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Los comercios hibernan 'sine die'

El sector prevé una bajada del 85% de las ventas pero tiene esperanzas de una recuperación rápida cuando se levante el estado de alarma por el coronavirus

La persiana de un comerç bajada, cómo la de las tiendas mientras dure el estado de alarma por el coronavirus | iStock
La persiana de un comerç bajada, cómo la de las tiendas mientras dure el estado de alarma por el coronavirus | iStock
Barcelona
18 de Marzo de 2020

Hace cuatro días que todos los comercios tienen las persianas bajadas, excepto las tiendas de alimentación y las farmacias. La hibernación de los establecimientos comerciales se mantendrá en todo el país mientras dure el estado de alarma por el coronavirus, o, lo que es el mismo, no tiene una fecha de finalización. Si bien la primera estimación fue de dos semanas, el ministro de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ya ha admitido que lo más probable es que se tenga que alargar. Para las empresas que han tenido que cerrar, supone pasar "de 100 a 0" de un día para otro, y los efectos económicos de esto puede desencadenar en cierre en muchos casos.

A pesar de que la preocupación es evidente en el sector, las medidas aprobadas por el Gobierno central para garantizar la liquidez de las empresas les da esperanzas de una recuperación rápida cuando todo esto haya pasado. Según un estudio realizado por la consultora J3B3, los comerciantes catalanes esperan una bajada del 85% de las ventas en los próximos días, una cifra que mantienen lejos del 100% los establecimientos de alimentación y las farmacias. Hay que remarcar que no han participado en el estudio los supermercados y grandes superficies de alimentación, sino sólo las tiendas pequeñas de barrio.

La primera reacción de las empresas fue de shock: "La mayoría no veían posible salir de esa", asegura Gabriel Jené, presidente de la asociación Barcelona Oberta, que agrupa los ejes comerciales de la capital catalana. Por su parte, el presidente de Comertia, David Sánchez, cree que el sector ha aceptado que "será una incomodidad y tendrá un coste para la sociedad", pero que es necesario liderazgo en todos los sentidos para que no haya "incertidumbre ni ansiedad, pero sí recuperación".

"La mayoría de empresas no veían posible salir de esa, hay un estado de 'shock' generalizado", asegura Gabriel Jené, presidente de Barcelona Oberta

Disminución de las ventas

Las tiendas catalanas ya han notado los efectos de los primeros días de confinamiento. La ecuesta elaborada por J3B3 entre los días 12 y 15 de marzo indica que un 70% de establecimientos comerciales ya habían registrado la bajada de facturación la primera quincena del mes. La caída generalizada de ventas se produce a partir del día 12, cuando se extendió la conciencia que posiblemente se repetiría el patrón de Italia en cuanto al Covid-19.

En estos 15 días, la facturación ha caído, de media, entre un 23% y un 32% en comparación a la obtenida el año pasado en circunstancias normales. Por sectores, los restaurantes y las tiendas de ropa son las que más lo han notado, indica el estudio, con una bajada del 36,5% en el primer caso y del 34,5% en el segundo. En cuanto al tamaño de las empresas, Sánchez asegura que esta crisis no afecta más a unas o a otras, lo único que cambia es la dimensión de las pérdidas.

La facturación de los comercios ha caído entre un 23% y un 32% de media en las dos primeras semanas de marzo

Pero los comerciantes también son conscientes de que es una situación de fuerza mayor y que "lo primero es minimizar los contagios", indica Sánchez, sean cuales sean las medidas que se tengan que tomar. La derivada económica es evidente y nadie ha evitado la incertidumbre de trabajadores y empresarios durante las primeras horas laborales de confinamiento. Como el teletrabajo no es una opción para las tiendas, bajar las persianas significa dejar de tener fuente de ingresos alguna.

"Es un sistema de entrada y salida de flujos y se ha roto: hay salida, pero no entrada", explica Sánchez. Ni Barcelona Oberta ni Comertia han hecho todavía un cálculo del impacto económico que puede suponer esta parada forzada de la actividad. Pese a los intentos de centrarse en las esperanzas de recuperación, el pesimismo sale a la superficie fácilmente. Jené cree que no es comparable la crisis del coronavirus con cualquier otra situación excepcional: "Apenas acaba de empezar... Si es dramático cuando hay una huelga de taxis, imagínate esto".

Gestión desde la tranquilidad

Todo esto sólo se podrá superar si hay un liderazgo claro, piensa el presidente de Comertia y director general de Dormity: "Los empresarios tenemos que liderar a los trabajadores y los trabajadores tienen que liderar a las familias para llegar a la recuperación". Y este liderazgo tiene que salir "desde la tranquilidad". Pero el liderazgo de los empresarios tiene que venir desde la administración pública, consideran tanto Sánchez como Jené.

"Tenemos que digerir las pérdidas provocadas por el coronavirus como comunidad", cree David Sánchez, presidente de Comertia

En este sentido, valoran positivamente el segundo paquete de medidas que ha presentado este martes el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, para garantizar la liquidez de las empresas mientras dure la situación de excepcionalidad. Es un plan de 200.000 millones de euros que incluye medidas como líneas de avales para compañías, la exoneración del 100% de las cotizaciones para las pymes que mantengan todos los puestos de trabajo y del 75% para el resto de empresas, y el agilització de los ERTOs.

Todas estas medidas, unidas a otras como la moratoria de las hipotecas para autónomos que vean que la facturación baja en picado ayudan a hacer frente a lo que más preocupa ahora mismo a los comerciantes: los costes fijos. En estos se incluyen el alquiler o hipoteca, el pago a proveedores, los impuestos y los sueldos de los trabajadores.

De hecho, Jené cree que la mejor manera de hacer frente a esta situación es "repartir las pérdidas entre Estado y emrpeses", mientras que David Sánchez considera que "tenemos que digerir las pérdidas como comunidad". Estas ayudas del Gobierno español tienen que servir, según Comertia, para que "la poca liquidez que hay ahora en los comercios se guarde para cuando pase y se puedan recuperar".

Los únicos comercios abiertos

Quienes no han registrado caídas tan acusadas son las tiendas de alimentación, que también son las únicas que esperan mantener las ventas mientras el resto de comercios están cerrados. Es este tipo de comercio local el que más iniciativas de barrio promueve para hacer llegar los artículos imprescindibles a los hogares de las personas de colectivos vulnerables ante el Covid-19.

Las tiendas de alimentación de barrio son las únicas que esperan mantener las ventas mientras el resto de comercios están cerrados

Si desde el fin de semana ya se han hecho virales algunos ofrecimientos de vecinos para llevar la compra a personas mayores o con enfermedades respiratorias que podrían dificultar el coronavirus, los comerciantes del Poble Sec y el Paral·lel también se han organizado para hacer llegar alimentos y productos de primera necesidad a los más vulnerables del barrio ante la pandemia.

Mientras pocos comercios continúan levantando la persiana cada día, el resto hace números y se pone al día de las ayudas públicas disponibles para pasar el estado de alarma y recuperarse una vez la expansión de la enfermedad haya remitido. Sánchez concluye que "lo que tenemos que hacer es quedarnos en casa para que la hibernación sea lo más corta posible".