En la integración de personas con diversidad funcional al centro de trabajo, "si sólo se quiere cumplir la ley, vamos mal". Estas son las palabras de Cristina Alonso Dominguez, responsable de desarrollo de recursos humanos a La Sirena. "Este colectivo tiene que tener las mismas oportunidades que cualquier otro", y un golpe se entiende esto, los resultados son increíbles. Esta es una de las conclusiones a que han llegado algunos de los empresarios y responsables de recursos humanos de la empresa de congelados, Nespresso o el operador logístico Adrilia externos de Sabadell en un debate en Barcelona.
Como integrar personas con diversidad funcional, discapacidad física o alguna enfermedad degenerativa? Muchas empresas tienen voluntad pero no saben por donde empezar. Por eso existen entidades y fundaciones que dan un golpe de mano. Cómo por ejemplo la fundación Aura. Glòria Canals Sans es la directora de esta fundación que cuenta con años de experiencia en este ámbito. Las cifras lo avalan: 323 contratos conseguidos en la empresa ordinaria, 227 participantes, 120 empresas con Aura, 1.500 empresas contratadas.
Según Canals lo más importante es "encontrar el empresario que quiere cumplir, no por la ley sino porque está convencido". De la mano de Canals trabaja Carlos Carriedo, de DABA Nespresso, el distribuidor oficial de la marca de café a siete países y que da trabajo a 1.300 personas. Esta empresa que forma parte de Cobega se toma mucho a pecho su convencimiento para trabajar con personas con diversidad funcional.
Carriedo: "No queremos ayudar los trabajadores con diversidad de capacidades de una manera irreal, integrar no quiere decir ayudar, quiere decir normalizar"
"Nos costó entender que son personas con capacidades diferentes y que no hay que darlos aventaje a pesar de tener capacidades diferentes", explica el responsable de la empresa. Carriedo dice que "no queremos cumplir una cuota, no queremos ayudarlos de una manera irreal, integrar no quiere decir ayudar, quiere decir normalizar". El directivo explica que las compañías normalmente tienden a contratar este colectivo de trabajadores para trabajos mecánicos y que no se encuentran de cara en el público: "Tendemos a poner personas con diversidad de capacidades al backoffice, por qué no tener personas con síndrome de Down tratando con los clientes?". Así, por ejemplo, en la tienda de Nespresso del Paseo de Gràcia cuentan con una trabajadora de cara al público con discapacitado. Pero en las tiendas cuentan con 28 personas con diversidad de capacidades, 22 de los cuales con síndrome de Down.
Canals explica que el trabajo de las fundaciones es hacer seguimiento y que, como cualquier trabajador, puede funcionar o no adaptarse a un lugar de trabajo. Cuando esto pasa, las condiciones son iguales y el trabajo de inserción empieza de nuevo en otra empresa. "Tenemos casos de éxito de personas que hace 25 años que trabajan en la misma empresa", recalca.
"Son personas que quieren aportar a la sociedad igual que el resto de conciudadanos", explica Mireia Martínez Carro, responsable del área de inclusión laboral a la Fundación Privada ECOM. Esta fundación ha ayudado la empresa Adrilla externos a contratar chicos y chicas con diversidad funcional. El portavoz de la empresa, Josep Querol, resalta que la experiencia sólo es positiva. "La experiencia está siendo muy buena, son personas conscientes de sus limitaciones pero que quieren superarse cada día. Nos encontramos con casos de trabajadores que los tenemos que frenar porque dan demasiado de sí. No consideramos que tengan ningún tipo de limitación: cuando quieren, pueden y cuando pueden, pueden más".
Enfermedad en diferido
Esto en los casos de trabajadores con algún tipo de limitación física o síndrome de Down. Pero en el caso de enfermedades degenerativas, la cosa cambia. La Federación de Esclerosis Múltiple se encarga de ayudar en el ámbito laboral quienes son diagnosticados con esta enfermedad. Eva Navarro Lorente es la directora de intermediación laboral y relación con empresas de la Federación de Esclerosis Múltiple.
Querol: "Son personas conscientes de sus limitaciones pero que quieren superarse cada día"
Hay 7.000 personas afectadas de esclerosis múltiple en Cataluña: "Cómo se detecta muy temprano muchos de los afectados se encuentran en la edad en que tienen que tomar decisiones –formar una familia, estudiar, comenzar una carrera laboral, etc.-. Muchos tienen que reorientar su carrera profesional por la sintomatología de la enfermedad", explica la directora. Su experiencia la hace afirmar que cuando una empresa quiere integrar trabajadores con esta condición "el trabajo no tiene que ser unidireccional, tenemos que implicar todos los agentes que tienen poder de contratación de personas con esclerosis múltiple". Las compañías se tienen que hacer la siguiente pregunta: qué pasa en una empresa si un trabajador con 10 años de antigüedad es diagnosticado de esclerosis múltiple? Está la empresa preparada?.
Esta enfermedad neurodegenerativa avanza lentamente y, por suerte, con los actuales tratamientos se puede frenar y mitigar los efectos. Un 43% de las personas que hace 3 años que han sido diagnosticados, tienen que cambiar de lugar de trabajo. "Pero la continuidad laboral es terapéutica: garantiza vida social, independencia, autoestima, etc.", dice. Segundo Navarro, "no se trata de conseguir éxitos rápidos, sino que es un trabajo de fondo y de concienciación".
Eva López es la interlocutora de la empresa de congelados La Sirena con la Federación de Esclerosis Múltiple. López explica, en relación a estos trabajadores: "No somos germanetes de la caridad, somos empresas, necesitamos resultados. El trabajador se tiene que adaptar al lugar de trabajo. Pero un golpe se han adaptado, su actitud desborda y esta es la clave".
Y precisamente por este motivo, López cree que los trabajadores con diversidad funcional son un gran activo para toda empresa: "Qué es el que nos perdemos para no tener estas personas a las compañías? Qué nicho de mercado más bono que tenemos en estos colectivos!", exclama.