Lluís Torrent fundó Torrent API en un piso del Estartit con la voluntad de acceder en el mundo inmobiliario en una región que estaba en pleno auge turístico. Cincuenta años después, como Ceigrup Torrent, es una de las referencias del sector de la Costa Brava, cuenta con cuatro oficinas y con más de un centenar de operaciones de compraventa al año. Ha sido un testigo y protagonista de excepción de la evolución de este territorio.
Esther Torrent: "Siempre explica la anécdota que la primera casa la vendió a las 12 de la noche, no había horarios, se trabajaba muchas horas"
"Mi padre era maestro, pero siempre había tenido muchas inquietudes. Mi abuelo era agente inmobiliario y le animó, decía que podía ser una muy buena opción en los inicios del boom del turismo a la Costa Brava", explica Esther Torrent, actual directora general del grupo. Su primer proyecto fue la urbanización Torra Gran del Estartit y la primera venta fue un ciudadano holandés.
"Siempre explica la anécdota que la primera casa la vendió a las 12 de la noche, no había horarios, se trabajaba muchas horas. Eran los inicios del turismo y era muy guapo. Yo era muy pequeña, pero lo recuerdo de manera romántica, había lugares muy bonitos que quizás ahora ya no existen", relata Torrent. En aquellos años ya había presencia de turismo inglés, alemán y francés, a pesar de que antes ya habían llegado los ciudadanos de Barcelona .
Sol, fiesta y Costa Brava
"La gente de Barcelona fueron los primeros turistas, antes de crearse nuestra empresa. No había hoteles ni apartamentos y se alojaban en casas de pescadores, que se las alquilaban o dejaban", rememora la directora general. El gran boom del turismo extranjero llegó a partir de los 70 y 80, cuando grandes turoperadors ingleses llevaban muchos clientes. Buscaban la playa, el sol y la fiesta.
El crecimiento de Torrent
"El gran desarrollo de nuestra empresa fue gracias a la venta de segundas residencias", explica Esther Torrent, señalando a la llegada de clientes de otros países europeos. Este es el perfil que atendieron en aquellos primeros años: "Había un cliente extranjero con un potencial económico muy grande por lo que era el coste de la vida español. También había mucho inversor".
Para atraer estos ciudadanos, la empresa se movió por ferias internacionales en Holanda o Emiratos Árabes, donde se venían casas sobre planos a inversores que ni siquiera visitaban la vivienda. Era el boom internacional de la Costa Brava, que tenía un gran poder de atracción. Con el paso de los años, los clientes franceses se han mantenido como los más fieles, mientras que otros del norte de Europa han ido desapareciendo más.
La evolución del negocio
Hacia los años 90, la venta de segundas residencias se estabilizó y desde la empresa buscaron nuevas líneas de negocio. "Nos dotamos de una serie de servicios alrededor de la venta, como el alquiler turístico, la administración privada de viviendas o el servicio de comunidades", explica la directora general.
También en aquellos años, con la voluntad de crecer por todo el territorio de la Costta Brava, Lluís Torrent y otros dos agentes inmobiliarios de la zona fundaron Ceigrup Torrent para dar un paso más allá. "Éramos muy conocidos en Torroella o al Estartit, pero fuera de estas poblaciones no se conocía. Vimos la necesidad de crear una marca paraguas, con una misma filosofía y manera de trabajar", resume.
La Cuesta Brava, un paraíso a preservar?
En los últimos años la polémica sobre el crecimiento de la Costa Brava ha ganado protagonismo y son diversas las promociones que se han puesto bajo la lupa por su impacto en el entorno natural. Desde Torrent fueron testigos del primer gran crecimiento del territorio, el cual acompañaron.
Esther Torrent: "Nos posicionamos totalmente en la línea de no crecer más, sino mantener y trabajar en la calidad"
Aún así, ahora se muestran contundentes: "Tenemos que ser capaces y muy conscientes de preservar lo que nos queda de Costa Brava. En aquellas épocas se hicieron cosas bien hechas y, otras, que vistas hoy, no tanto. Pero están". Esther Torrent enfatiza que "la Costa Brava no puede crecer más. Tenemos que mantener y dar la máxima calidad de lo que ya tenemos, apostando por un cliente de segunda residencia de máxima calidad.
"Nos posicionamos totalmente en la línea de no crecer más, sino mantener y trabajar en la calidad", sentencia Torrent, que relata cómo vive algunas de las macroconstruccions: "Lo vivo con preocupación. Como persona de aquí, que quiero el territorio, me hace de mal ver ciertas aberraciones que se pueden hacer. No todo vale en nombre del dinero".
La competencia del sector inmobiliario
Uno de los motivos de la creación del nuevo Ceigrup Torrent fue la apuesta por los primeros programas informáticos que permitían ver fotos de la casa antes de las visitas: "Siempre hemos sido muy atentos en la tecnología".
En los últimos años, han proliferado y han ganado importancia los portales inmobiliarios. "Trabajamos con algunos portales, otros nos hacen la competencia directa. Pero tenemos que tener en cuenta que la compraventa inmobiliaria no es solo colgar cuatro fotos en un portal y hacer una visita", explica Torrent, que sentencia: "El futuro y el presente implican combinar la tecnología con este trato personal y humano".
La supervivencia ante las crisis
El sector inmobiliario fue uno de los más afectados por la crisis de 2008, en la cual muchas empresas se quedaron. Con sus cincuenta años, Ceigrup Torrent tiene claros algunos secretos: "La clave es estar siempre muy atentos, intentar siempre ir un paso por adelantado, ver cómo se mueve el sector y, en épocas que van muy bien, tener siempre algo en la caja y no ser muy arriesgado".
La Covid también supuso una parada importante, pero la situación ya se ha normalizado: "Estamos en una época de bonanza, las ventas se hacen muy rápidamente". Pero la pandemia hizo cambiar las prioridades de algunos ciudadanos, que han mirado más hacia espacios abiertos y naturales. También rebrotó el turismo interior: "El cliente nacional ha redescubierto el territorio".
Son algunas de las reflexiones de Ceigrup Torrent, que ha sido cincuenta años viviendo en primera línea el crecimiento y transformación de la Costa Brava. El nuevo reto, apuntan, es preservar su encanto natural.