17
de Junio
de
2015
Act.
17
de Junio
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2015
Eticom-Somos Conexión, la primera cooperativa de consumo de servicios de telecomunicaciones sin ánimo de lucro, ha empezado a ofrecer sus servicios a principios de junio y, de momento, el recibimiento del proyecto "ha sido muy buena", explica Andreu Camprubí, sociólogo y miembro impulsor de esta cooperativa con sede en Barcelona. Desde el lanzamiento de la actividad, el jueves día 4 de junio, la cooperativa, formada por 500 socios, ha recibido 98 inscripciones nuevas. Actualmente tienen 42 contratos activos y ya han recibido 166 peticiones para empezar a recibir el servicio.
La cooperativa telefónica, cuestión de tiempo
Durante años hemos visto nacer cooperativas de consumo sobre todo de fruta y verdura ecológica y posteriormente han aparecido iniciativas en sectores "que hace diez años era imposible imaginarse", como por ejemplo la electricidad, apunta Camprubí. El ejemplo de Somos Energía fue en cierta medida el referente impulsor de este proyecto: "Se puede emprender de forma solidaria en sectores complejos que tienen un componente oligopolístic muy fuerte, como es el caso de la energía eléctrica", explica el joven de Lleida, residente en Barcelona. Y era cuestión de tiempo queapareciera una de telecomunicaciones.
En octubre de 2013 la iniciativa cristaliza gracias a la confluencia de intereses de Camprubí y Mercè Botella con Somos-Conexión, nacida en Rubí, y Oscar Rando de Eticom, plataforma instalada inicialmente al barrio de Santo Cosme del Prat de Llobregat. Justamente, Botella será una de las ponentes de este año del BizBarcelona para explicar la estrategia empresarial de emprender cooperativamente.
En este sentido, Camprubí reivindica que "como empresa a Eticom-Somos Conexión hacemos actividad económica en el sentido más primigenio, es decir, satisfacemos una necesidad", puesto que el objetivo de esta plataforma no es hacer beneficios sino dar un "buen servicio". De este modo los beneficios que se produzcan se revierten a la empresa y no quedan en manso de unos cuántos accionistas.
Cómo funciona?
Los que quieran contratar los servicios de esta cooperativa tendrán que pasar a ser parto de la empresa: "Los consumidores o clientes son, a la vez, propietarios de la empresa con voz y voto a la asamblea de la cooperativa", explica Camprubí. Los clientes de la cooperativa serán socios, de este modo tienen que hacer una aportación inicial de 100 euros.
Con esta aportación se pasa a ser parto de la cooperativa y se puede tener voz y voto dentro de los órganos internos de gestión. Un equipo coordina la parte más diaria de la empresa, siempre de acuerdo con las decisiones del consejo rector y la asamblea, que se reúne una vez al año.
La cooperativa ofrece, en estos momentos y a precios de mercado, servicios de internet móvil y minutos de voz. A guisa de ejemplo, 100 minutos y 1Gb de datos cuestan 11 euros.
Camprubí explica pero que "nosotros no podemos producir minutos o megas, sólo los podemos revender porque el mercado está montado así", por este motivo lo hacen mediante el arrendamiento de las infraestructuras de Orange. Eticom-Somos Conexión compra minutos a la operadora virtual Más Móvil.
Cualquier persona puede entrar al web de la cooperativa y darse de alta, hacer la aportación y empezar a recibir el servicio. En pocos días recibirá el contrato de su portabilidad a casa por correo postal, así como la tarjeta SIM.
El servicio técnico lo dan, ahora mismo, voluntarios que forman parte de la cooperativa en una centralita: "Toda la relación de los clientes es con Eticom pero si hay problemas de conexión de red todo depende de Más Móvil".
Mundo cooperativo, una alternativa de bien común
"Hay alternativas para pasar a formar parte de Eticom-Somos Comunicación, a través de MésOpcions, una iniciativa que aglutina muchas cooperativas de consumo", explica Camprubí. Siendo socio de Más Opciones no se tiene derechos políticos pero si el derecho de consumo.
El modelo de la cooperativa se ha postulado en tiempo de crisis como una estructura fuerte y alternativa con gran carga de valores pero también fortaleza económica. De hecho las cooperativas ya contrataban a niveles previos a la crisis mucho antes que la macroeconomía empezara a mostrar brotes verdes por las empresas tradicionales.
De hecho, se trata de la primera cooperativa de ámbito estatal que busca penetrar al mercado de las telecomunicaciones, y lo hace siguiendo el exitoso modelo de la cooperativa de energías renovables Somos Energía, u otras iniciativas de economía social y solidaria cómo en sectores como la banca, los seguros o la alimentación, entre otros. Surge de la necesidad de disponer de alternativas éticas y sociales de consumo en sectores estratégicos, que se han convertido en una necesidad vital para el desarrollo social de las personas y las colectividades.
Un espectro privatizado
El uso de la red y las antenas, que antes eran públicas, se subasta al mejor postor. Movistar, Vodafone, Orange o Yoigo pagan millones de euros para tener el derecho de explotación de un trozo del espectro, "todos los que no son estos actores tenemos que comprar los minutos o los megas a las empresas", lamenta Camprubí y añade que el ideal sería que el espectro radioeléctrico fuera un bien común y se pudiera tener "un acceso directo o que no se tuviera que pagar el acceso de paso a un oligopolio".
Esto no pasa en el Reino Unido, donde Phonecoop hace veinte años que funciona: "Nos traen mucho aventaje y se han mostrado muy avezados a ayudarnos". La diferencia es que en Inglaterra la red es pública y, por lo tanto, "las condiciones son muy diferentes".
Fibra óptica, objetivo de futuro
"A largo plazo, pero, nuestro objetivo es centrarnos en la fibra óptica, la red de comunes y el VoIP", afirma Camprubí. Según explica el emprendedor, "la Unión Europea dice que las redes de fibra óptica tienen que ser públicas o de comunes, pero los ayuntamientos delegan a las grandes compañías que pasen su cable" y esto es contrario a la legislación europea.
El objetivo de futuro de Eticom-Somos Conexión, pues, pasa para impulsar la red de fibra óptica a través de la fundación guifi.net, que garantiza un uso y acceso transparente de esta infraestructura. La idea es instalar la infraestructura y que sea comunitaria y "que todo el mundotenga la misma posibilidad de acceso", dice el sociólogo.
La finalidad del proyecto es poder ofrecer en el futuro más y mejores servicios para transformar el sistema económico a través del consumo responsable y cooperativo, poniendo la tecnología al servicio de las personas y avanzar hacia la soberanía en las TIC. Para hacer esto, como dice Camprubí, "ahora hay que coger músculo".
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La cooperativa telefónica, cuestión de tiempo
Durante años hemos visto nacer cooperativas de consumo sobre todo de fruta y verdura ecológica y posteriormente han aparecido iniciativas en sectores "que hace diez años era imposible imaginarse", como por ejemplo la electricidad, apunta Camprubí. El ejemplo de Somos Energía fue en cierta medida el referente impulsor de este proyecto: "Se puede emprender de forma solidaria en sectores complejos que tienen un componente oligopolístic muy fuerte, como es el caso de la energía eléctrica", explica el joven de Lleida, residente en Barcelona. Y era cuestión de tiempo queapareciera una de telecomunicaciones.
En octubre de 2013 la iniciativa cristaliza gracias a la confluencia de intereses de Camprubí y Mercè Botella con Somos-Conexión, nacida en Rubí, y Oscar Rando de Eticom, plataforma instalada inicialmente al barrio de Santo Cosme del Prat de Llobregat. Justamente, Botella será una de las ponentes de este año del BizBarcelona para explicar la estrategia empresarial de emprender cooperativamente.
En este sentido, Camprubí reivindica que "como empresa a Eticom-Somos Conexión hacemos actividad económica en el sentido más primigenio, es decir, satisfacemos una necesidad", puesto que el objetivo de esta plataforma no es hacer beneficios sino dar un "buen servicio". De este modo los beneficios que se produzcan se revierten a la empresa y no quedan en manso de unos cuántos accionistas.
Cómo funciona?
Los que quieran contratar los servicios de esta cooperativa tendrán que pasar a ser parto de la empresa: "Los consumidores o clientes son, a la vez, propietarios de la empresa con voz y voto a la asamblea de la cooperativa", explica Camprubí. Los clientes de la cooperativa serán socios, de este modo tienen que hacer una aportación inicial de 100 euros.
Con esta aportación se pasa a ser parto de la cooperativa y se puede tener voz y voto dentro de los órganos internos de gestión. Un equipo coordina la parte más diaria de la empresa, siempre de acuerdo con las decisiones del consejo rector y la asamblea, que se reúne una vez al año.
La cooperativa ofrece, en estos momentos y a precios de mercado, servicios de internet móvil y minutos de voz. A guisa de ejemplo, 100 minutos y 1Gb de datos cuestan 11 euros.
Camprubí explica pero que "nosotros no podemos producir minutos o megas, sólo los podemos revender porque el mercado está montado así", por este motivo lo hacen mediante el arrendamiento de las infraestructuras de Orange. Eticom-Somos Conexión compra minutos a la operadora virtual Más Móvil.
Cualquier persona puede entrar al web de la cooperativa y darse de alta, hacer la aportación y empezar a recibir el servicio. En pocos días recibirá el contrato de su portabilidad a casa por correo postal, así como la tarjeta SIM.
El servicio técnico lo dan, ahora mismo, voluntarios que forman parte de la cooperativa en una centralita: "Toda la relación de los clientes es con Eticom pero si hay problemas de conexión de red todo depende de Más Móvil".
Mundo cooperativo, una alternativa de bien común
"Hay alternativas para pasar a formar parte de Eticom-Somos Comunicación, a través de MésOpcions, una iniciativa que aglutina muchas cooperativas de consumo", explica Camprubí. Siendo socio de Más Opciones no se tiene derechos políticos pero si el derecho de consumo.
El modelo de la cooperativa se ha postulado en tiempo de crisis como una estructura fuerte y alternativa con gran carga de valores pero también fortaleza económica. De hecho las cooperativas ya contrataban a niveles previos a la crisis mucho antes que la macroeconomía empezara a mostrar brotes verdes por las empresas tradicionales.
De hecho, se trata de la primera cooperativa de ámbito estatal que busca penetrar al mercado de las telecomunicaciones, y lo hace siguiendo el exitoso modelo de la cooperativa de energías renovables Somos Energía, u otras iniciativas de economía social y solidaria cómo en sectores como la banca, los seguros o la alimentación, entre otros. Surge de la necesidad de disponer de alternativas éticas y sociales de consumo en sectores estratégicos, que se han convertido en una necesidad vital para el desarrollo social de las personas y las colectividades.
Un espectro privatizado
El uso de la red y las antenas, que antes eran públicas, se subasta al mejor postor. Movistar, Vodafone, Orange o Yoigo pagan millones de euros para tener el derecho de explotación de un trozo del espectro, "todos los que no son estos actores tenemos que comprar los minutos o los megas a las empresas", lamenta Camprubí y añade que el ideal sería que el espectro radioeléctrico fuera un bien común y se pudiera tener "un acceso directo o que no se tuviera que pagar el acceso de paso a un oligopolio".
Esto no pasa en el Reino Unido, donde Phonecoop hace veinte años que funciona: "Nos traen mucho aventaje y se han mostrado muy avezados a ayudarnos". La diferencia es que en Inglaterra la red es pública y, por lo tanto, "las condiciones son muy diferentes".
Fibra óptica, objetivo de futuro
"A largo plazo, pero, nuestro objetivo es centrarnos en la fibra óptica, la red de comunes y el VoIP", afirma Camprubí. Según explica el emprendedor, "la Unión Europea dice que las redes de fibra óptica tienen que ser públicas o de comunes, pero los ayuntamientos delegan a las grandes compañías que pasen su cable" y esto es contrario a la legislación europea.
El objetivo de futuro de Eticom-Somos Conexión, pues, pasa para impulsar la red de fibra óptica a través de la fundación guifi.net, que garantiza un uso y acceso transparente de esta infraestructura. La idea es instalar la infraestructura y que sea comunitaria y "que todo el mundotenga la misma posibilidad de acceso", dice el sociólogo.
La finalidad del proyecto es poder ofrecer en el futuro más y mejores servicios para transformar el sistema económico a través del consumo responsable y cooperativo, poniendo la tecnología al servicio de las personas y avanzar hacia la soberanía en las TIC. Para hacer esto, como dice Camprubí, "ahora hay que coger músculo".
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