Eran en los setenta y Terrassa era uno de los polos europeos de la industria textil, cuando dos pequeños empresarios decidieron entrar al mundo del color para la moda. Fue el nacimiento de Auxicolor, que cincuenta años después estampa sus colores hechos en Catalunya de México a Tailandia y factura más de 30 millones de euros. Nike, Zara, Adidas o Hugo Boss son algunas de las marcas coloreadas por Auxicolor.
Jordi Comellas trabajaba como comerciante en una multinacional de colorantes y Adrià Termes tenía una compañía dedicada a la fabricación de maquinaria textil. El primero tuvo la idea de crear una empresa que fabricara pigmentos y el segundo la financió. "Sabadell y Terrasa eran hubs muy importantes del textil", explica Jordi Malgosa, actual director general de Auxicolor, que recuerda cómo era una época donde "los vendedores más espavilados acababan montando su propia empresa".
Del Vallès a Valencia
Y esto es lo que pasó y Auxicolor vio la luz el 1973 cómo una comercializadora de colorantes y productos auxiliares. En sus inicios, tenían bastante con los clientes del Vallès y del entorno más próximo, puesto que había muchos fabricantes del mundo de la moda. Más tarde, hicieron el salto a la zona de Alcoi y Ontinyent en el País Valencià, donde el textil para el hogar era mayoritario.
El crecimiento fue sólido y JordiMalgosa nos da el motivo: "Nuestro rasgo diferencial fue el servicio, aquello que no podían dar las multinacionales".
Del cielo al infierno
Pero el sector textil catalán sufría. La deslocalización, primero al norte de África y al este de Europa y después a Asia, eran tsunamis que iban dejando cadáveres en forma de industrias cerradas. "En nuestro entorno, han cerrado muchísimas empresas y las que quedan, tienen dificultades. No tiene nada que ver con lo que era", lamenta Malgosa.
Malgosa: "El secreto del éxito fue hacer esta apuesta valiente, cuando todavía nos lo podíamos permitir
Para Auxicolor no va suponer un grande trasbalse. Y el motivo es sencillo: antes de que las consecuencias fueran dramáticas ya apostaron por la internacionalización. Eran los principios de los 90: "Fue la decisión acertada y adecuada".
Y no fue una apuesta a la desesperada, que a menudo impide el éxito: "La compañía funcionaba y vivíamos del mercado nacional. Pero se decide invertir en la exportación, que necesita muchos recursos". "El secreto del éxito fue hacer esta apuesta valiente, cuando todavía nos lo podíamos permitir", resume el director general, que fue el responsable directo de aquella expansión.
Las páginas amarillas, el Google de la época
Empezaron por Portugal y Sudamérica, entrando en países cómo Argentina, Perú o Ecuador. Después Siria, Grecia, Irán o Pakistán. Malgosa todavía recuerda cómo era aquel trabajo de calle, donde se desplazaban a países y buscaban distribuidores de confianza: "Tenías que usar las páginas amarillas con los listados de teléfonos. Eran las bases de datos, el Google de hoy. Y se hacía un trabajo de puerta fría, llamabas desde el hotel y te presentabas". Eran turistas comerciales.
Malgosa: "La clave fue perseverancia, constancia, trabajo y honestidad"
Poco a poco también se hicieron un espacio en las ferias internacionales más importantes del sector. "La clave fue perseverancia, constancia, trabajo y honestidad", enfatiza Malgosa, que añade: "Y estar siempre, escuchar mucho". De hecho, explica con orgullo que todavía mantienen distribuidores nombrados hace 30 años.
Con este trabajo han llegado al día de hoy, donde exportan el 55% de su fabricación a más de 40 países. Bielorrusia, Polonia, Reino Unido, Egipto, Etiopía, India, Bangladesh, Vietnam, Sri Lanka, Ecuador, Brasil, Honduras o Venezuela son solo algunos ejemplos de donde Auxicolor lleva sus productos para fabricantes locales. Además, tienen una filial a México .
Los grandes grupos de la discordia
Mientras los colores de Auxicolor se extendían por todo el mundo, la industria textil catalana iba tirando-se más y más pequeña. Y, al mismo tiempo, dos grandes empresas catalanas y españolas colonizaban el mundo de la moda: Mango y, sobre todo, Inditex. A pesar de que por algunas empresas se convirtieron en sus únicos clientes para sobrevivir, Malgosa hace una lectura crítica: "Prácticamente, no fabrican en el territorio español y no creo que hayan ayudado a la industria textil española, al contrario".
Y lo conoce en primera persona. Auxicolor trabaja por proveedores de marcas de Inditex: "Trabajamos por clientes que fabrican por ellos, pero ya no están al mercado español. Están fuera, a Pakistán, Turquía, etc.".
De Zara a Hugo Boss
Y es que el empresa terrassenca no trabaja directamente por las grandes marcas, sino por sus fabricantes. Y sus colores hechos al Vallès han llegado a ropa e Zara, Massimo Dutti, Mango, Desigual, Nike, Adidas, Under Armour, American Eagle o Hugo Boss. Todo ello hecho desde la planta de 10.000 metros cuadrados en Terrassa, donde también concentran los laboratorios de innovación y desarrollo. "Estamos muy cerca de la moda: en Italia, Francia o España se crean muchas tendencias", apunta el director general.
Además, Auxicolor también ha apostado por la diversificación con la adquisición de compañías cómo Printcorex e Highchemie a la década del 2010, adentrándose en nuevos sectores industriales.
Bangladesh e India
A pesar de que Auxicolor fabrica en Catalunya, produce pigmentos por fabricantes de todo el mundo, incluidos países donde siempre se han posado en dudas las condiciones laborales. Un caso es el de Bangladesh, que se está convirtiendo en el productor textil más relevante del mundo: "Toda su producción es por empresas extranjeras y los requisitos que se los piden son los mismos que piden por el mercado español o europeo". En cambio, reconoce que a la India, las empresas que fabrican por su propio mercado, no acostumbran a cumplir los mismos estándares.
Malgosa: "Creemos tener el mejor equipo, este es el secreto del éxito"
Otro tema clave del sector es la sostenibilidad . Desde Auxicolor trabajan para conseguir que sus clientes avancen en este sentido: "Una clave del éxito ha sido transmitir a nuestros clientes nuestras mejoras. Necesitamos que nuestra clientela sea competitiva y para hacerlo tienen que tener procesos con menos costes energéticos o de agua".
"Nuestro esfuerzo está centrado en nuevas tecnologías, por ejemplo en la estampación digital o pigmentos naturales", añade Malgosa, que reconoce que no pueden seguir trabajando cómo treinta años atrás.
Todo ello ha convertido Auxicolor en un caso de éxito y supervivencia de la indústria textil catalana, dentro del ámbito de los tintes y colores. Para Malgosa "es un caso de constancia y perseverancia". "Y creemos tener el mejor equipo, este es el secreto del éxito", concluye.