Cientos de trabajadores de Celsa se manifiestan este viernes por el centro de Barcelona en protesta por el bloqueo de los acreedores al rescate por parte de la SEPI. La protesta se ha convocado ante la sede del Deutsche Bank en la Avinguda Diagonal ya que la entidad, denuncia el comité de empresa, se está "erigiendo como el mayor escollo para la consecución de un acuerdo" y, añade, demuestra su "nula apuesta por un modelo industrial básico en la economía de un país". En la movilización, que ha hecho interrumpir parcialmente el tráfico en la Diagonal y ha causado retenciones en vías cercanas como la calle Rosselló, también han participado media docena de camiones de gran tonelaje de la empresa, que tiene hasta final de mes por cerrar un acuerdo con los acreedores.
El comité de empresa acusa a la entidad, principal acreedor de Celsa y que no acepta la reestructuración de la deuda para acceder al rescate de la Sepi, de ser un modelo "especulador con el único fin de empobrecimiento y la destrucción del tejido empresarial básico para la creación de riqueza". El hecho de que no se llegue a un acuerdo con los principales fondos de inversión que sostienen la deuda supone que la empresa no pueda recibir el rescate por parte del Estado y ponga en riesgo su futuro y el de sus trabajadores.
En todo el Estado, la empresa emplea a 35.000 personas y 7.500 proveedores, según los representantes de los trabajadores, que defienden un modelo industrial que se traduzca en "inversiones, empleo y generación de riqueza para toda la sociedad y para toda la economía del país". De hecho, en los últimos días, diferentes agentes económicos como Foment del Treball, los sindicatos UGT y CCOO y los gobiernos catalán y vasco han expresado su apoyo a la dirección de la empresa para encontrar una salida pactada que garantice la actividad de la empresa.