Los impulsores de la sucursal del Hermitage en Barcelona dan por cerrado el proyecto. La oposición del Ayuntamiento al espacio ha provocado que la sociedad haya paralizado los gastos fijos que mantenía para salir adelante el proyecto y apueste ahora para centrar los recursos en la vía judicial contra el gobierno municipal, según ha avanzado El País y ha confirmado el ACN. La primera resolución que se espera es sobre las medidas cautelares, puesto que la compañía ha solicitado al juzgado que anule la decisión del pleno para impedir la autorización administrativa para construir el edificio.
El Port de Barcelona es propietaria de los terrenos donde se tenía que levantar el edificio y, el 26 de mayo del año 2021, autorizó la construcción con tal que se firmara el convenio. Solo dos días después de la decisión del puerto, el gobierno municipal aprobó no tramitar el documento conjunto.
La llegada del Hermitage en la capital catalana se inició hace más de diez años y contemplaba una inversión superior a los 50 miliones de euros. Preveía la construcción de un edificio blanco con líneas onduladas, diseñado por el arquitecto japonés Toyo Ito, ante el mar. El museo tenía que incorporar el fondo del Hermitage de San Petersburg, con el cual firmó un convenio de colaboración durante 50 años.