31
de Diciembre
de
2015
Act.
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de Diciembre
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2015
El 31 de diciembre de 2014, al cumplirse exactamente 20 años de la aprobación de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), se producirá la extinción de algunos contratos de alquiler de locales comerciales. El fin de la moratoria que permitía al comercio mantener alquileres por debajo del mercado obliga a miles de tiendas a renegociar la renta antes de final de año o enfrentarse al cierre.
Uno de cada diez locales en régimen de alquiler, según la Confederación Española de Comercio, está afectado por el fin de la moratoria establecida por la ley de 1994 porque los espacios arrendados antes de 1985 mantuvieran la renta antigua por un plazo de 20 años, un tipo de contrato a largo plazo que solamente los permitía subir la renta según el IPC. Hay algunas excepciones, pero en general todos estos contratos tienen que renegociarse antes del 1 de enero.
La mayoría de los comerciantes reconocen que se paga poco, pero piden que se frene la especulación. Los propietarios, en cambio, defienden su derecho a sacar un mayor rendimiento, a pesar de que algunos locales pertenecen a entidades bancarias, fundes buitre o grandes corporaciones y por lo tanto no hay una cara con quién negociar.
"El 2015 será un goteo de cierres", dice Josep María Roig, secretario de la Asociación de Establecimientos Emblemáticos de Barcelona. "A partir de ahora vendrán el resto, los propietarios que tienen arrendamientos antiguos se jubilarán este año", añade. Joan Piera es el propietario de una de las tiendas afectadas por la LAU: "Tanto que hablamos de Alemania, allá hay regulación; un propietario no puede decir de repente que vale cinco veces más; nopuede haber una libertad total, el locatario no tiene ningún derecho", concluye.
El Ayuntamiento de Barcelona ha elaborado un plan para apoyar en las tiendasviables. Tiene una lista con comercios emblemáticos, para intervenir en la negociación para la renovación del alquiler o ayudarlos a buscar otro local. Cierren, se muden o se queden, repasamos algunos de los locales emblemáticos con más solera que se ven afectados por esta nueva situación:
El Indio: Esta tienda de teles de Barcelona situada en la calle de Carme 24 está abocada al cierre. Es una de las tiendas emblemáticas del barrio del Arrabal.
La Colmena (1849): Roig regenta la pastelería La Colmena, un negocio que existe desde 1849 y que es al local de la plaza de Àngel desde 1872. El suyo es uno de los casos que ha acabado con acuerdo. Pagaba poco más de mil euros ypasará a desembutxacar 7.500 para quedarse. Los propietarios han optado para cobrarle algo menos pero mantener a Roig como locatario.
Musical Emporium (1900): Este emblemático local de la Rambla de Canaletes 29 fundada a principios del siglo pasado dice adiós a un siglo de música. El abuelo de Lluís Castelló y Llobet, José Llobet Gardella, un catalán que un día emigró a Argentina en busca de fortuna, y de la cual volvió casado con una italiana y con dos hijas. Tuvo la idea de fundar una editorial destinada a la edición de partituras, especialmente religiosas, y también música popular catalana. Fue así como Musical Emporium abrió sus puertas el 1900, en un pequeño local casi a tocar de una plaza de Cataluña que encara no había empezado a urbanizarse. Hacía apenas una década que se había instalado la actual Fuente de Canaletes, y la ciudad recientemente empezaba a ramificarse hacia el naciente Ensanche.
Colmado Quilez: El Colmado, que es una institución en la capital catalana, abrió al Ensanche el 1940. Tiene diecinueve escaparates y una llarguíssima lista de productos que distribuyen con su etiqueta. Ahora los piden un 700% más del que pagan y la propiedad del inmueble está dispuesta a alquilarlo al mejor postor.
Deulofeu (1918): Quién del todo cierra las puertas este diciembre es la tienda de ropa Deulofeu, de plaza Santo Jaume. Estos últimos días del año ha sido llena, y propietario y trabajadores atenían atareados los clientes, mientras a los escaparates en catalán y en inglés se anunciaba liquidación por cierre.
Tirsa (El Hospitalet): Desde que, en octubre, anunciaron que el Tirsa cerraría alrededor de Nadal, Manel Tirvió, el propietario, no ha dejado de atender grupos de clientes habituales y curiosos que se acercan a hacer la última a la cocteleria de la Hospitalet. Cuando baje la persiana, Tirvió se jubilará.
Kowasa (Mallorca, 235): Una de las mejores tiendas dedicada a la fotografía de la ciudad de Barcelona. La despedida de este establecimiento será más progresivo, en verano pusieron fin a los dieciocho años de trayectoria de la galería y a lo largo del primer trimestre de 2015 cerrarán la librería.
Librería Documenta: En la calle de Cardenal Castañas 4 hay este rincón de mundo y literatura. El 1975, a las puertas de la Transición, Josep Cots fundó esta librería con el propósito que Barcelona tuviera un espacio especializado en novela, poesía, arte, antropología, filosofía y una larga lista de disciplinas.
Casa Piera: Joan Piera, de 62 años, regenta la tienda especializada en bellas artes de la calle Cardenyal Casañas. La abrieron sus padres el 1941, en llena puesto-guerra, para vender pinturas, pinceles y teles, importadas de Francia y Alemania, a grandes nombres de la pintura como Miró y Dalí, recuerda. A falta de poco tiempo de jubilarse, el contrato se acaba de aquí a dos años y de momento mantiene el local histórico con la persiana a media altura. Él ha optado para cambiar el negocio de local. De hecho, empezó a buscar un espacio hace más de veinte años y se vendió la casa para comprar uno a la calle Pintor Fortuny. En su caso, el administrador de la finca tampoco ha querido ni siquiera plantear el diálogo y por lo tanto no tiene la opción de seguir al negocio al local que alquilaron sus padres hace setenta años. Tenía 50 metros cuadrados y podrían pedir más de 6.000 euros. El nuevo espacio Pieratiene 650, y de alquiler ni pedían poco más de 5.000. Con la compra del espacio se liberan de la LAU y el hijo de Joan Piera seguirá el negocio de sus abuelos. Eso sí, en un local nuevo.
Galerías Senda y Taché: la galería del Consejo de Cien 337 seguirá el mismo camino que la Taché, la primera retomará la actividad a la calle Trafalgar y la segunda se muda al pie de Montjuic.
Librería Sant Jordi (Ferran, 41): esta librería ha recibido asesoramiento y apoyo del Ayuntamiento a la hora de negociar su alquiler y de momento seguirá abierta. Es el mismo caso que la tienda La Torre Géneros de Punto (Ronda Sant Antoni, 63).
Estos establecimientos quizás se añadirán a la lista de los que ya han cerrado, como la Filatelia el Monge (1904), una joya modernista de principios de siglo, o La cava de los faros, a la esquina de plaza de Universidad y Talleres, que fue hasta octubre un magnífico escaparate de whisky, ron, orujo, anisos y otros destilados. Los locales de Guantes Victoriano, Granja Gavà, Joan Prats, Víveres Jordi Forcada, Perfumería Prat, Nivel 10 o la emblemática Librería la Canuda (que se convertirá en un Mango) serán ocupados por grandes marcas que se pueden permitir pagar los nuevos alquileres, convirtiendo el centro de Barcelona en el centro de cualquier otra ciudad.
Uno de cada diez locales en régimen de alquiler, según la Confederación Española de Comercio, está afectado por el fin de la moratoria establecida por la ley de 1994 porque los espacios arrendados antes de 1985 mantuvieran la renta antigua por un plazo de 20 años, un tipo de contrato a largo plazo que solamente los permitía subir la renta según el IPC. Hay algunas excepciones, pero en general todos estos contratos tienen que renegociarse antes del 1 de enero.
La mayoría de los comerciantes reconocen que se paga poco, pero piden que se frene la especulación. Los propietarios, en cambio, defienden su derecho a sacar un mayor rendimiento, a pesar de que algunos locales pertenecen a entidades bancarias, fundes buitre o grandes corporaciones y por lo tanto no hay una cara con quién negociar.
"El 2015 será un goteo de cierres", dice Josep María Roig, secretario de la Asociación de Establecimientos Emblemáticos de Barcelona. "A partir de ahora vendrán el resto, los propietarios que tienen arrendamientos antiguos se jubilarán este año", añade. Joan Piera es el propietario de una de las tiendas afectadas por la LAU: "Tanto que hablamos de Alemania, allá hay regulación; un propietario no puede decir de repente que vale cinco veces más; nopuede haber una libertad total, el locatario no tiene ningún derecho", concluye.
El Ayuntamiento de Barcelona ha elaborado un plan para apoyar en las tiendasviables. Tiene una lista con comercios emblemáticos, para intervenir en la negociación para la renovación del alquiler o ayudarlos a buscar otro local. Cierren, se muden o se queden, repasamos algunos de los locales emblemáticos con más solera que se ven afectados por esta nueva situación:
El Indio: Esta tienda de teles de Barcelona situada en la calle de Carme 24 está abocada al cierre. Es una de las tiendas emblemáticas del barrio del Arrabal.
La Colmena (1849): Roig regenta la pastelería La Colmena, un negocio que existe desde 1849 y que es al local de la plaza de Àngel desde 1872. El suyo es uno de los casos que ha acabado con acuerdo. Pagaba poco más de mil euros ypasará a desembutxacar 7.500 para quedarse. Los propietarios han optado para cobrarle algo menos pero mantener a Roig como locatario.
Musical Emporium (1900): Este emblemático local de la Rambla de Canaletes 29 fundada a principios del siglo pasado dice adiós a un siglo de música. El abuelo de Lluís Castelló y Llobet, José Llobet Gardella, un catalán que un día emigró a Argentina en busca de fortuna, y de la cual volvió casado con una italiana y con dos hijas. Tuvo la idea de fundar una editorial destinada a la edición de partituras, especialmente religiosas, y también música popular catalana. Fue así como Musical Emporium abrió sus puertas el 1900, en un pequeño local casi a tocar de una plaza de Cataluña que encara no había empezado a urbanizarse. Hacía apenas una década que se había instalado la actual Fuente de Canaletes, y la ciudad recientemente empezaba a ramificarse hacia el naciente Ensanche.
Colmado Quilez: El Colmado, que es una institución en la capital catalana, abrió al Ensanche el 1940. Tiene diecinueve escaparates y una llarguíssima lista de productos que distribuyen con su etiqueta. Ahora los piden un 700% más del que pagan y la propiedad del inmueble está dispuesta a alquilarlo al mejor postor.
Deulofeu (1918): Quién del todo cierra las puertas este diciembre es la tienda de ropa Deulofeu, de plaza Santo Jaume. Estos últimos días del año ha sido llena, y propietario y trabajadores atenían atareados los clientes, mientras a los escaparates en catalán y en inglés se anunciaba liquidación por cierre.
Tirsa (El Hospitalet): Desde que, en octubre, anunciaron que el Tirsa cerraría alrededor de Nadal, Manel Tirvió, el propietario, no ha dejado de atender grupos de clientes habituales y curiosos que se acercan a hacer la última a la cocteleria de la Hospitalet. Cuando baje la persiana, Tirvió se jubilará.
Kowasa (Mallorca, 235): Una de las mejores tiendas dedicada a la fotografía de la ciudad de Barcelona. La despedida de este establecimiento será más progresivo, en verano pusieron fin a los dieciocho años de trayectoria de la galería y a lo largo del primer trimestre de 2015 cerrarán la librería.
Librería Documenta: En la calle de Cardenal Castañas 4 hay este rincón de mundo y literatura. El 1975, a las puertas de la Transición, Josep Cots fundó esta librería con el propósito que Barcelona tuviera un espacio especializado en novela, poesía, arte, antropología, filosofía y una larga lista de disciplinas.
Casa Piera: Joan Piera, de 62 años, regenta la tienda especializada en bellas artes de la calle Cardenyal Casañas. La abrieron sus padres el 1941, en llena puesto-guerra, para vender pinturas, pinceles y teles, importadas de Francia y Alemania, a grandes nombres de la pintura como Miró y Dalí, recuerda. A falta de poco tiempo de jubilarse, el contrato se acaba de aquí a dos años y de momento mantiene el local histórico con la persiana a media altura. Él ha optado para cambiar el negocio de local. De hecho, empezó a buscar un espacio hace más de veinte años y se vendió la casa para comprar uno a la calle Pintor Fortuny. En su caso, el administrador de la finca tampoco ha querido ni siquiera plantear el diálogo y por lo tanto no tiene la opción de seguir al negocio al local que alquilaron sus padres hace setenta años. Tenía 50 metros cuadrados y podrían pedir más de 6.000 euros. El nuevo espacio Pieratiene 650, y de alquiler ni pedían poco más de 5.000. Con la compra del espacio se liberan de la LAU y el hijo de Joan Piera seguirá el negocio de sus abuelos. Eso sí, en un local nuevo.
Galerías Senda y Taché: la galería del Consejo de Cien 337 seguirá el mismo camino que la Taché, la primera retomará la actividad a la calle Trafalgar y la segunda se muda al pie de Montjuic.
Librería Sant Jordi (Ferran, 41): esta librería ha recibido asesoramiento y apoyo del Ayuntamiento a la hora de negociar su alquiler y de momento seguirá abierta. Es el mismo caso que la tienda La Torre Géneros de Punto (Ronda Sant Antoni, 63).
Estos establecimientos quizás se añadirán a la lista de los que ya han cerrado, como la Filatelia el Monge (1904), una joya modernista de principios de siglo, o La cava de los faros, a la esquina de plaza de Universidad y Talleres, que fue hasta octubre un magnífico escaparate de whisky, ron, orujo, anisos y otros destilados. Los locales de Guantes Victoriano, Granja Gavà, Joan Prats, Víveres Jordi Forcada, Perfumería Prat, Nivel 10 o la emblemática Librería la Canuda (que se convertirá en un Mango) serán ocupados por grandes marcas que se pueden permitir pagar los nuevos alquileres, convirtiendo el centro de Barcelona en el centro de cualquier otra ciudad.