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Cottet, las gafas con 120 años de historia que nacieron por el amor a Barcelona

Cottet, que nació el 1902 con la óptica más grande de Europa en Portal del Ángel de Barcelona, cuenta con unas cuarenta tiendas

cottet historia
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16 de Mayo de 2022

Con unas cuarenta tiendas, Cottet es uno de los referentes del sector de las gafas en el país. El 2021 acabó con veinte millones de euros de facturación y este año afrontan su 120o cumpleaños con voluntad de seguir creciendo. Pero la historia de Cottet son mucho más que cifras y esconde un amor por Barcelona, las penurias de la Guerra Civil y distanciamientos familiares.

Javier Cottet: "Cuando descubrió Barcelona, se enamoró de la ciudad"

El origen de todo es un ciudadano francés, Constantino Cottet, que formaba parte de una saga familiar de fabricantes de gafas en la localidad francesa de Morez. El 1888, con motivo de la Exposición Universal, visitó Barcelona para dar a conocer sus productos. "Cuando descubrió Barcelona, se enamoró de la ciudad y decidió quedarse a vivir", explica Javier Cottet, cuarta generación y actual presidente de la empresa.

Javier Cottet: "Había gente que venía de Manresa, Tarragona o de fuera de Catalunya para comprar 200 o 300 gafas"

Así fue cómo Constantino Cottet apostó para emprender su propio negocio y abrió la primera tienda de la marca en un espacio emblemático, en Portal del Ángel. 2.000 metros cuadrados dedicados a las gafas que se convirtieron en el establecimiento más grande de Europa de este sector. Vendían tanto a particulares como mayoristas, cómo detalla Javier Cottet:  "Había gente que venía de Manresa, Tarragona o de fuera de Catalunya para comprar 200 o 300 gafas y venderlas en sus tiendas".

Alex Cottet i Javier Cottet | Cottet
Alex Cottet, vicepresidente, y Javier Cottet, presidente | Cottet

 

Su experiencia en la fabricación de gafas les suposo una gran ventaja. La materia primera venía de Alemania y en el taller de la tienda del Portal del Ángel se encargaban de la graduación y ajustar las lentes. "Era artesanía pura", destaca el actual presidente.

Popularidad y expansión de Cottet

La clientela era cada vez más grande y Cottet ganó en popularidad rápidamente. Su buena ubicación y la calidad y especialización de sus gafas convencían a los barceloneses de principios de siglo. Además, también vendían productos tecnológicos de la época cómo prismáticos o aparatos para fotografía que suponían una auténtica revolución en el país. Así, al cabo de poco tiempo abrieron una tienda en el barrio de Santo Andreu y, en 1920, en Tarragona .

El 1930 hicieron el salto a Madrid. Constantino había muerto el 1915 y sus tres hijos se hicieron cargo del negocio. Uno de ellos, Renato, se trasladó a la capital española por motivos de salud, puesto que tenía asma y necesitaba un clima más seco. Y decidió abrir una tienda Cottet en el centro de la ciudad.

El estallido de la Guerra Civil

Pero el 1936 estalló la Guerra Civil Española. Uno de los tres hermanos era seminarista y la tienda de Portal del Ángel fue expropiada. La de Santo Andreu y Tarragona, que fueron destruidas, desaparecieron. El negocio, que había crecido durante más de 30 años, se fue a pique.

La familia huye del país y, después de hacer escala en Roma, llegan a Munich. "Mi abuela ya estaba embarazada de mi padre y no querían que naciera en Alemania", rememora Javier. Así, deciden ir a Sevilla, donde fundan Indo el 1937, una fábrica de lentes que importaban desde Alemania. Una empresa que llegó a vender a un centenar de países, pero que tienen que acabar vendiendo el 2014 por las consecuencias de la crisis.

Acaba el conflicto, vuelve Cottet

Al acabar la Guerra Civil, la familia vuelve a Barcelona y Madrid y recuperan las principales tiendas del Portal del Ángel y Madrid. Entonces, Renato, tío abuelo de Javier, se enfada con la familia y abre por su cuenta seis tiendas más a Madrid y registra la marca Cottet. El abuelo del Javier se centra más en el trabajo de Indo.

termometre cottet
El termómetro de Cottet | Cedida

 

Aún así, la tienda de Portal del Ángel recupera su resplandor y se convierte de nuevo en una referencia para clientes de toda Catalunya y es bautizada por muchos cómo Can Cottet . El 1956 se instala su mítico termómetro gigante, declarado como bien de interés por el Ayuntamiento de Barcelona y todavía hoy es un símbolo.

La expansión de Cottet

El 1982, el padre del Javier coge las riendas de Cottet y le da un nuevo impulso: "Se da cuenta que la gente baja menos a Barcelona, porque los principales municipios van ganando zonas comerciales. Y abrimos la primera tienda en Sabadell, Terrassa, Manresa, Figueres y otros barrios de Barcelona".

Y a mediados de la década de los 90, los primos madrileños del Javier, nietos de Renato, deciden que no quieren continuar el negocio y les venden todas las tiendas de Madrid y la marca. Aquel mismo año, Cottet importa un nuevo concepto de óptica y abre tiendas especializadas en gafas de sol. Además, el 2013, Javier y su padre compran el 50% de la empresa a su tía.

Los años posteriores también se apuesta por abrir centros dedicados a la audiología. Aún así, en los últimos años, Cottet ha decidido vender los centros de audiología y de ojeras de sol para volverse a especializar en su sector. La facturación cayó de los 30 a los 20 millones, pero fue una apuesta para garantizar un crecimiento más fuerte que ya se está produciendo.

El adiós de un espacio emblemático

El 2018 muere el padre de Javier y él y su hermano toman el relevo. Aquel mismo año, llega un punto de inflexión para Cottet: "El edificio de Portal del Ángel era propiedad de toda la familia. Con toda la razón, mis primos piden un alquiler, porque no pagábamos nada. El alquiler en un local de 2.000 metros cuadrados en Portal del Ángel era salvaje".

Un alquiler inasumible que los obliga a tomar la decisión de dejar la tienda que ha visto crecer Cottet durando más de cien años. Pero encuentran un local en rambla de Catalunya, al lado de la plaza Catalunya. "Abrimos, con mucho miedo, el 2019. Llevábamos 100 años en Portal del Ángel. Pero estamos muy contentos con las cifras y facturamos lo mismo que antes, a pesar de que hemos bajado en venta a turistas", explica el presidente.

La satisfacción se ha visto recompensada con el reconocimiento como mejor tienda del mundo, que han ganado recientemente en Milán, en la Mido, la Feria Internacional de Oftalmología, Óptica y Optometría: "Ratifica todo el trabajo que hemos realizado".

Volver y recuperar los orígenes

Cottet ha logrado otro objetivo, con un gran simbolismo: "Abrimos nueva tienda en Tarragona, muy cerca de donde estábamos el 1920 y del edificio que quedó destruido por la guerra. 100 años después, volvemos". En cuanto a tiendas, otro hito importante fue la apertura de la primera tienda Cottet fuera de España, que se situó en Andorra el 2013.

El plan de crecimiento de Cottet prevé llegar a las cincuenta tiendas en tres años, abriendo nuevos espacios a Madrid y en ciudades del norte de España, además de estudiar la posibilidad de implantarse en Portugal . Y el camino tienen claro que pasa por potenciar la marca Cottet.

De hecho, el 50% de las gafas que venden ya son de su propia marca. "Volvemos a los orígenes, cuando mi bisabuelo vendía sus propias gafas", enfatiza Javier Cottet, que explica los motivos: "Podemos hacerlo, tenemos mucha historia y mucho conocimiento".

Javier Cottet: "Siempre pensamos en el cliente. Esto, ya lo escuchaba a mi abuelo y a mi padre"

Sus gafas las encargan a fabricantes de la China principalmente, un hecho, dice, inevitable: "En España no queda ninguna fábrica". Este paso les permitirá reducir la dependencia de los grandes fabricantes de gafas y evitar entrar en guerras de precios. "Apostamos por nuestra calidad y nuestro conocimiento", asevera.

120 años después, Cottet sigue la filosofía de Constantino, que se enamoró de Barcelona y puso en marcha una tienda en Portal del Ángel que fue una referencia a la ciudad. "Siempre pensamos en el cliente. Esto, ya lo escuchaba a mi abuelo y a mi padre, que se preocupaban por la calidad y la atención. Lo más importante es que los clientes vuelvan", resume el presidente de Cottet, que hoy da trabajo a 240 personas.