Jubilado del día a día de la publicidad, LluísBassat realiza unas 40 conferencias al año y viaja con el AVE cada semana en Madrid. El reconocido publicista catalán, fundador de la agencia Bassat & Asociados el 1975, actual Bassat Ogilvy, revisa el correo continuamente: "Cuando estaba en activo se me hacían listas llarguíssimes de mails y llamadas para responder. Ahora ya no, cuando tengo un mail, llamada o mensaje contesto siempre el mismo día".
Hace más de 25 años que cada mañana va un rato en bicicleta. "Desde que me rompí el menisc y el médico me dijo que tenía que dejar de correr y jugar al tenis", recuerda.
Aprovecha los anocheceres para leer. A su mesilla de noche hay el último libro de Vidal Folch, Cataluña independiente?, que califica de "magnífico". Eso sí, si ha partido del Barça en casa, siempre lo encontraréis en el Camp Nou. Así es un día a la vida de en LluísBassat.
7.00 - Me despierto y a las ocho menos cuarto, cojo la bicicleta y mevoy por la Diagonal hasta llegar al Parque de Cervantes. Si algún día estoy en muy buena forma y no tengo prisa para volver, continúo más arriba, por los alrededores del Hospital San Juan de Dios hasta la carretera de las aguas.
9.00 – Llego al despacho y dedico una hora a organizar la agenda y los temas del día con Montse Beltran, la personal assistant.
10.00 – Los martes me acostumbro a encontrar con Núria Poch, directora del Museo de Arte Contemporáneo de Mataró, y con en Damià Calveras, director de la Fundación Carmen y Lluís Bassat.
11.30 – Me encuentro con mi hija grande, Yolanda, responsable de Bassat Partners, la pequeña empresa familiar que tenemos, y con Nuria Fusté, directora financiera de la compañía.
14.00 – Siempre intento ir a comer en casa.
16.00 – Vuelvo al despacho y dedico la tarde a hacer cosas mías: Preparar el contenido de alguna conferencia, acabar las últimas correcciones del libro La creatividad y que está previsto que salga en febrero, etc.
20.00 – Vuelvo hacia casa, a no ser que aquel día tenga alguna conferencia.
21.00 – Cenamos algo ligera mientras miramos el telediario y después acostumbro a ver una película con mi mujer, a no sé quehaya algún programa aquel día que me interese mucho o juegue el Barça.
23.30 – Es la hora que intento ir a dormir, así duermo siete horas y media que es el que me conviene.