Que la competitividad empresarial sea el gran desafío de Catalunya, España y Europa en un mundo de superpotencias en constante crecimiento no es ninguna sorpresa para nadie. De hecho, ha sido el principal tema a debatir en el XII Fòrum Femcat, en medio de 400 empresarios asistentes en la sala pequeña del Palau de la Música, con un objetivo común: aprender todo lo posible para proyectar la Catalunya de 2044. ¿El ejemplo de hoy? El caso de Joan Cañellas, CEO de Ficosa North America. Un éxito notable de una empresa catalana que se ha internacionalizado desde hace 30 años en Estados Unidos y que tiene muchas lecciones que ofrecer. Y, sobre todo, "sin pelos en la lengua".
Las cifras globales de Ficosa: 1.150 millones, 9.000 trabajadores y operaciones en 16 países
Por partes, Ficosa está de enhorabuena porque este año celebra su 75º aniversario. Fundada en un taller de Barcelona en 1949, de la mano de Josep Pujol, Josep Maria Pujol y Josep Maria Tarragó, y centrada en la fabricación de cables mecánicos para el mercado de repuestos, vivió la plena revolución de la automoción entre las décadas de los 50 y los 70. ¿Los resultados actuales? Una facturación de 1.150 millones de euros anuales y da empleo a unas 9.000 personas en todo el mundo, con operaciones en 16 países. Y con un caso de éxito paradigmático: su entrada en el mercado de Estados Unidos.
Cañellas explicó a los asistentes que decidieron entrar en el mercado de Estados Unidos en 1994, concretamente en la ciudad de Detroit. Posteriormente, fueron ganando más proyectos y también se instalaron en México. Con la crisis económica de 2008, vieron la oportunidad de adquirir varios competidores, valorados entre 80 y 300 millones, y se consolidaron industrialmente en Estados Unidos en 2016. Como ocurrió con la mayoría de empresas del mundo, la pandemia de la covid-19 supuso un punto de inflexión y, posteriormente, vivieron una adaptación a la nueva normalidad en 2024. Todo sigue en marcha.
¿Por qué la competitividad es una prioridad en Estados Unidos?
El CEO de Ficosa North America, que lleva más de 13 años viviendo en Estados Unidos, tiene claro que el dinero es el pilar del país, ya que es un centro de motivación y el objetivo de gran parte de los estadounidenses. "Todo lo que no funciona económicamente no se lleva a cabo y nadie lo cuestiona", detalla Cañellas. "Si hay que cerrar fábricas, la mayoría de trabajadores lo entienden y agradecen la comunicación directa", añade. Y así les sucedió, tras algunas adquisiciones industriales, cuando decidieron centralizarlas en una sola fábrica, ya que no era viable mantenerlas por separado.
Cañellas (Ficosa): "Todo lo que no funciona económicamente no se lleva a cabo y nadie lo cuestiona"
Entre las particularidades del país, según Cañellas, la poca intervención del estado es la gran diferencia con Catalunya. "Es una sociedad abierta al cambio, especialmente en el ámbito profesional y empresarial. De hecho, el cambio forma parte de la vida de los estadounidenses y se promueve desde una edad temprana", explica el catalán. En Estados Unidos hay una gran diversidad de trabajadores, con una mezcla de culturas y religiones, donde el trabajo impulsa el progreso de la inmigración. Para ellos, el individuo es dueño de su destino. Cada uno busca su camino y todos se sienten responsables de su futuro.
¿Existe "el American Dream"?
¿Es posible ascender socialmente o se ha convertido en un mito? Cañellas precisa que, en su opinión, sí existe el ascensor social. Quien llega y tiene ganas de trabajar y esforzarse puede lograrlo. "Se trata de una sociedad enfocada en la innovación y la tecnología continua, y no tienen miedo de emprender. Y lo más importante: tienen una educación basada en la autoestima", apunta.
La alta rotación de trabajadores en Estados Unidos hace que haya un sobredimensionamiento de las plantillas para enfrentar el fenómeno
Actualmente, el desempleo en Estados Unidos es del 4% y el absentismo del 5%, además de una flexibilidad regulada en cuanto a contratación y despido. También hay, según detalla el CEO de Ficosa North America, una movilidad geográfica absoluta y una alta rotación, lo que incrementa considerablemente el sobredimensionamiento de las plantillas y permite no "notar los efectos" si hay bajas médicas.
Entre las peculiaridades, cabe destacar que en Estados Unidos gran parte de los trabajadores de la industria trabajan unas 1.800 horas al año, sin regulación expresa. Por ejemplo, un empleado que empieza en una nueva empresa solo cuenta con 5 días de vacaciones anuales y, si asciende en la organización, puede disfrutar de 10 días de vacaciones al año. Además, tienen claro que la automatización es vital, pues consideran que los salarios son altos y es difícil competir con México.
La automatización de procesos es vital para las empresas estadounidenses, ya que los salarios son altos y es difícil competir con México
La administración, según Cañellas, es ágil, accesible y eficiente. Además, la burocracia está simplificada. En cuanto a la educación, "es un servicio en el que la universidad y la empresa están alineadas con el mercado. Hay un enfoque en la investigación desde la universidad y una enseñanza práctica adaptada al mercado".
7 lecciones para mejorar la competitividad de las empresas catalanas
Finalmente, Cañellas tiene claro que es vital que los trabajadores catalanes tengan motivación para trabajar, mejorar la productividad y reducir el absentismo. Que haya flexibilidad horaria es esencial. Además, considera que las universidades deben alinearse con las necesidades de las empresas y fomentar las prácticas in situ, preferiblemente remuneradas.
Para Cañellas, es esencial que las empresas catalanas inviertan en innovación, automatización y mejora continua para competir en todo el mundo
Para él, las empresas deben invertir en innovación, automatización y mejora continua para competir globalmente. Los inversores deben apostar por la industria como fuente de innovación y como plan a medio y largo plazo. La administración debe facilitar oportunidades de negocio con una administración ágil y simplificada. También recomienda a Europa evitar la sobreregulación en los mercados, como ocurre con la automoción, que tantos quebraderos de cabeza les causa últimamente. Y, sobre todo, que la industria catalana recupere su prestigio mediante una comunicación positiva en favor de la industria 4.0 para atraer más talento y nuevas inversiones.