Los accionistas de Ciments Molins rechazan devolver la sede a Catalunya. El 76,4% de los asistentes se opone a trasladar el domicilio social de la empresa a Sant Vicenç dels Horts. En la junta han participado accionistas que representan el 93,03% del capital social. Además de tomar la decisión de hacer permanecer la sede de la empresa en Madrid, también han aprobado las cuentas correspondientes al ejercicio 2018, con un beneficio neto del 85 millones de euros, un 4% menos que el año anterior por la situación de los mercados de México y Argentina y la evolución negativa del tipo de cambio. En términos comparables de tipos de cambio, perímetro y no aplicación del ajuste por hiperinflació en Argentina, lo beneficia habría crecido un 37%. La cifra de ingresos se ha situado en los 765 millones de euros, un 2% menos, pero en términos comparables la facturación habría crecido un 15%, apunta la compañía en un comunicado.
Reelección del consejero delegado
En la última junta, el consejo de administración de Ciments Molins también ha acordado la reelección de Julio Rodríguez Izquierdo como consejero delegado de la compañía y la aprobación del reparto de un dividendo de 0,16 euros por acción el próximo 11 de julio. En concreto, la junta de accionistas ha dado el visto bueno a la reelección de Rodríguez como consejero ejecutivo por un nuevo periodo estatutario de cuatro años, con el voto a favor del 99,92% del capital presente en la reunión.
Así mismo, la junta ha aprobado la reelección de Andrea Kathrin Christenson como consejera independiente, también por un periodo de cuatro años, a propuesta de la comisión de Nombramientos y Retribuciones y con el informe favorable previo por parte del consejo. Además de estas reelecciones, la junta ha dado su visto y aprobado a la gestión del consejo durante el último ejercicio, ha determinado su remuneración máxima en 2,55 millones de euros anuales de forma conjunta, ha reelegido a Deloitte como auditor de sus cuentas y ha aprobado un nuevo dividendo.