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De compraventa de chatarra a facturar más de 400 millones

El grupo Vicente Torns vende material de cobre que se utiliza en sistemas eléctricos de aerogeneradores, transporte ferroviario o baterías de coches eléctricos

Vicens Torns, en la fábrica de Rubí | Cedida
Vicens Torns, en la fábrica de Rubí | Cedida
Bernat Bella
Periodista
30 de Diciembre de 2025

Años 20 del siglo pasado, Barcelona. Vicente Torns Pedrosa se dedica a la compraventa de chatarra. Después de unos años de actividad, comienza a aprovechar el cable de cobre recuperado para hacer nuevos hilos individuales para bobinas de motores. Es el origen de Vicente Torns, que este 2024 celebra cien años siendo un grupo internacional que factura más de 400 millones de euros, da empleo a 750 personas y fabrica y vende productos de cobre y aluminio para los sectores energéticos, construcción, automoción o infraestructuras.

 

Un siglo de supervivencia con caídas y recuperaciones marcado por el emprendimiento y la voluntad innovadora. "Nuestro valor es que somos una empresa familiar y para nosotros, el personal es muy importante", reivindica Vicens Torns, tercera generación de la empresa. Hoy en día, sus materiales de cobre son utilizados en maquinaria y motores eléctricos de todo el mundo. 

Un pequeño taller en el Raval

Fue a partir de los años 30 cuando Vicente Torns decidió establecerse en un taller en la calle de Joaquim Costa de Barcelona, en el Raval, para reaprovechar el cobre que obtenía de la chatarra y hacer nuevos hilos, gracias a la adquisición de una nueva máquina. Entonces, el hilo de cobre aislado con algodón servía para reparar motores eléctricos y también lo compraban otros comerciantes de productos eléctricos.

 

"Fue evolucionando de chatarrero a una fase más industrial", destaca el actual CEO de Vicente Torns. Durante los años 40, 50 y 60 el mercado de motores eléctricos para la industria crece exponencialmente. La empresa inicia la construcción de un tipo de platinas encintadas con papel, sobre todo para empresas como AEG en Terrassa, Oerlikon en Sabadell o Siemens en Cornellà

Auge y caída de Vicente Torns

Vicente Torns va ampliando el catálogo de productos relacionados con el cobre para motores, cuadros o transformadores eléctricos por la gran demanda existente. La empresa llega a tener 75 trabajadores, pero a finales de los 70 todo comienza a cambiar: "Los grandes fabricantes fueron cerrando".

La empresa vira y deja de lado la fabricación para centrarse en la comercialización, aprovechando su acceso al mercado europeo. En los años 90, el grupo cae a menos de veinte trabajadores y funciona principalmente como un almacén de distribución. 

El renacimiento de una empresa histórica

Pero la resiliencia y capacidad de superación de la empresa familiar se impuso. El padre del actual CEO decide comprar la maquinaria de una empresa en Montcada i Reixac que cerraba: "Nos volvemos a reindustrializar y a producir, principalmente para el mercado catalán y español". Eran los años 90 y poco después también apuestan por la exportación: "Hacemos fuertes inversiones".

Vicens Torns explica que en 2008, cuando estalla la crisis económica española, el mercado internacional ya suponía el 70% de sus ventas. Un movimiento que les salvó. Han hecho fábricas en Eslovaquia o Marruecos, empresas de distribución en Italia, Alemania o Francia, adquieren empresas en Suiza y impulsan dos fábricas en India a través de una joint venture. Cada una de las fábricas se ha especializado en una rama o un producto.

Vicens Torns: "Teníamos productos con poco valor añadido y dependencia de clientes muy grandes"

Una gran expansión internacional para continuar distribuyendo productos de cobre por todo el mundo. Pero se topan con otro reto: "Teníamos productos con poco valor añadido y dependencia de clientes muy grandes, que nos aprietan mucho con el precio". "Son épocas turbulentas", recuerda Torns. 

"La clave es 2017, reconvertimos la empresa y cambiamos la estrategia", señala el director general, que lo vincula a la compra de una empresa francesa, que facturaba menos pero tenía más beneficios: "Salimos de los productos de mucho volumen por un producto más de nicho, personalizado para cada cliente". Vicens Torns comienza a generar nuevos productos más innovadores y únicos en un sector con menos competencia. Los clientes pasan a ser colaboradores y se establece una relación de beneficio mutuo.

"Esta transformación no es fácil. Hemos intentado generar un producto nuevo que no existía en el mercado y teníamos que generar compra. Hasta ahora los clientes se lo hacían todo ellos. Nosotros generamos un producto nuevo que no se estaba comprando y tuvimos que comenzar el mercado", destaca Torns. Pero el trabajo ha dado sus frutos y se han convertido en un referente del sector.

General Electric e Hitachi

El catálogo de Vicente Torns cuenta con más de una veintena de productos de cobre para sistemas eléctricos, donde destacan las platinas encintadas, que se utilizan para unir las celdas de las baterías eléctricas de los coches. Sus productos también se pueden encontrar en sistemas eléctricos de aerogeneradores y placas fotovoltaicas, transporte ferroviario, electrodomésticos, telecomunicaciones o automoción. Son el hilo conductor de cientos de empresas y aparatos que hacen posible el funcionamiento del mundo.

Compañías como ABB, Siemens, General Electric o Hitachi han confiado en Vicente Torns. "Nuestra apuesta es muy positiva, es lo que nos ha hecho crecer y ha garantizado el futuro de la empresa". Ahora tienen la sede principal en Rubí, donde han invertido diez millones en una nueva planta en la población vallesana para su nuevo gran proyecto: el cobre verde.

Vicente Torns: "Mi abuelo utilizaba chatarra para hacer los hilos y ahora nosotros volveremos a hacer lo mismo"

La nueva fábrica se dedicará a reciclar los desperdicios de cobre que utilizan para reconvertirlo en nuevos productos de cobre. Una apuesta por la sostenibilidad, ya que se reduce el uso de minerales y se apuesta por la reutilización. Y que supone el cierre del círculo de la empresa centenaria: "Mi abuelo utilizaba chatarra para hacer los hilos y ahora nosotros volveremos a hacer lo mismo". Un siglo después, Vicente Torns vuelve a los orígenes en una apuesta por la innovación y la sostenibilidad.