Ciments Molins someterá a votación de los accionistas el traslado de la sede social de la compañía en Sant Vicenç dels Horts, a petición del accionista minoritario Noumea, aunque el consejo de administración se ha manifestado a favor que la sede siga en Madrid. Una de las ramas de la familia que controla la empresa cimentera, a la cual pertenece el presidente Joan Molins, está en contra que la sede social esté en Madrid.
La compañía ha remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) un complemento de la convocatoria de la junta general de accionistas, que se celebrará el próximo día 27 de junio en Madrid, y que incluye la votación sobre el cambio de sede social.
En solicitud de Noumea SA, que controla el 17% de la empresa familiar, los accionistas de la compañía votarán el traslado de su domicilio social a Sant Vicenç dels Horts, donde estaba la sede de Ciments Molins antes de que el 20 de octubre del 2017 se decidiera trasladarla en Madrid ante las presiones del Estado español y el decreto para facilitar el traslado de sedes.
No obstante, este jueves el consejo de administración de Ciments Molins se ha pronunciado sobre este asunto y 13 de los 14 consejeros han votado a favor de mantener la sede social en Madrid y, dado que representan una parte mayoritaria del capital, es previsible que la sede no vuelva a Catalunya.