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De Ciments Molins a Ordesa: ¿quién lidera la nueva ola del retorno empresarial a Catalunya?

Durante el otoño de 2017, 4.500 empresas trasladaron su sede fuera de Catalunya con el objetivo de garantizar un "marco más estable"

La sede de Ciments Molins en Sant Vicenç dels Horts | ACN
La sede de Ciments Molins en Sant Vicenç dels Horts | ACN
Gemma Fontseca, jefa de redacción de VIA Empresa | VIA Empresa
Jefa de redacción
Barcelona
10 de Diciembre de 2024

Buena noticia para acabar el año en el tejido empresarial catalán, relacionada con el retorno de algunas de las principales empresas que trasladaron su sede social fuera de Catalunya, coincidiendo con el auge del proceso independentista durante el otoño de 2017. En esta ocasión, la entidad dedicada al cemento, Ciments Molins, ha acordado por unanimidad trasladar de nuevo su domicilio social de Paseo de la Castellana (Madrid) a Sant Vicenç dels Horts. La decisión fue tomada de forma unánime después de años de divisiones en el consejo de administración —una rama de la familia ha estado muy cercana al mundo convergente— y el regreso siete años después a Catalunya. Con ella, se suma el reciente traslado de Laboratoris Ordesa en octubre o el retorno hace algunos años de Aigües de Barcelona y Red Points.

 

Las cifras de Ciments Molins: facturación de más de 1.300 millones de euros y 3.800 trabajadores

Si se hace una retrospectiva al pasado, Ciments Molins es una de las casi 4.500 empresas que durante y después del otoño de 2017, en plena crisis por la declaración de independencia de Catalunya, optaron por trasladar su sede fuera de la comunidad autónoma para asegurarse un marco más estable. En total, entre octubre de 2017 y julio de 2023, fueron 7.743 las compañías que se marcharon de Catalunya. La primera fue la empresa biotecnológica Oryzon, pero la avalancha vino después de que el consejo de administración de CaixaBank realizara el traslado de su sede a Valencia. Lo mismo ocurrió con Banco Sabadell, que la trasladó a Alicante.

También hay que recordar que Grífols fue la única empresa catalana del Ibex-35 que no cambió de sede social. Precisamente, el hecho de que gran parte de su negocio esté fuera de España y que las autoridades principales con las que debe relacionarse sean las agencias sanitarias norteamericanas y europeas, "la hacía menos vulnerable a eventuales maniobras desestabilizadoras del gobierno y de las fuerzas vivas españolas", detalla el economista Enric Llarch en el análisis Elles no tornaran (fins a la independència) publicado en VIA Empresa durante este octubre. Otra de las empresas que optó por no cambiar de sede fue Seat, "a pesar de las presiones reales que trascendieron a través de su principal factótum sindical, que no se ha manifestado como excesivamente catalanista", precisa Llarch. La recuperación del sector y el acierto de crear una nueva marca, Cupra, no le han ido mal a Seat.

 

Otro caso aparte es el de Caixa d'Enginyers, que se quedó en Catalunya. Esa decisión, arriesgada en su momento, se transformó en una avalancha de nuevos socios clientes. Entre los retos para la entidad bancaria, en opinión de Llarch, ha sido "gestionar este crecimiento por su naturaleza cooperativa y el trato personalizado que caracteriza la casa". Y el economista advierte: deberán prepararse para afrontar una nueva avalancha de clientes si finalmente el BBVA se queda con Banco Sabadell.

Los entresijos de la decisión de Ciments Molins

Julio Rodríguez, exconseller delegat de Molins, i el seu substitut, Marcos Cela | Cedida
Julio Rodríguez, ex consejero delegado de Molins, y su sustituto, Marcos Cela | Cedida

En primer lugar, Ciments Molins es una de las grandes industrias catalanas que da trabajo a casi 3.800 trabajadores y que en 2023 facturó más de 1.300 millones de euros con un beneficio neto de 151 millones. A principios de mayo, Ciments Molins decidió acortar su nombre a Molins. Todo ello con la intención de agrupar, bajo una sola marca, sus seis negocios: cemento, hormigón y áridos, economía circular, soluciones para la construcción, soluciones prefabricadas y paisaje urbano. El nuevo nombre no implica cambios jurídicos.

Ciments Molins, propiedad de diferentes ramas de la familia Molins, cotiza en el mercado de 'corros' de la Bolsa de Barcelona

En marzo de 2024 también se hizo oficial que Marcos Cela había sido nombrado nuevo consejero delegado de Molins, en sustitución de Julio Rodríguez, que ocupó el cargo durante los últimos nueve años. La Junta General de Accionistas de la empresa especializada en material de construcción aprobó el relevo al frente de la compañía. En un comunicado, la empresa indicó que el cambio era fruto de un proceso planificado en el último año y medio, cuando Rodríguez comunicó su intención de renunciar a sus funciones. Licenciado en dirección de empresas por la Universidad de Barcelona (UB), MBA por la escuela de negocios Esade y con un programa de alta dirección PADE por el Iese, Cela trabajó en Decathlon España y Bic Graphic Europe, y se incorporó a Molins en 2004 como director de finanzas, cargo que ocupó hasta 2014. Desde entonces, ha formado parte del comité ejecutivo de la compañía y ha sido directivo responsable de las regiones de Asia, África y Sudamérica.

Ciments Molins, propiedad de diferentes ramas de la familia Molins, cotiza en el mercado de corros de la Bolsa de Barcelona, una de las pocas compañías que sigue negociando sus valores en esta modalidad tradicional, y tiene una capitalización de 1.500 millones de euros. Más allá de diversas inversiones, Molins destina anualmente unos 40 millones de euros a mantener la planta al día. Como curiosidad, sus productos se utilizan en obras que se están realizando en la ciudad condal, como la conexión de la línea L9 del metro de Barcelona, la Sagrada Familia y el futuro Camp Nou.

La celebración de las patronales

El president de <apertium-notrans>Fomento del Trabajo</apertium-notrans>, Josep Sánchez Llibre | Cedida
El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre | Cedida

A través de la red X, el presidente de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa, ha celebrado el regreso de la empresa. "Podemos abrir una etapa de avances si hacemos bien el trabajo. Buen gobierno, estabilidad política y seguridad jurídica para generar prosperidad y empleo. Continuemos trabajando para que Catalunya sea, de nuevo, motor económico de España y de Europa en beneficio de todos", afirmó Illa.

Foment del Treball, Pimec y la Cambra de Comerç de Barcelona valoran muy positivamente el retorno de la sede social de Ciments Molins en Catalunya

La patronal Foment del Treball ha dicho en un comunicado que espera que este no sea el último regreso de empresas a Catalunya. El presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, calificó de "gran noticia para Catalunya" esta decisión de la empresa cementera y "quiso felicitar a los directivos y al consejo de administración por esta decisión de hacer volver el centro de decisión de Ciments Molins a Catalunya".

En cuanto a Pimec, la patronal de las pequeñas y medianas empresas explica a VIA Empresa que "las sedes sociales de las empresas deberían estar ubicadas en el lugar donde se desarrolla su actividad principal". Aunque esta práctica ya está regulada normativamente, en su opinión, se necesita un apoyo más decidido por parte de las administraciones para garantizar una aplicación efectiva y coherente. Por otro lado, Pimec resalta la necesidad urgente de mejorar tanto la eficiencia administrativa como el financiamiento de Catalunya.

Respecto a la patronal Cecot, su presidente, Xavier Panés, apunta al medio que "celebran que el equipo directivo de Ciments Molins haya tomado la decisión de devolver su sede social a Catalunya. El hecho de que el centro de toma de decisiones de las empresas estén en nuestro territorio es importante, necesario y positivo para el país, sobre todo si, como es el caso de Ciments Molins, los centros de producción continúan en Cataluña, porque se promueve una presa de decisiones partiendo de datos reales y observaciones del día a día". Además, Panés añade que "la proximidad física permite a los directivos tener un conocimiento más profundo y directo de las operaciones productivas, reduciendo interferencias y facilitando una respuesta rápida frente a problemas operativos o cambios en la producción".

Finalmente, desde la Cambra de Comerç de Barcelona han destacado positivamente esta noticia y, con un tuit en X, celebraron el regreso de grandes empresas que habían trasladado su sede social fuera de Catalunya. "Una gran noticia que contribuirá a reforzar la economía del territorio", precisan.

¿Habrá un efecto llamada?

La pràctica totalitat de les empreses que van canviar de seu social han mantingut la resta de l'operativa a Catalunya | iStock
La práctica totalidad de las empresas que cambiaron de sede social han mantenido el resto de la operativa a Catalunya | iStock
 

Los bancos —CaixaBank y Sabadell—, preguntados constantemente por un futuro movimiento, ya han dicho por activa y por pasiva, en público y en privado, que un cambio de sede no entra en sus planes. Y otros, como es el caso de Naturgy, ya hacía tiempo que desplazaban su centro de gravedad a Madrid. Otros nombres del Ibex a tener en cuenta son Cellnex, Planeta, Colonial.

El caso de Agbar es diferente. Solo trasladaron la sede la sociedad matriz del grupo y en 2018 ya regresaron porque decían que había suficiente estabilidad en Catalunya. "Su negocio está directamente vinculado a los ayuntamientos y a la Generalitat, como responsable último del suministro de agua a Barcelona y el litoral catalán. Tradicionalmente, comenzando por su CEO, había sido destino de expolíticos del mundo socialista y de la entonces Iniciativa per Catalunya. El mismo gobierno de Illa se ha proveído de destacados técnicos de la compañía para hacerlos responsables del tema del agua desde el Gobierno", concluye Llarch.