El consejero delegado de la empresa de reparto a domicilio Glovo, Òscar Pierre, aseguró este martes en el juzgado que lo investiga por un delito contra los derechos de los trabajadores que la decisión de que los repartidores pasen de ser autónomos a asalariados, anunciada este lunes, puede parecer una “estrategia de defensa”, pero es una simple “coincidencia temporal”. Según fuentes jurídicas, Pierre defendió el modelo de contratación de autónomos, pero alegó que no quiere seguir manteniendo “conflictos” jurídicos, laborales, legales y administrativos con los sindicatos y con la administración. La declaración de Pierre, quien solo respondió a la fiscalía y a su defensa, duró alrededor de un cuarto de hora.
El CEO de la plataforma alegó que la compañía ya ha ido “evolucionando” la relación laboral con sus repartidores a raíz de sentencias previas y siempre ha cumplido con la legalidad. No obstante, según fuentes jurídicas, a preguntas de su defensa, afirmó que el cambio laboral anunciado este lunes no es una estrategia de defensa, sino que simplemente ha coincidido en el tiempo con su declaración en el juzgado.
Raúl Maíllo, abogado de la CGT que actúa como acusación particular en nombre de dos repartidores, recordó que, aunque ahora Glovo contrate a todos los falsos autónomos, los delitos ya se habrían cometido. En cualquier caso, señaló que si la defensa quiere presentar este cambio como una posible reparación y obtener un atenuante, también debería reconocer los hechos como delictivos, lo cual es “complejo”. Maíllo añadió que “cualquier paso hacia la laboralización y la consolidación de derechos es un triunfo para los trabajadores del sector frente a un modelo de precarización”.
Explicaciones de la defensa
Pierre no quiso hacer declaraciones a los periodistas que lo esperaban a la puerta de la Ciudad de la Justicia, pero su defensa emitió un comunicado en el que asegura que, de las diversas declaraciones en el juzgado de los repartidores, ha quedado “evidenciado” que el modelo de relación laboral cambió a raíz de una sentencia del Tribunal Supremo en 2020 y de la aprobación de la llamada ‘ley rider’ en 2021. Asimismo, la empresa se ha ajustado a los requerimientos judiciales y de la Inspección de Trabajo en todo momento, según alegó Pierre. De hecho, señala que la querella se basa en el modelo anterior, no en el actual, vigente desde agosto de 2021.
Pierre ha recordado que del 2014, cuando se creó el empresa, hasta el 2018 Inspección de Trabajo nunca va poner ninguna pega a la relación con los mensajeros y su condición de autónomos
Pierre recordó que, desde 2014, cuando se creó la empresa, hasta 2018, la Inspección de Trabajo nunca puso objeción alguna a la relación con los repartidores y su condición de autónomos. Según Pierre, cuando la Inspección de Trabajo “cambia de criterio” y pasa a considerar la relación como laboral, Glovo intentó “configurar una estructura de relación para evitar presentar elementos de laboralidad”, y cambió dos veces el modelo. En este punto, Pierre asegura que estos dos nuevos modelos han llevado a que la Inspección de Trabajo y los tribunales consideren estas relaciones como de autónomos reales y, por tanto, den la razón a la empresa.