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El creador de festivales de música de éxito en Catalunya

El promotor musical Martín Pérez ha sido el fundador del Festival Cap Roig o el Festival Jardins de Pedralbes

Martín Pérez, creador de los festivales de Cap Roig y Jardines de Pedralbes | Cedida
Martín Pérez, creador de los festivales de Cap Roig y Jardines de Pedralbes | Cedida
31 de Julio de 2023

Barcelona y se Catalunya han convertido en una referencia musical gracias a festivales que han colocado el país en el mapa artístico. Cap Roig, Jardins de Pedralbes o Mil·lenni son algunos de los festivales de más prestigio y que cada año reúnen decenas de miles de personas. Julio Iglesias, Bob Dylan, Josep Carreras, Andrés Calamaro, Tom Jones, Juanes o Il Divo son solo algunos de los nombres que han pasado por los escenarios de estos acontecimientos y que han llevado la mejor música al país.

Y detrás de todo hay el mismo hombre: Martín Pérez Lombarte, empresario y promotor musical que ha creado e impulsado algunos de los festivales más reconocidos, además de organizar conciertos de grandes artistas mundiales cómo Los Tres Tenores, Sting, Mariah Carey o Julio Iglesias.

Josep Carreras, el detonante

"Llegué al mundo de la música por mi amistad con Josep Carreras", explica. Y fue el 1997, cuando el tenor buscaba gente para organizar el concierto de los Tres Tenores que tenían que hacer en el Camp Nou y confió en Martín Pérez. Inicialmente, se tenía que encargar de buscar patrocinadores, pero finalmente fue el organizador de todo el espectáculo, que colocó 120.000 personas en el estadio. "Fue un éxito y seguí haciendo conciertos con él", destaca.

Esta fue su primera experiencia con el mundo de la música profesional y desde bien pronto lo cautivó: "Lo mejor es ver cómo alguien se emociona cuando va a un concierto y lo recuerda por toda la vida. Es mágico y muy bonito trabajar para llegar al alma de las personas". Y fundó el empresa Concert Studio, que se ha convertido en una de las promotoras musicales más potentes de España.

Creando los festivales del futuro

Y el 1999, con el cambio de siglo y milenio a la esquina, creó el Festival del Mil·lenni en Barcelona, que se ha convertido en uno de los ciclos musicales más relevantes de la capital catalana. Ahora llega a la 25a edición y en toda su historia ha organizado más de mil conciertos en salas cómo el Palau Sant Jordi, el Palau de la Música, El Liceu o Razzmatazz y ha sumado más de 680.000 espectadores.

Y si hasta entonces se había centrado especialmente en la lírica, con el Festival del Mil·leni, Martín Pérez abrió la propuesta a otros estilos y llevó artistas cómo Carlos Núñez, Sara Baras, Raimon o Antonio Canales. Unos artistas que quedaron encantados con la seriosidad y organización de Concert Studio, hecho que los fidelizó con su fundador y le abrió la puerta a otros músicos. Ya el segundo año se contó con artistas internacionales cómo Van Morrisson o Barbara Hendricks.

Además, el festival se concebía en conciertos distribuidos durante varias semanas. Esto supuso una doble revolución para los festivales, que hasta entonces eran exclusivamente concentrados en días consecutivos y de géneros similares.

De Barcelona a la Costa Brava

Con solo tres años de carrera, Martín Pérez ya se había hecho un nombre al panorama musical y esto le abrió una puerta que acabaría siendo muy relevante. "Me llamaron para hacer un festival en una finca de la Costa Brava que se llamaba Cap Roig. Y así lo hicimos y el Festival Cap Roig encendió la música el 2000. El proyecto empresarial ya contaba con un festival en invierno y uno en verano: "Fue nuestra piedra angular".

De Franco Battiato a Bob Dylan

Con siete años, Cap Roig se convirtió en el mejor festival al aire libre de Europa y The Independent lo consideró cómo el segundo mejor del mundo. Por Calella de Palafrugell iban pasando artistas de la talla de Paco de Lucía, Bob Dylan, Diana Krall, Woody Allen, Franco Battiato, Raphael, Leonard Cohen o Julio Iglesias.

"Muchos artistas nos preguntaban de qué género era el festival, porque antes los festivales eran del mismo. Yo programaba los mejores artistas de cada género", explica Martín Pérez. Además, llevaron otra innovación al mundo de los festivales, introduciendo la gastronomía de calidad por los asistentes. Y se demuestra con el hecho que El Celler de Can Roca fue el encargado de la oferta durante los primeros años.

Pérez: "Hicimos camino imponiendo la calidad"

"Nos ayudaba mucho, todo ello era la experiencia del festival", incide el fundador. Pero, cuáles eran las claves que convirtieron Cap Roig en una referencia en el mundo? Así lo relata Martín Pérez: "Hicimos camino imponiendo la calidad: teniendo el mejor sonido, la mejor iluminación, las mejores butacas, los mejores servicios, la mejor atención al público...". Y todo con un aforo limitado que permitía ver de cerca grandes músicos internacionales, creando un ambiente intimista y único.

Pero los caminos de Concert Studio y Cap Roig se separaron el 2011, tal como relata: "Cambió la propiedad de la finca y decidieron buscar otra empresa, aunque nosotros lo habíamos creado". Martín Pérez lo explica con pena: "Me supo muy mal, fueron muchos años de esfuerzo. Lo más difícil es arrancar un festival y darle prestigio. Una vez está en marcha es cómo un tren, funciona por inercia".

La magia a Barcelona

Pero Martín Pérez no se quedó parado y el 2013 crea el Festival Jardins de Pedralbes a Barcelona, que en diez años ya se ha convertido en una referencia en la ciudad. Y de nuevo apostando por la calidad y la experiencia del festival, con gastronomía, artistas internacionales y reconocidos y una buena atención. Mucha gente dudaba que un festival cómo éste pudiera funcionar en verano en Barcelona, pero Concert Studio lo consiguió. "Ha sido un punto de inflexión en los festivales de España y Europa", resalta.

"La magia se llevar Patt Smith, Julio Iglesias o Sting a unos jardines de Pedralbes porque actúen por un público reducido. Antes solo pasaba a Londres", celebra. Y a diferencia otras macrofestivals cómo Primavera Sound o Sónar, con quién Pérez dice que no compite, es que el público mayoritario es local.

Pérez: "No todo es dinero. Cuando llegan a Pedralbes se les atiende muy bien y se encuentran el público a tres metros, es mágico"

El prestigio de Concert Studio y Martín Pérez es el que permite llevar artistas de primer nivel mundial a propuestas cómo Pedralbes. "Se les tiene que hacer entender que no pueden tener los mismos honorarios cuando actúan por 2.000 personas que si lo hacen por 15.000. Y tienen que estar dispuestos a hacerlo", descubre.

Para el fundador del festival, la clave es la calidad del proyecto y la seriosidad que transmite: "En la primera edición vinieron artistas con quienes tenía más relación, cómo Julio Iglesias o Josep Carreras. Y si les gusta, ya lo recomiendan a otros compañeros". "No todo es dinero. Cuando llegan a Pedralbes se les atiende muy bien y se encuentran el público a tres metros, es mágico", enfatiza.

De Pedralbes a Madrid y al alma del público

La edición de este 2023, el Festival de Jardins de Pedralbes se ha trasladado al Poble Español y se ha rebautizado como Alma. "El festival tiene alma y magia", insiste Martín Pérez. Y esta marca será la que importarán al resto de festivales que organicen con el modelo Pedralbes. Y el siguiente paso será a Madrid, donde crearán un festival con la misma filosofía. Y después esperan extenderlo por otras ciudades españolas. Todo ello ya con la colaboración de la segunda generación, los hijos de Martín, que se han introducido al negocio.

Y no es el único proyecto reciente. Concierto Studio también ha creado recientemente el Cerdanya Music Festival y el Icónica Sevilla Fest. "En todas partes recibimos el público con una sonrisa", destaca por encima de todo. Y mientras tanto no ha parado de organizar conciertos de giras internacionales y llevando artistas alEstado cómo el violinista André Reís, la bailaora Sara Baras o los conciertos de su amigo Josep Carreras, con quién empezó todo.

Desde entonces 26 años de éxitos y de revolución en los festivales musicales del país. "Sin ser presuntuoso, puedo decir que formo parte de la pequeña historia de muchas personas. A menudo, alguien me para y me dice que todavía recuerda aquel concierto de hace quince años. Es mágico".