El pasado viernes, cuando los diarios cerraban la edición de actualidad, se produjo el cambio de silla más relevante de 2025: José María Álvarez-Pallete, presidente y consejero ejecutivo de Telefónica, presentó su dimisión. No lo hizo de forma voluntaria, sino animado por el consejo de administración de la empresa. Al día siguiente ya había sustituto: Marc Murtra, entonces presidente ejecutivo de Indra. Este movimiento obligó a la consultora a actuar rápidamente y nombró a Ángel Escribano, cofundador de Escribano Mechanical & Engineering y segundo máximo accionista de la compañía. Pero, ¿qué hay detrás de este terremoto empresarial?
1. La reunión en la Moncloa
Tal como informó El Confidencial, todo comenzó hacia las siete de la tarde del pasado viernes, cuando el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, convocó a Álvarez-Pallete a su despacho de la Moncloa. Por entonces, ya circulaban algunos rumores sobre la posible salida del CEO de Telefónica, aunque hasta ese momento no se habían concretado. Una vez allí, el directivo comprobó que la reunión no sería solo con el presidente, sino también con tres personas más: Manuel de la Rocha, secretario de Estado de Asuntos Económicos; Ángel Simón, consejero delegado de CriteriaCaixa; y un representante de STC. Los cuatro (contando a Sánchez) representaban la gran mayoría del accionariado de la empresa de telecomunicaciones.
La liquidación de Álvarez-Pallete como presidente incluye cuatro anualidades, con las retribuciones fijas y variables que ascenderán la cifra a casi 24 millones de euros
Es allí donde la comitiva comunicó a Álvarez-Pallete que era el momento de iniciar una nueva etapa y que los accionistas no consideraban que fuera la persona ideal para liderarla. Todo quedó reflejado en un informe elaborado por la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Buen Gobierno de Telefónica. Álvarez-Pallete aceptó renunciar: entre otras cosas, porque su contrato contemplaba una retribución de hasta cuatro anualidades, con las retribuciones fijas y variables incluidas. En total, una liquidación de casi 24 millones de euros. Mientras tanto, el consejo de administración ya tenía listo a su sustituto: Marc Murtra, entonces presidente ejecutivo de Indra.
2. ¿Por qué Álvarez-Pallete no era la "persona ideal"?
Si se repasan los números de Telefónica durante el último ejercicio, se puede comprobar que la situación económica de la compañía era buena: cerraron el primer trimestre de 2024 con un beneficio neto de 532 millones de euros, un 78,9% más que el mismo período del año anterior. En septiembre, la mejora era de casi el 29% y, hasta septiembre, del 16,8%. En definitiva, se cumplieron las previsiones optimistas de la empresa, que apuntaban a un crecimiento de ingresos del 1% y del ebitda de entre el 1% y el 2% y una remuneración al accionista de 0,30 euros por acción en dos tramos a finales de 2024. Los resultados finales del ejercicio, sin embargo, aún no se conocen.
Entonces, ¿por qué se ha tomado esta decisión? Para entenderlo, hay que recordar que el gobierno español compró un 10% de las acciones de Telefónica el pasado 2024 a través de su holding SEPI. Es la misma sociedad que se encarga de gestionar compañías de titularidad estatal como Correos o RTVE. Posteriormente, se añadieron CriteriaCaixa (con un 10% también) y BBVA (con casi un 5%). La idea era compensar la inversión de Arabia Saudí en el grupo (de un 4,9%, pero que pronto subirá al 9,97%) a través de la ya mencionada STC. No es la única compañía donde el gobierno tiene un peso accionarial: también en el caso de Indra, donde la participación se eleva al 28%. Así, el proyecto es el siguiente: unir las dos corporaciones y crear una gran empresa de telecomunicaciones y tecnología.
Murtra dirigió la reestructuración de Indra: uno de los nuevos accionistas que trajo, Escribano, será ahora quien lo releve al frente de la empresa
Para alcanzar el objetivo, Telefónica podría o bien comprar Indra o la mayoría de las acciones de su filial Minsait. Este puente ya se comenzó a construir cuando SEPI aumentó su paquete accionarial en Indra (del 18% al 28%) y puso en marcha una reestructuración interna de la compañía: llegaron nuevos accionistas mayoritarios y cinco de los ocho consejeros ejecutivos abandonaron la entidad. Todo fue dirigido por el mismo Murtra. Precisamente, la persona elegida para acabar de conectar el puente con Telefónica, a pesar de no tener ninguna experiencia en el campo de las telecomunicaciones. En este sentido, Escribano, que llegó como accionista durante la renovación que ejecutó Murtra, ahora se quedará al frente de Indra. Si se observa el dibujo completo, es fácil darse cuenta de que Álvarez-Pallete se ha quedado fuera de la partida.
3. Las críticas de la oposición: "Sánchez ha colonizado Telefónica"
Un movimiento de estas características en una empresa tan grande como Telefónica, con una capitalización de unos 22.500 millones de euros, no ha dejado indiferente a nadie. La primera reacción de la oposición fue de Cuca Gamarra, secretaria general del Partido Popular (PP), quien acusó a Sánchez de "colonizar" Telefónica el pasado sábado. Este lunes, Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, ha activado "la alerta antidemocrática" por la decisión de prescindir de Álvarez-Pallete. "El gobierno va a por todo, también a por las empresas privadas, pero es evidente que podemos detenerlo entre todos", ha denunciado.
El nuevo presidente de Telefónica, Marc Murtra, fue jefe de gabinete del exministro socialista Joan Clos entre 2006 y 2008
Cabe decir que Murtra trabajó como jefe de gabinete del exministro de Industria Joan Clos, quien ocupó el cargo entre 2006 y 2008, bajo el mandato del presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Además, Murtra es miembro del patronato de la Fundación la Caixa, empresa matriz de CriteriaCaixa. Sin embargo, este dato no es tan relevante, ya que también lo es el ya expresidente Álvarez-Pallete.
4. Indra: la otra cara de la moneda
Más allá del futuro de Telefónica, la otra incógnita a resolver es qué pasará con Indra. De momento, más allá del nombramiento de Escribano como presidente ejecutivo, se sabe que el CEO de la compañía, José Vicente de los Mozos, ha criticado la decisión del gobierno español. "Si alguna vez me sucede esto, no me gustaría", ha declarado a la Cadena Cope.
A pesar de este movimiento, de los Mozos no cree que "Indra sea absorbida por Telefónica". De hecho, ha elogiado la tarea de Murtra y ha celebrado que Escribano sea su relevo, ya que formaba parte de los accionistas y "conoce el mundo de la defensa". Con todo, la consultora había trazado un Plan Estratégico a varios años, por el cual proyectaba llegar a los 1.000 millones de euros en el sector espacial para 2030. Ahora habrá que ver qué implicaciones puede tener el movimiento de sillas de este fin de semana.
5. La bolsa castiga a Telefónica y premia a Indra
Una vez configurado el puzzle, solo quedaba comprobar cómo se comportarían las acciones de las dos compañías afectadas. Este lunes, la tendencia ha sido desigual: Telefónica ha llegado a perder un 3,2% y ha cotizado por debajo de los 3,85 euros. Un comportamiento radicalmente diferente del que han mostrado las acciones de Indra, que han mejorado un 2,82% y se han elevado a 18,57 euros.
La interpretación inicial de los expertos ha sido que a los mercados no les ha gustado la interferencia del gobierno español en un cargo de responsabilidad de una empresa tan grande como Telefónica. Además, tampoco ha generado confianza el perfil de Murtra debido a su falta de experiencia en el sector de las telecomunicaciones, a pesar de contar con un gran prestigio empresarial.
La otra cara de la moneda es Indra. A pesar de perder a su presidente ejecutivo, la empresa ha salido beneficiada con el nombramiento de Escribano porque se trataba del segundo máximo accionista de la compañía y porque, a priori, es un perfil continuista en cuanto a los planes de futuro que ya había iniciado la entidad bajo el mandato de Murtra.