para y nos explica la historia de la casa y la familia.
La reforma de la Casa Batlló que incluye fachadas, patio interior y principal fue obra de Antoni Gaudí entre 1904 y 1906 por encargo de Josep Batlló y al cabo de los años, la empresa Iberia Seguros adquirió el inmueble. Enrique Bernat, padre de Marta Bernat y fundador de Chupa Chups, era máximo accionista de Iberia Seguros y se quedó la Casa Batlló en propiedad poco después de los Juegos Olímpicos de Barcelona'92.
La Casa Batlló tuvo una rendataria viviendo allí hasta el año pasado cuando falleció. Actualmente, el inmueble es propiedad de Bernat Family Office formado por cinco hermanos que basa sus ingresos en la venta de entradas y productos de regalo, así como el alquiler de espacios del recinto para convenciones, bodas y actos tanto sociales como empresariales. Por este orden, su principal línea de negocio es el turismo y después, la tienda y los acontecimientos. Primero, arreglaron la planta noble para hacer visitas culturales y después, acabaron haciendo visitas en toda la casa.
"Con la administración tenemos buena relación, pero no nos ayudan demasiado y tienes que pedir permisos para todo", alerta Bernat. El motivo principal es que Casa Batlló es propiedad de un family office mientras que la Casa Amatller, La Pedrera o la Sagrada Familia son fundaciones. "El dinero que sacamos es para la conservación del monumento y para ganarnos la vida", añade.
El futuro del patrimonio de Gaudí
El año 1995 se reformó la casa, la fachada y el interior y en 2018 se empezó una nueva campaña de restauración de la mano de un equipo de 40 restauradors liderado por el arquitecto Xavier Villanueva. En directo y en streaming desde la página web. Bernat asegura que "hacer una nueva restauración ha sido un momento histórico para nosotros".
En cifras, la Casa Batlló recibe un millón de visitantes por año, tiene 30 personas fijas en plantilla y una ETT para trabajadores temporales. También se hacen campañas para el turismo local y se utilizan cada vez más las nuevas tecnologías de realidad aumentada. Cuando es temporada alta? Desde Semana Santa hasta octubre. Así pues, ya estaríamos en temporada alta si no fuera por el confinamiento.
Marta Bernat asegura que tiene muy buena relación con La Pedrera y el Parc Güell así como con Barcelona Turismo y Barcelona Global. Tanto es así que la iniciativa #TotsfemSantJordi está hecho con estas dos últimas organizaciones. Uno de sus grandes objetivos es impulsar e internacionalizar la marca Casa Batlló y Gaudí en todo el mundo. Una de las primeras paradas es China con exposiciones itinerantes entre Beijing y Shanghai.
"De momento, no hemos pensado vender la propiedad de la Casa Batlló a ningún fondo de inversión", añade. Cerrada o abierta, la Casa Batlló es un icono de Barcelona durante los 365 días del año, desde las noches mágicas de conciertos de verano hasta la nieve que cae en el patio por Navidad. Pero, sobre todo, por Sant Jordi cuando las rosas lo inundaban todo. Este 2020 será un poco menos así, pero de nuevo se espera que #TotsFemSantJordi.
Y el futuro? Incierto, como en todas partes por la crisis del coronavirus. "Me gustaría que dentro de unos años se mantuviera el patrimonio empresarial, poner en marcha nuevos proyectos con marcas y seguir con nuestra misión que es cultivar y compartir la magia de Gaudí a través de la Casa Batlló", concluye Bernat.