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El caso de la familia empresaria Neina: de venderlo todo por un euro a facturar 46 millones

Un recorrido por una compañía familiar, propiedad de tres hermanos, que ha vivido una montaña rusa de momentos

La familia empresaria Neina tiene poca presencia digital en las redes sociales | iStock
La familia empresaria Neina tiene poca presencia digital en las redes sociales | iStock
Jordi Tarragona
Consejero de familias empresarias
19 de Marzo de 2025

Manuel Neina abrió un taller de zapatería cerca de la Plaza Mayor de La Gineta (Albacete) en 1943. En 1950 patentó la marca Sendera de Montaña y comenzó a comercializar su primer par de botas. Con el tiempo, el taller evolucionó y el éxito fue tal que la familia compró su primer televisor para ver el anuncio del producto en directo. En 1985 se constituyó Neina Calçat S.A, propiedad de los tres hermanos mayores de un total de cuatro. 

 

El pequeño, Andrés, con siete años, al volver de la escuela, ayudaba a hacer paquetes en el taller que estaba justo debajo del domicilio familiar. Más tarde, estudió físicas y trabajó durante años como freelance, para acabar siendo contratado por una consultora de Barcelona. Al morir su madre volvió a Albacete y su hermano mayor le pidió que se uniera al negocio familiar, en el cual Andrés tenía un 3% testimonial del capital. Andrés siempre había sido una persona conciliadora y, al ser el menor, nunca reclamó el poder. Ser de la familia le daba una cierta flexibilidad horaria, lo que le animó a aceptar la oferta; aunque acabó trabajando más que nadie. 

En 2001, la fábrica se trasladó a un nuevo emplazamiento en La Roda. Andrés, conocido por su capacidad conciliadora, a menudo hacía de puente entre sus dos hermanos mayores, quienes tenían visiones estratégicas distintas. Eventualmente, las diferencias llevaron a que el primogénito vendiera sus acciones a Carlos, el segundo.

 

Uno de los momentos más decisivos para la empresa fue la incorporación de Inditex como cliente, llegando rápidamente a representar el 70% de las ventas. Ante la preocupación por esta dependencia, Carlos diseñó una estrategia para diversificar la cartera de clientes, lo que finalmente ocasionó la ruptura de la relación comercial con Inditex. Esta decisión fue controvertida, pero marcó un punto de inflexión para Neina Calçat. Acabó siendo vendida por un euro en 2017.

Ana, la esposa de Andrés, había comenzado a trabajar en la empresa cuando tenía 17 años, con el objetivo de ganar dinero para comprarse unas botas de montaña. Juntos, propusieron a Inditex retomar las relaciones comerciales bajo un nuevo modelo de negocio de fabricación en exclusiva. En 2010, obtuvieron un crédito de un millón de euros, avalado por un edificio propiedad de los cinco hermanos, con el cual Andrés y Ana iniciaron, al 50%, el proyecto. Ambos viajaron a Italia y Estados Unidos con representantes de Inditex para analizar proveedores y competidores, aprovechando la experiencia de Andrés en la planta. 

Neina Calçat fue vendida por un euro en 2017

En 2023, esta nueva empresa ya facturaba 46 millones de euros. La fábrica está al lado de su casa en Villena, tiene unas instalaciones frugales, que están prácticamente amortizadas. Dispone de una caja de más de 10 millones de euros. El precio medio por producto es de poco más de 25 euros. Mantiene un alto nivel de inventario para poder dar un servicio "insuperable". Para lanzar al mercado un nuevo producto, tarda un mes, frente a los cuatro de las multinacionales.

Con el tiempo, Andrés se ha dado cuenta de que cada día le cuesta más llevar el negocio, y durante la pandemia dejó de ir a la oficina. Ana, de 57 años, ahora lleva el día a día con más dureza, logrando mejorar los resultados. Andrés reflexiona sobre los peligros de ganar demasiado dinero, ya que puede crear un "agujero de atracción" muy peligroso. Han contratado a un director general externo, un ingeniero aeronáutico de minas de 33 años al que Ana conoció en un máster ejecutivo en Madrid. 

La sede central de Inditex en Galicia | EP
La sede central de Inditex en Galicia | EP

Tienen una hija de 26 años que, a los 19 años se fue a vivir a Londres, con todos los gastos pagados, para estudiar diseño. Ha vuelto a casa y está inmersa en un proyecto personal del cual no les ha querido explicar nada. Prefieren dejarle el 20% de una empresa que facture 300 millones de euros y cotice en bolsa, en lugar del 100% de una que facture 60 millones de euros. 

En 2023, la familia Neina inició la búsqueda de un comprador para la empresa, pero al ver que el precio que ofrecían se pagaba con los beneficios de la empresa en poco más de cinco años decidieron rechazarlo. Ahora están planificando la venta en línea con una nueva marca y diseño, asegurándose de no hacer nada que ponga en peligro su relación con Inditex. Aunque cuentan con pulmón financiero, buscan crecer con capital externo. Andrés tiene registrada la marca en China y ha invertido un millón de euros en producto terminado para poder atacar este mercado.

Con la evolución de la industria del calzado y la influencia creciente de las redes sociales, Andrés se da cuenta de que lo que antes se guardaba en una libreta en la caja fuerte, ahora debe estar en un ordenador. Aunque no forman parte del gremio porque son una excepción en el sector, la familia Neina continúa adaptándose a las oportunidades del mercado, siempre manteniendo un perfil bajo para no interferir en su relación con Inditex. Andrés se describe a sí mismo como "físico de formación, empresario de profesión y curioso de vocación".