El grupo Celsa ha vendido el 100% de sus filiales en el Reino Unido y los países nórdicos al grupo de inversión Sev.en Global Investments (Sev.en GI). Según informó en un comunicado, la siderúrgica ha llegado a un acuerdo con esta firma checa que tiene "experiencia en la construcción de negocios sólidos que prosperan en un mercado en constante evolución" y que cuenta con inversiones en Europa, Australia, América del Norte y Asia. La empresa catalana subraya que dedicará "íntegramente los fondos recibidos" a la reducción de la deuda, "de acuerdo con los compromisos legalmente asumidos".
Celsa señala que esta operación, sumada a la reciente ampliación de su capital social y a "un ambicioso plan de eficiencia", servirá para "continuar con la implementación de su plan de reorganización de la situación industrial y financiera", centrado en el Estado y en la reducción del apalancamiento.
El grupo Celsa ha vendido el 100% de sus filiales en el Reino Unido y los países nórdicos al grupo de inversión Sev.en Global Investments (Sev.en GI). Según informó en un comunicado, la siderúrgica ha llegado a un acuerdo con esta firma checa que tiene "experiencia en la construcción de negocios sólidos que prosperan en un mercado en constante evolución" y que cuenta con inversiones en Europa, Australia, América del Norte y Asia. La empresa catalana subraya que dedicará "íntegramente los fondos recibidos" a la reducción de la deuda, "de acuerdo con los compromisos legalmente asumidos".
Celsa señala que esta operación, sumada a la reciente ampliación de su capital social y a "un ambicioso plan de eficiencia", servirá para "continuar con la implementación de su plan de reorganización de la situación industrial y financiera", centrado en el Estado y en la reducción del apalancamiento.
La compañía, con sede en Castellbisbal (Vallés Occidental), contrató a Citi a principios de año para "hacer una valoración de las filiales extranjeras del grupo", con el objetivo de "profundizar en el conocimiento y las alternativas que ofrecen sus divisiones internacionales". Esta medida fue vista por CCOO y UGT como "una estrategia de ruptura de la actual estructura del grupo" y advirtieron que podría generar "un alto grado de incertidumbre" en el futuro industrial y laboral de las plantas de la empresa.