09
de Febrero
de
2017
Los empresarios tienen ganas de ejercer de mecenas culturales pero ven necesario que se establezca un puente que enlace el sector de la cultura y el mundo de la empresa. La Fundación Cataluña Cultura se ofrece como plataforma para conectar estos dos mundos encara muy alejados entre si, pero que cada vez más se necesitan y se buscan. "No somos una repartidora de recursos sino un palco, un escaparate para empresas y creadores donde pueden encontrar nuevas fórmulas de financiación y de colaboración", ha explicado el adjunto a la presidencia de Damm y presidente de la Fundación Cataluña Cultura, Enric Crous, en un acto celebrado al Círculo de Economía.
Desde su puesta en funcionamiento, en 2014, la Fundación Cataluña Cultura ha ofrecido apoyo a un toda de 95 proyectos de emprendedores culturales. Lo ha hecho con la complicidad de la Generalitat, la Diputación y las cámaras de comercio, gracias a las cuales han podido detectar que 450 empresas de todo Cataluña han ejercido como mecenas o patrocinadoras de proyectos y acontecimientos culturales. Por su parte, la fundación ha pasado de estar integrada por 8 empresas a 13.
"Queremos ponercontacto proyectos culturales con el mundo empresarial, acompañarlos y hacer pedagogía demostrando que los proyectos culturales también tienen un valor económico y social", ha argumentado Crous. "Un país sin cultura es un país de segunda división", ha advertido Carlos Cuatrecasas, presidente de la Fundación Círculo de Economía, remarcando la importancia de promover proyectos culturales con el apoyo de las empresas del país. Pero por eso, ha añadido que "hay que defender un nuevo marco legal por el mecenazgo y el patrocinio". Por Crous, este es "un mundo para construir".
Durante el acto se ha hablado mucho del modelo francés, un modelo donde las ayudas a la cultura no se consideran gasto sino inversión. Gracias a esta actitud, el sector cultural es hoy la tercera fuente de ingresos económicos del país. Una de las claves de éxito de este modelo son las desgravaciones fiscales para los mecenas y patrocinadores, un modelo que se reclama también para Cataluña.
Debate 'Cultura y mecenazgo, un sector estratégico en busca de un nuevo marco fiscal'. Cedida
Identificar y reconocer la tarea de los mecenas
"El sector cultural necesita más recursos", ha afirmado Crous, destacando que a la larga tradición de los filántropos que ha habido en Cataluña si añaden hoy en día las empresas que también se quieren implicar como patrocinadores y mecenas de la cultura. Desde el Instituto Catalán de Finanzas, Josep Ramon Sanromà pide que se identifiquen todas las empresas que hacen mecenazgo "con luz y taquígrafos" y que se los haga un reconocimiento.
El reto, según Sanromà, implica acabar con el "cherry-picking" y para apostar por proyectos sostenibles "con una visión estratégica. "Hay proyectos viables que no puede ser que salgan adelante sólo en base de subvenciones". Pero por eso, ha añadido, "hay que innovar en las maneras de hacer y buscar modelos colaborativos".
Empresas con conciencia humanista
Sin embargo, los empresarios también son conscientes del camino que todavía queda para recorrer. "El regreso económico en cultura no siempre compensa la inversión, por eso hagamos cosas por amor al arte", ha argumentado Jaume Giró, director general de la Fundación La Caixa, que también forma parte de la Fundación Cataluña Cultura.
Su intervención se ha convertido en un alegato del humanismo. Giró ha reivindicado que la educación incluya la formación humanista en un mundo "donde se ha ido priorizando el sentido práctico" y ha advertido que, aunque la música, la poesía o el arte puedan parecer que no sirven para nada, "el pueblo que no los cultivan son un pueblo empobrecido". También una empresa que no apuesta por la cultura es una empresa corto-terminista. "Una empresa sinceramente comprometida con los valores va más allá del mercado y se siendo parte de un mundo mucho más amplio que incluye la cultura", ha asegurado.
Desde su puesta en funcionamiento, en 2014, la Fundación Cataluña Cultura ha ofrecido apoyo a un toda de 95 proyectos de emprendedores culturales. Lo ha hecho con la complicidad de la Generalitat, la Diputación y las cámaras de comercio, gracias a las cuales han podido detectar que 450 empresas de todo Cataluña han ejercido como mecenas o patrocinadoras de proyectos y acontecimientos culturales. Por su parte, la fundación ha pasado de estar integrada por 8 empresas a 13.
"Queremos ponercontacto proyectos culturales con el mundo empresarial, acompañarlos y hacer pedagogía demostrando que los proyectos culturales también tienen un valor económico y social", ha argumentado Crous. "Un país sin cultura es un país de segunda división", ha advertido Carlos Cuatrecasas, presidente de la Fundación Círculo de Economía, remarcando la importancia de promover proyectos culturales con el apoyo de las empresas del país. Pero por eso, ha añadido que "hay que defender un nuevo marco legal por el mecenazgo y el patrocinio". Por Crous, este es "un mundo para construir".
Durante el acto se ha hablado mucho del modelo francés, un modelo donde las ayudas a la cultura no se consideran gasto sino inversión. Gracias a esta actitud, el sector cultural es hoy la tercera fuente de ingresos económicos del país. Una de las claves de éxito de este modelo son las desgravaciones fiscales para los mecenas y patrocinadores, un modelo que se reclama también para Cataluña.
Debate 'Cultura y mecenazgo, un sector estratégico en busca de un nuevo marco fiscal'. Cedida
Identificar y reconocer la tarea de los mecenas
"El sector cultural necesita más recursos", ha afirmado Crous, destacando que a la larga tradición de los filántropos que ha habido en Cataluña si añaden hoy en día las empresas que también se quieren implicar como patrocinadores y mecenas de la cultura. Desde el Instituto Catalán de Finanzas, Josep Ramon Sanromà pide que se identifiquen todas las empresas que hacen mecenazgo "con luz y taquígrafos" y que se los haga un reconocimiento.
El reto, según Sanromà, implica acabar con el "cherry-picking" y para apostar por proyectos sostenibles "con una visión estratégica. "Hay proyectos viables que no puede ser que salgan adelante sólo en base de subvenciones". Pero por eso, ha añadido, "hay que innovar en las maneras de hacer y buscar modelos colaborativos".
Empresas con conciencia humanista
Sin embargo, los empresarios también son conscientes del camino que todavía queda para recorrer. "El regreso económico en cultura no siempre compensa la inversión, por eso hagamos cosas por amor al arte", ha argumentado Jaume Giró, director general de la Fundación La Caixa, que también forma parte de la Fundación Cataluña Cultura.
Su intervención se ha convertido en un alegato del humanismo. Giró ha reivindicado que la educación incluya la formación humanista en un mundo "donde se ha ido priorizando el sentido práctico" y ha advertido que, aunque la música, la poesía o el arte puedan parecer que no sirven para nada, "el pueblo que no los cultivan son un pueblo empobrecido". También una empresa que no apuesta por la cultura es una empresa corto-terminista. "Una empresa sinceramente comprometida con los valores va más allá del mercado y se siendo parte de un mundo mucho más amplio que incluye la cultura", ha asegurado.