La multinacional alemana Continental ha dejado en el aire el futuro de la planta que tiene en Rubí, que da trabajo a 760 personas, al comunicar que se replantea sus planes industriales para esta fábrica.
Un directivo de la multinacional se ha desplazado este miércoles a Catalunya para comunicar al comité de empresa y a la plantilla que la fábrica está en proceso de "reindustrialización", ha explicado el secretario general de CCOO de Industria del Vallès Occidental, Josep Rueda. A partir de las explicaciones de este directivo, los sindicatos de esta planta deducen que Continental se da seis meses para venderla a un tercero, en no considerarla estratégica. Fuentes de este medio aseguran que hay desazón entre los trabajadores por el verdadero futuro de la planta catalana.
La planta de Rubí había estado hasta 2008 propiedad de Siemens VDO Automotive
En un comunicado, CCOO de Industria rechaza la decisión de la multinacional Continental Automotive de reindustrialitzar la planta que tiene en Rubí para venderla. "CCOO exigimos a la dirección de Continental Automotive que haga las inversiones necesarias en la planta de Rubí para modernizar las instalaciones y adaptarla a la nueva realidad del sector para producir componentes para vehículos eléctricos. CCOO recordamos que es una planta solvente y competitiva, con una plantilla con experiencia contrastada y capacidad de afrontar los nuevos retos del sector", han apuntado.
Con todo, no es la primera vez que la fábrica de Rubí se ve en medio de una compra similar. Antes de ser propiedad de Continental Automotive, la empresa Siemens VDO Automotive era su máxima responsable. La alemana Continental Automotive Spain la adquirió en 2008, igual que con anterioridad Siemens VDO Automotive la había adquirido a Manesmann VDO.
Pla internacional
Esta operación se enmarca en un proceso de reestructuración a escala mundial de la compañía, el programa Continental Transformation 2019-2029, ante la transformación que se está dando en el sector del automóvil. Según la compañía, este programa pretende reforzar la competitividad de la empresa a largo plazo y asegurar la viabilidad en el futuro.
El pasado mes de septiembre la dirección de la multinacional ya decidió aplicar algunas medidas a algunas de sus plantas, como por ejemplo cerrar la planta de Roding (Alemania), afectando un total de 520 trabajadores; así como la de Newport News, Virginia (EE.UU.), en este caso con fecha de cierre en 2024. Allí actualmente trabajan unas 720 personas en la fabricación de componentes hidráulicos para motores de gasolina.
En Limbach-Oberfrohna (Alemania) también han acordado la eliminación del negocio de los componentes hidráulicos para los motores diesel en 2028 y anuncian que habrá cerca de 850 puestos de trabajo afectados. En Pisa (Italia) se efectuará el cese de la producción de componentes hidráulicos para los motores de gasolina entre 2023 y hasta el 2028 y a medida que se produzca, se verán afectados cerca de 750 puestos de trabajo.
Por último, Babenhausen (Alemania) es el centro más afectado: han anunciado la eliminación de la producción de tecnologías de visualización y control de la unidad de negocio Instrumentation & Driver HMI a finales del 2025. Además, a finales del 2021 se trasladarán algunas actividades de I+D a otras ubicaciones. Aquí habrá más de 2.200 puestos de trabajo afectados.