De la fregona al Airbus(LID Editorial, 2017) es una guía para todos aquellos emprendedores, empresarios y diseñadores que quieren lanzarse a la piscina de la innovación y promover sus propios productos cuando parece que ya no se puede inventar nada más.
A pesar de que parezca imposible, la innovación siempre es posible en cualquier campo y cosa que no se nos acuda. Siempre hay un margen de mejora o de perfeccionamiento, afirman los autores del libro, Juli Capilla y Antonio Monturiol, los cuales recuerdan que actualmente se desconocen los productos que inundarán el mercado de aquí a 50 años.
La pregunta es: cómo llego a la innovación que algún día tendrá este esperado éxito? No hay una respuesta única ni clara. El único camino para conseguirlo es investigar la competencia, detectar los errores y puntos fuertes de los productos disponibles y pensar en alguna posible funcionalidad que sería útil.
También hay el caso de los más perezosos, los que copian productos. Pero tanto pueden ser copias legítimas como ilegítimas. Un buen ejemplo es la fregona del español Manolo Jalón, un invento surgido de la herramienta que utilizaban los soldados de los Estados Unidos para limpiar sus hangares.
En términos generales, se puede considerar copia porque la idea proviene de un objeto ya inventado, pero es legítima porque lo tuvo que mejorar porque encajara en el mercado nacional. También es aceptable que se haga un tipo de réplica del producto cuando los derechos sobre él ya se han agotado o caducado, de forma que queda libre su fabricación.
Por lo tanto, no es osado comparar la fregona con un Airbus, tal como hacen Capilla y Monturiol al título del libro. Los dos son una apuesta por la investigación, el desarrollo y la innovación; y esconden una serie de revolucionarias novedades que los trajeron a triunfar comercialmente.
Otros inventos de Jalón que han pasado a la historia son las glaçoneres apilables, pensadas para ocupar menos espacio al congelador; el pitaplauso, un objeto con forma de maraca que tenía que servir para silbar y aplaudir en grandes acontecimientos; o la jeringuilla desechable, el gran invento español que con los años se ha convertido en uno de los inventos más prácticos para la medicina.