Corpinnat exhibe músculo. Las 11 bodegas de esta marca colectiva de cavas facturaron el pasado año cerca de 26 millones de euros (exactamente 25,89 millones, un 12% más que los 23,1 millones de 2021, que ya fueron un 37, 5% más que los 16,8 millones de 2020). Y comercializaron 2,43 millones de botellas (un 5,7% más que los 2,3 millones de 2021, que fueron un 35% más de los 1,7 millones de 2020). Incluso, al tratarse de cavas de crianzas largas, esto les permitiría “minimizar” una posible mala cosecha por la sequía gracias a las reservas que acumulan en sus bodegas, según apunta Ton Mata, presidente de Corpinnat y director general de Recaredo. En su defensa de la calidad del cava reclaman a la Generalitat que despliegue con urgencia la Ley Catalana de la Vitivinicultura.
Ton Mata exige el desarrollo normativo de la Ley Catalana de la Vitivinicultura, también conocida por ley del vino, aprobada por el Parlament en abril de 2022 sin que, dos años después, se hayan publicado todavía los reglamentos que deben concretar su aplicación. Esta falta de reglamentación hace que la ley quede a “libre interpretación”, por lo que cada Denominación de Origen (DO) se le aplica a su conveniencia, según apunta Mata.
La nueva ley del vino regula cuestiones como los derechos de plantación y replantación, sistemas de control, denominaciones de origen, así como los vinos que quedan fuera de las DO, ... pero no define ni concreta a los diferentes actores del sector, que es lo que reclama Corpinnat. En síntesis, estos actores serían el viticultor elaborador (que obtiene el vino de sus propios viñedos), vinificador elaborador (que además de sus viñedos también compra uva), negociante (que compra vino de proveedores) y marquista (produce para terceros).
Corpinnat se identifica con el viticultor elaborador, una figura que contempla la ley catalana, pero que quieren que se entienda tal y como lo hacen en Francia (el récoltant manipulant, en francés) en el sentido de que engloba toda la producción de una empresa o razón social. Sin embargo, en algunas DO, existen empresas que realizan parte de su producción como viticultores elaboradores, vinificadores, negociantes o marquistas según utilicen uva o vino de proveedores. Por el contrario, Corpinnat sólo admite viticultores elaboradores (para el 100% de su producción) o vinificadores elaboradores (si compran uva estrictamente dentro de su área), pero en ningún caso adquieren vino a proveedores.
Mata recuerda que, en Francia, cualquiera que compre un pequeño porcentaje de vino ya lo convierte en “negociante” para el 100% de su producción, aunque más del 90% proceda de su propio viñedo. En Catalunya, de momento, a falta de una reglamentación concreta, las diversas DO están interpretando estas categorías a su manera. Incluso, la DO Cava ha acuñado la categoría "elaborador integral".
El reglamento que los diferencia
Cuando salieron de la DO Cava para crear la marca colectiva Corpinnat, precisamente hace cinco años, se dotaron de un estricto reglamento para diferenciarse del resto: viñedos 100% ecológicos, vendimia 100% manual, elaboración 100% en la propiedad, largas crianzas (la mínima, a partir de 18 meses), compromiso con las variedades de viñedo históricas de esta área y contratos de larga duración y a un precio mínimo garantizado (0,89 céntimos el kilo de uva, en 2022) con los viticultores proveedores.
Evidentemente, Corpinnat no produce marca blanca. El año pasado, el 16% de los espumosos que comercializaron sus bodegas poseían una crianza de entre 18 y 30 meses, el 62% entre 30 y 60 meses y el 22% restante superior a los 60 meses, según precisan en su memoria anual.
Hay bodegas interesadas en entrar en Corpinnat, pero para formar parte de la marca deben superar una doble auditoría que acredita que cumplen el reglamento
Corpinnat nació hace cinco años inicialmente con seis bodegas, pero, en estos momentos, ya son 11: Gramona, Llopart, Nadal, Recaredo, Sabaté i Coca, Torelló, Huguet-Can Feixes, Júlia Bernet, Mas Candí, Can Descregut y Pardas. Por término medio, cada año se ha incorporado un nuevo socio. Ton Mata señala que hay más empresas que “tienen interés” por formar parte de esta marca colectiva, pero indica que, para entrar, deben superar las correspondientes auditorías. Todas las bodegas de la marca realizan una doble auditoría anual, una documental y otra física, durante la vendimia, que acreditan que cumplen el reglamento. Mata subraya que es el reglamento del sector más estricto que existe en el Estado.
Por otra parte, Corpinnat y las bodegas de Clàssic Penedès (DO Penedès) mantienen desde hace mucho tiempo conversaciones sobre la posible creación de una nueva denominación de origen, pero, de momento, no hay acuerdo. Mata declina precisar el estado de las negociaciones por una cuestión de confidencialidad, pero avanza que, antes de la próxima vendimia, debe tomarse una decisión, "sea cual sea". Pueden optar por tirarlo adelante o por olvidarse..
Sobre la actual sequía, Mata apunta que las situaciones climatológicas adversas les preocupan especialmente porque "estamos comprometidos con nuestro origen": la uva con la que elaboran los cavas no puede proceder de otro sitio que no sea del área de Corpinnat. Sin embargo, indica que estas bodegas poseen unas “seguridades” por las reservas acumuladas de cava, que les permitirían “minimizar” los efectos de un bajón en la cosecha de uva. Sería el cuarta año consecutivo con problemas, aunque no siempre han sido por falta de lluvia porque, en 2020, se registró una alta pluviometría, aunque en aquella ocasión les afectó una plaga de mildiu.
Magnitudes económicas de Corpinnat (2022)
Facturación: 25,9 millones de euros
Botellas comercializadas: 2,43 millones
Precio medio orientativo de la botella: 18,55 euros
Trabajadores: 263
Viticultores proveedores: 126
Referencias comercializadas: 79
Países donde se exporta: 63 (incluidos Japón, China, EE.UU. o Australia)
Porcentaje de exportación sobre total de ventas: 19,40%
Hectáreas cultivadas: 644 (a las cuales se suman 420 hectáreas de viticultores independientes y 62 hectáreas arrendadas)
Territorio: 997 kilómetros cuadrados en el corazón del Penedès histórico (46 municipios del Alt Penedès, Baix Penedès, Alt Camp, Baix Llobregat y Anoia). De esta área, 1.226 hectáreas se destinan a la elaboración de vinos espumosos Corpinnat.