Reivindica la dualidad de su trabajo. Es artesana y empresaria. Su padre la envió a París para aprender francés y en la capital francesa descubrió la seda y la pintura sobre ella; desde entonces, ha dedicado su vida profesional a ello. Este es el caso de ConchaBlanch, que inició su primer taller en 1982 en Esplugues de Llobregat y abrió un segundo doce años después. Este caso ha sido redactado en la Cátedra retail de la BSM-UPF con el Consorcio de Comercio, Artesanía y Moda de la Generalitat.
En 2013, Concha Blanch expandió su negocio abriendo una tienda en Barcelona, en el Barri Gòtic, entre la plaza del Rei y la plaza Sant Jaume. Aprendió a pintar sobre seda en París, donde su padre la envió a aprender francés. Había estudiado Bellas Artes, pero fue en la capital francesa donde descubrió las técnicas que utilizaría desde entonces, que acabarían definiendo su personalidad artística. Desde entonces, se ha dedicado a diseñar y producir abanicos, pañuelos, bolsos, chales, joyería, piezas para decoración, interiorismo o colecciones... Sin descartar nada, se ha instalado en la alta gama. Ha expuesto su obra en la mayoría de las ciudades europeas y norteamericanas y ha participado en numerosas ferias y eventos.
Concha Blanch abrió su primer taller en 1982 en Esplugues de Llobregat
Es artesana y empresaria. Reivindica ambas facetas. Artesana, en la medida en que crea y elabora colecciones restringidas de objetos o productos a mano a partir de materiales naturales, según los métodos tradicionales; sus piezas tienen un valor único, en la medida en que son la manifestación profunda de la cultura, de la moda.
"El arte es una rebelión que engloba las creaciones realizadas para expresar una visión sensible del mundo", dice la empresaria, porque tiene muy claro la estructura de su negocio, los procesos de producción limitada, los períodos de venta, los clientes B2B y B2C a los que se dirige, el personal indispensable, altamente calificado, que necesita dentro de la estructura externalizando el resto de funciones, los márgenes, la diferenciación entre los precios al mayor y al menor, los objetivos comerciales por separado del taller y de la tienda. Desde esta doble perspectiva, creativa y de gestión, se lanzó por los caminos de la digitalización. En su momento, ya había sido pionera abriendo la primera página web del sector, que posteriormente ha ido perfeccionando.
Concha Blanch: "El arte es una rebelión que engloba las creaciones realizadas para expresar una visión sensible del mundo"
La presencia femenina en la artesanía es elevada; cerca del 60% del conjunto de la población artesana en España son mujeres. La población de artesanos tiene una cierta tendencia al envejecimiento de los creadores, pero hay campañas para acercar a los más jóvenes a la actividad profesional. Cabe destacar que más de un tercio no tiene página web y son minoría los que disponen de web y de tienda en línea al mismo tiempo, según el Centro de referencia Nacional de Artesanía Granada. Nos encontramos ante una personalidad peculiar y avanzada.
La producción
En la tienda expone y vende los productos que produce. Trabaja en dos colecciones anuales. "No dependo de ninguna industria; solo de mi creatividad", explica. Con esta producción puede abastecer a toda la clientela, excepto a los compradores que llegan en línea. A medida que recibe pedidos a través del sitio web, produce al momento los productos adicionales.
"Tengo rápida capacidad de reacción; en cuatro o cinco días, estoy en condiciones de ofrecer lo que me piden. De esta manera, sigo muy de cerca las tendencias a partir de las demandas y aspiraciones de los clientes. Como mis colecciones son limitadas, tengo que tener una alta flexibilidad para producir; el taller me lo facilita. No he contemplado dirigirme al mercado masivo con muchas colecciones y miles de piezas en cada una. Me gusta mucho más trabajar pocas piezas y mantenerme en el nicho de la alta gama, de la alta calidad, de la marca referente y de la creatividad", añade.
Una peculiaridad de Concha Blanch es que los pedidos por internet se envían al domicilio del comprador a través de correo certificado, con portes aparte; solo es gratuito el transporte a partir de los 300 euros. Siempre ha querido separar el taller de la tienda: son dos empresas, pero separadas. Cada una tiene establecidos un objetivo bien claro, su propia contabilidad y estructura.
La clientela
Un primer público es el comprador presencial. Blanch considera que la tienda física es el polo de atracción preferente de su negocio. "Los clientes me encuentran a través de internet, pero en la mayoría de los casos quieren pasar por el establecimiento. Necesitan tocar, probarse, curiosear. En la mayoría de los casos, después de hacer todo esto, acaban comprando más", apunta la empresaria.
Más de la mitad de las ventas de Concha Blanch se realizan directa o indirectamente a través de la tienda. Es curioso que, aunque la clientela masculina representa el 20% del total, el gasto promedio de este público es sustancialmente superior. El ticket medio de compra es de 67 euros, manteniéndose prácticamente inamovible en los últimos cinco años; el de internet supera ligeramente esta cantidad. El segundo público está compuesto por las tiendas exclusivas a las que facilita periódicamente su producción. Son 25 en toda España, un canal B2B de venta selecta, que representa la quinta parte del negocio. La clientela restante se ubica en el mercado en línea, a través de la misma página web y también de otras plataformas. En el 2022, se vendieron a través del sitio web 110 piezas a un ticket medio de 105 euros.
La capacidad de crecimiento
Según el último estudio realizado sobre el sector, la artesanía representa el 0,54% del PIB y el 4,9% del PIB de la industria manufacturera. Aporta unos 6.000 millones de euros a la economía española, dispone de una alta capacidad para generar valor, especialmente la relacionada con la alta gama, pero va perdiendo peso. Del 2015 al 2022, el VAB ha perdido un 5%, según datos de KPMG. Agrupa más de 60.000 empresas, que ocupan unos 200.000 trabajadores.
La artesanía representa el 0,54% del PIB y el 4,9% del PIB de la industria manufacturera
Este informe tilda al sector de vulnerable. A pesar del adjetivo, ha adquirido una relevancia extraordinaria, en la medida en que mejora la imagen del país, de la mano con las industrias del lujo. La producción artesanal es considerada de alta calidad por el trabajo creativo, por la capacidad de innovación en materiales y tecnologías, y por estar ligada al hecho cultural; en este sentido, se presenta como una gran oportunidad de crecimiento, más aún si los artesanos se profesionalizan y se digitalizan, como Concha Blanch. Ante estas oportunidades, el estudio identifica las debilidades: falta de valoración y de reconocimiento social, motivo por el cual las jóvenes promociones no se sienten interesadas; insuficiente apoyo público; confusión en la delimitación de los oficios artesanos; baja oferta formativa. La revalorización social de otros oficios, como el de cocinero, diseñador, influencer o modelo, con extraordinaria presencia en las televisiones y canales referentes, es justo lo contrario de lo que sucede con los artesanos.
En medio de este escenario, ¿dónde aparecen las perspectivas de crecimiento? Concha Blanch las ve de la siguiente manera: en primer lugar, siguiendo la línea de producción de las piezas actuales, innovando constantemente con los materiales, técnicas y tecnologías aplicadas; en segundo lugar, con el crecimiento orgánico de las ventas en la tienda presencial; en tercer lugar, incrementando sin grandes porcentajes las ventas en línea. Y, en cuarto lugar, explorando nuevas utilidades para las piezas, sobre todo acercándolas a las performances de las galerías de arte, junto a pintores, arquitectos y decoradores.