El fin de las concesiones a la empresa Abertis de la AP-7 entre Cambrils y La Jonquera y de la AP-2 entre El Vendrell y Lleida, así como el tramo del Maresme de la C-32, pone en peligro alrededor de 400 puestos de trabajo en Catalunya. Según han confirmado fuentes sindicales a la ACN, estas vías dan trabajo a unos 650 empleados, de los cuales únicamente 250 podrían ser reasignados para llevar a cabo tareas de mantenimiento y conservación una vez la administración pasara a hacerse cargo de la infraestructura. Según los sindicatos, los trabajadores de las cabinas de peaje y el personal administrativo serían los colectivos más afectados por el fin de las concesiones.
A pesar de que Abertis, los sindicatos y la administración están celebrando reuniones de forma periódica para resolver incidencias, desde la Unión General de Trabajadores (UGT) señalan que las partes no empezarán a actuar de forma decidida hasta que se decida la nueva fórmula de gestión de los peajes y se conozca el impacto que esta tendrá sobre el empleo.
Por otro lado, hay que recordar que Abertis ya anunció el despido de 120 personas en Catalunya el julio pasado después de llegar a un acuerdo para firmar un ERE. En aquel caso, afectó entorno a un centenar de los empleados de los peajes y a una veintena de trabajadores de los servicios centrales.