¿Se puede despedir a un trabajador y que sea una experiencia "positiva"? Esta es la premisa de una nueva modalidad de despido utilizada por McKinsey. La firma de consultoría internacional pagará a sus trabajadores para que busquen otro empleo. Los mandos intermedios (managers) de McKinsey en el Reino Unido que deseen abandonar la consultora, seguirán cobrando de la empresa mientras buscan otro trabajo, según ha informado el diario británico The Times citando fuentes conocedoras de la situación. Es decir, los trabajadores recibirán su salario durante un período de nueve meses a cambio de buscar un nuevo empleo fuera de la organización. Además de pagarles por esto, la empresa también les dará la posibilidad de acceder a servicios de asesoramiento profesional para sus carreras laborales. Sin embargo, también tiene una contrapartida negativa: si no tienen éxito y no encuentran un nuevo destino, también tendrán que dejar McKinsey.
Los trabajadores de McKinsey recibirán su salario durante un periodo de nuevo meses a cambio que busquen un nuevo puesto de trabajo
Ya hace tiempo que la industria de la gran consultoría vive un periodo de contención y reestructuración. Por ejemplo, Deloitte prepara la reestructuración más grande en una década para reducir costes y no será fácil porque cuenta con 455.000 empleados en todo el mundo. La reorganización de las operaciones se produce después de que la firma decidiera no dividir las actividades de auditoría y consultoría.
Sin embargo, a gran parte de los trabajadores de McKinsey, al igual que en otras grandes consultoras, les sorprende la decisión de los despidos, ya que McKinsey tuvo unos ingresos récord de 16.000 millones de dólares durante el 2023. Estas consultoras tienen una cultura corporativa basada en el up or out (a arriba o fuera), que consiste en hacer que si no asciendes durante cierto tiempo, es mejor abandonar la compañía. Actualmente, para acceder a una consultora, las entrevistas son exhaustivas y para ciertos puestos se necesitan más de cinco filtros y personas para ver "cómo reaccionas ante ciertas circunstancias y problemas". No obstante, entrar en una consultora no significa que te quedes allí para siempre: el nivel de rotación es muy alto y las salidas y entradas son muy habituales.
En febrero de este año, Bloomberg informó que McKinsey había dado a 3.000 empleados calificaciones de rendimiento bajas. El informe indicaba que los empleados que recibieron estas calificaciones tenían unos tres meses para mejorar su rendimiento o se les "aconsejaría que abandonaran", según señalan fuentes de McKinsey a The Times.
Las consultoras tienen una cultura corporativa basada en el "up or out", es decir, si no asciendes es mejor abandonar la compañía
Hace un año, la compañía estadounidense también despidió a 1.400 trabajadores, aproximadamente el 3% de su plantilla conformada por 47.000 empleados en 2023. Cinco años antes, McKinsey tenía 28.000 empleados. Como curiosidad, un portavoz de McKinsey explicó recientemente a los medios ingleses que la misión de la empresa era ayudar a los empleados a "crecer hacia líderes, tanto si se quedan en McKinsey como si continúan su carrera en otro lugar". "Estas acciones forman parte de nuestro esfuerzo continuo para garantizar que nuestro enfoque de gestión y desarrollo del rendimiento sea lo más efectivo posible, e, iniciativas como estas, nos ayudan a hacerlo de una manera solidaria", destacaba el portavoz. Unos despidos "felices" que se han convertido en una atípica modalidad que revoluciona los recursos humanos. Y veremos si tiene vida más allá de la consultoría.