El Consorci de la Zona Franca de Barcelona cierra las cuentas de 2020 con un volumende negocio de 55 millones de euros. Según ha informado el organismo, los resultados han sido similares a los del ejercicio anterior, y han registrado un beneficio de operaciones ordinarias superior a los 13,5 millones de euros. El patrimonio neto de la entidad se sitúa en los 491 millones de euros.
Además de la validación de las cuentas del 2020, el plenario, presidido por la alcaldesa de Barcelona AdaColau y por el delegado especial del Estado al CZFB PereNavarro, ha aprobado el planteamiento estratégico del Consorci, muy marcado por el impulso de la Barcelona New Economy Week (BNEW). Según ha informado la empresa, la segunda edición del acontecimiento será una de los grandes hitos de la historia del organismo, con un programa con 10 verticales para impulsar la innovación a Barcelona.
El plenario de la empresa pública ha abordado también otras temas relevantes para la economía local cómo la primera fase de Dfactory Barcelona, que cuenta con una inversión de 25 millones de euros por parte del CZFB y comprende un edificio "singular y sostenible" de 17.000 metros cuadrados a la Zona franca. El objetivo de Dfactory será unir empresas tecnológicas con potenciales clientes corporativos, con proyectos centrados en la IA, la robótica o la ciberseguretat.
También se han marcado durante la reunión los compromisos de la empresa con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, un proceso que el CZFB lleva desarrollando más de un año y del que ya han presentado varios informes, todos ellos favorables al cumplimiento de las agendas de sostenibilidad.
Según el delegado especial del Estado a la CZFB Pere Navarro, "el reto de la reactivación es asentar unas nuevas bases que permitan avanzar" hacia un nuevo modelo económico, más innovador y con mayor valor añadido. El Consorci quiere ser, afirma Navarro, "un actor proactivo en esta transformación, generando el entorno necesario para avanzar en esta dirección".