Como todo aquello que supone una revolución, la inteligencia artificial (IA) ha despertado grandes debates en el mundo científico, sobretodo en lo relativo a los desafíos éticos que se le asocian. Sin embargo, estos debates no hacen mas que esconder las enormes posibilidades de una tecnología capaz de revolucionar el mundo y resolver muchos de los problemas más complejos de la biología y la medicina moderna. Su mejor uso de los datos, y su capacidad para simular interacciones químicas y pronosticar las reacciones de los nuevos medicamentos en los pacientes, dota a la comunidad biomédica de una considerable ventaja en la lucha contra muchas enfermedades.
El plazo de desarrollo normal de una vacuna, hasta que logra comercializarse, suele moverse entorno los siete y doce años, con un coste asociado de cerca de 2.500 millones de dólares. La gran excepción fue la desarrollada para combatir la covid-19. Aplicando (y gracias a) la IA, las farmacéuticas Moderna y Pfizer encontraron la solución en menos de un año, para alivio de todos.
El plazo de desarrollo normal de una vacuna suele moverse en torno a los siete y doce años, con un coste asociado de cerca de 2.500 millones de dólares
Hace ya doce años, investigadores del Instituto Hospital de Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) crearon una plataforma informática para recoger toda la información de las más de ocho mil publicaciones científicas que se publican cada mes i que, hasta entonces, estaba disgregada en varias fuentes: las relaciones entre genes y enfermedades. Esta herramienta de acceso abierto y de uso exclusivo para fines non-profit, llamada DisGeNET, se ha convertido en una referencia en el ámbito de la investigación. Hasta cien mil científicos y médicos hacen uso de sus servicios.
Así, y debido a la alta demanda de grandes farmacéuticas para utilizar la plataforma para fines comerciales, se desarrolló en febrero de 2020, la startup MedBioInformatics Solutions con el objetivo de lanzar DisGeNet Plus. Un software y servicios de consultoría que aportan valor añadido a la información de DisGeNET para ayudar a las empresas a elaborar nuevos productos y servicios. Esta versión comercial tiene catalogados cerca de 24.000 genes, mientras que la pública cuenta con 19.000.
DisGeNET se ha convertido en una referencia en el ámbito de la investigación
El público objetivo de la compañía emergente son empresas que buscan desarrollar terapias novedosas, nuevos fármacos o nuevas terápias. Es por ello que, aunque actualmente la empresa cuenta con más de diez clientes de renombre, la mayoría de ellos se encuentran en Estados Unidos y China. Recientemente han firmado con Alexion Pharmaceuticals, del grupo de AstraZeneca, especializado en enfermadades raras y que, solo gracias a DisGeNet Plus, puede plantearse el desarrollo de nuevos medicamentos. “Para los medicamentos y terapias de estas enfermedades, se necesita mucha inversión. Y ahí es donde entramos nosotros, con nuestra IA. Sólo con nuestra tecnología puede encontrar la solución en, incluso, seis meses, y con una fracción del coste”, explica Felix Slager, el Chief Executive Officer de MedBioInformatics Solutions.
De esta manera, de cara al 2023, se pretende “ganar clientes para, a continuación, desarrollar nuevas funcionalidades y ampliar el personal. Contamos con expertos en genética y bioinformática. También médicos. Crecer te da la oportunidad de buscar nuevos perfiles, muchos sugeridos por los propios clientes”, apunta Slager.
Hay que tener en cuenta que los clientes de DisGeNET no se concentran solo en el mundo de la medicina
Hay que tener en cuenta, además, que los actuales y los potenciales clientes no se concentran solo en el mundo de la medicina. Otros sectores, como el cosmético o el textil, en el que por ejemplo han colaborado con Inditex, buscan nuevos compuestos químicos para impulsar productos verdes, sostenibles y sanos. De este modo, los límites, si los hay, de DisGeNet son tan amplios como uno pueda imaginar.
La inteligencia artificial ha venido para quedarse y marcar el camino de los avances del futuro, pero también del presente. Favorecer la evolución de ésta no sólo permitirá a la farmacéuticas desarrollar nuevos productos, sino que hará de nuestra vida algo más fácil y agradable.