Era el 2018 cuando Edgar Llopart y Carolina Agustín abrieron la tienda más pequeña de Barcelona que constaba únicamente de ocho metros cuadrados. Se llamaba el Armario y se encontraba cerca de los cines Verdi. Posteriormente, pisaron el acelerador y se trasladaron a la calle Asturias del barrio de Gràcia y se convirtieron en La Comet. Una compañía que se define como "una marca que abraza la actitud tranquila y alegre del Mediterráneo" y que ha abierto su undécimo establecimiento en Rambla Catalunya con numerosas colas en la calle. Una historia de expansión en la que el boca a boca ha sido la clave.
Bea Agustín, PR&Events Manager de La Comet, explica a VIA Empresa que al principio vendían complementos, ya que el tamaño de la tienda no les permitía vender otros productos. Con el tiempo tuvieron muy buena acogida y muchos miembros del barrio les preguntaban si tenían más prendas. Poco a poco y, con las posteriores mudanzas, empezaron a desarrollar y diseñar productos propios y nuevas colecciones, siempre made in Barcelona y fabricados en el resto de Europa.
El valor añadido
Agustín apunta que una de las grandes diferencias respecto a las demás tiendas es "el precio". "Cuando vamos a establecimientos de barrio sabemos que los precios pueden ser el doble, en cambio, nuestros modelos son combinables, aptos para un público de edades muy amplias y un precio asequible". De momento, contando los establecimientos y tiendas tienen 53 trabajadores y esperan cerrar el 2022 con 2,8 millones de euros de facturación. De cara a 2023 el objetivo es alcanzar los 4,5 millones de euros.
La Comet espera cerrar el 2022 con 2,8 millones de euros de facturación
Respecto a los 11 establecimientos, 8 de ellos forman parte de la capital catalana, el otro de Sant Cugat, uno en Sitges y el último en Reus. La oficina y el departamento de diseño, logística y distribución se encuentra en Esplugues de Llobregat.
La miembro de PR & Events Manager remarca que "venden a tiendas propias y a plataformas de venta online". "En cuanto a la distribución estamos empezando a vender en Chile, Francia y algún otro sitio de forma más puntual y es gracias a clientes que nos han puesto en contacto con tiendas para vender piezas de La Comet", continúa Agustín.
Desde la organización afirman que el comercio electrónico supuso un gran empuje durante el confinamiento, pero "todavía ahora domina la parte física del negocio". De hecho, el ecommerce supone un 10% de las ventas.
La Comet apuesta por las redes sociales y la promoción a través de influencers
En cuanto a las perspectivas de futuro, apuestan por las redes sociales y con promoción a través de influencers que les permite "dar a conocer la marca a otros miembros de la comunidad". Por el momento cuentan con más de 28.000 seguidores en Instagram y están dedicando esfuerzos para impulsar sorteos y colaboraciones con otras marcas. Y un ejemplo: la cola que se formó con la inauguración del establecimiento en Rambla Catalunya. "Regalábamos un vestido y fue una historia muy atractiva para acercarnos a nuestro público", concluye la miembro de La Comet.