Julià Vallès era aficionado a la cocina y a la elaboración de pan casero cuando descubrió, a través de internet, que también se podía hacer cerveza en casa. Se apuntó a un cursillo en Barcelona, donde conoció Pablo Vijande. "Lo invité a casa y, un día, cuando llevábamos dos cervezas, decidimos hacer una microcerveceria", explica Vallès.
Era el 2007 y así nació la Companyia Cervesera del Montseny. 15 años después, fabrica 400.000 litros anuales de cerveza y factura 1,2 millones de euros. Son los pioneros de la cerveza artesana en Catalunya y uno de los responsables de su expansión.
Cerveza en casa
"Era una afición pero enseguida se convirtió en una empresa", recuerda Vallès. El primer paso fue buscar socios inversores y financiación, con lo que alquilaron una nave y compraron maquinaria de segunda mano. Vijande estaba trabajando en la microcerveceria inglesa Wolf Brewery, que se vendió su maquinaria. Los dos socios deciden comprarla y empezar a producir cerveza catalana desde el regazo del Montseny, en Sant Miquel de Balenyà. Un espacio que hoy en día está abierto al público y se puede visitar para descubrir cómo se fabrica la cerveza catalana.
Vallès: "Había un vacío en el mercado, no había cerveza artesana en ninguna parte"
"Vimos que había un vacío en el mercado, no había cerveza artesana en ninguna parte y nos llegaban del extranjero. Pensábamos que podría funcionar en Catalunya", explica el fundador. Los inicios no fueron fáciles: justo estaba estallando la burbuja inmobiliaria y había recelo entre las entidades financieras. Pero su proyecto convenció.
Sus principales clientes eran tiendas y pequeños distribuidores de bebidas. La Cervesa del Montseny saca inicialmente al mercado tres especialidades: malta, lupulus y negra. Un año después de su constitución, recibe el premio a la Cerveza del Año en la Feria de Jafre. Un reconocimiento que hace crecer las ventas y posicionar la Cervesa del Montseny como microcerveceria de referencia en Catalunya.
2009, a Estados Unidos y a Bon Preu
En una feria cervesera que se hizo a Brussel·les, los socios de la Companyia Cervesera del Montseny establecen contactos con distribuidores de todo el mundo. El 2009, la empresa decide empezar a exportar sus cervezas al continente americano. Lo hace de la mano de SheltonBrothers, un prestigioso importador de los Estados Unidos, y se convierte en la primera cerveza artesana del estado español que exporta a América.
No fue el único salto que experimenta la microcervecería aquel año. "Ganamos un premio Innovacat de Osona y nos permite entrar en el Grup Bon Preu y a la gran alimentación. Pudimos comprar nueva maquinaria", destaca Julià Vallès. Cervesa del Montseny es cada vez más conocida entre los consumidores.
Vallès: "Nos hemos hecho nuestro lugar luchando, haciendo nuestro camino"
Vallès da tres claves: buena política de marketing, mejora constante del producto e invertir siempre en la mejora de las infraestructuras y el proceso. "Nos hemos hecho nuestro lugar luchando, haciendo nuestro camino", añade.
El 2012 Cervesa del Montseny da un paso más allá e inicia una colaboración con la prestigiosa cervesera danesa Evil Twin Brewing, uno de los mejores productores del mundo. Su maestro cervecero se traslada durante unos días a las instalaciones de la compañía de Osona para elaborar su propia variedad de cerveza artesana y se embotellan las primeras 8.000 botellas de Imperial Stout llamada 'Aún Más Jesús'. Toda la producción va destinada a Estados Unidos.
Cervesa del Montseny es finalista este año de los Brand Ambassador Awards, un importante premio del sector de la cerveza artesana. Y uno de los principales reconocimientos llega cuatro años más tarde, cuando la Companyia Cervesera del Montseny gana el premio a la Mejor Cerveza del Año en la 1a edición del concurso Barcelona Beer Challenge, la primera y más relevante competición de España de cervezas artesanas.
El boom de la cerveza artesana
Habían pasado casi diez años des de que que Julià Vallès se había interesado por las cervezas artesanas y la compañía ya era un referente del sector. Un sector, el de la cerveza artesana, que vivió un gran crecimiento en aquellos años. Un boom que inició la Companyia Cervesera del Montseny.
"En Catalunya ya hay muchos buenos productores de cerveza, se hace cerveza muy buena. Hace quince años no había y nos llegaba de Bélgica o Inglaterra. Ya nos podemos comprar con países cómo Francia o Italia", celebra Julià Vallès. A pesar de que sus ventas principales son en Catalunya, ahora la compañía también exporta a países cómo Noruega, Italia o Francia.
Vallès: "El público en general tiene ganas de probar cosas diferentes y experimentar con los gustos"
"El público en general tiene ganas de probar cosas diferentes y experimentar con los gustos. Hay muchas cervezas para refrescarte y otras para disfrutar. Se nota en los supermercados, donde ya se encuentran muchas referencias no comerciales. Es bueno para el país", destaca Vallès.
Una lucha entre gigantes
El mundo de la cerveza en Catalunya va asociado a grandes transatlánticos cómo Damm. "A veces nos toca competir con ellos", reconoce Vallès, que añade: "En nuestros inicios hacíamos la Montseny Ipa, la única del mercado. Ahora, todas las grandes cerveceras intentan coger pastel de la cerveza más artesana. No íbamos en una mala dirección, nos están copiando".
A pesar de las diferencias, se muestra orgulloso de su tarea: "Somos pequeños, lo que produce Damm en un día, nosotros lo hacemos con un año. La diferencia es abismal, pero aquí estamos, defendiendo nuestro producto y dando de trabajo a un buen número de trabajadores". Además, reivindica el papel de las cervecerías artesanas, que ofrecen un producto más exclusivo y, en proporción, generan más puestos de trabajo.
Vallès: "El consumidor también quiere productos locales, hechos cerca de casa"
"El consumidor también quiere productos locales, hechos junto a casa y por eso apostamos", enfatiza. Aún así, parte de las materias primeras, cómo las maltes, las tienen que adquirir de países cómo Nueva Zelanda o Australia. Otros, cómo el lúpulo, compran también de Girona o León.
Al regazo del Montseny
Esta es la filosofía que ha seguido Companyia Cervesera del Montseny para hacerse un lugar en el sector de la cerveza artesana desde Sant Miquel de Balanyà. "La competencia es feroz", apunta Vallès. Y es que las marcas de cerveza artesana se han multiplicado los últimos años desde que Julià Vallès y Pablo Vijande iniciaron su proyecto, su sueño.
Su pasión los ha permitido sobrevivir a este entorno complicado: "Es un esfuerzo diario y vas creciendo despacio. Ni mucho menos pensamos que hemos triunfado. Estamos luchando y nos queda mucho por hacer. El objetivo es crecer y consolidar el proyecto y dar trabajo a más gente".
Vallès: "Con el tiempo te vas poniendo a lugar. Lo que nos demuestra nuestro bagaje es que no hay milagros"
Y reconoce que el 2007, cuando decidieron montar la microcervecería mientras hacían unas cervezas, sus expectativas eran muy altas: "Con el tiempo te vas poniendo a lugar. Lo que nos demuestra nuestro bagaje es que no hay milagros".
Sea como fuere han superado la pandemia con nota: han aumentado la facturación un8 % y la producción en 20.000 litros respeto el 2020. Y no se paran. Este 2022, tienen previsto ampliar las instalaciones para aumentar la capacidad de producción en más de 50.000 litros y la facturación un 20%. La inversión constante, una de las claves de su éxito.
Pero más allá de las cifras, la Companyia Cervecera del Montseny es una de las principales responsables que hoy en día, en la gran mayoría de bares y supermercados, no falte una cerveza artesana. Es su legado en quince años de esfuerzo y dedicación.